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Desde el martes habrá más restricciones de ingreso para los autos al Centro: habría que pagar un permiso de más de mil pesos

Sólo podrán circular vehículos particulares si sacan un permiso que vale $ 1.560.

Desde el martes, los autos particulares no podrán circular por el Casco Histórico de la Ciudad y el barrio de Retiro. La prohibición regirá de 11 a 16. En simultáneo, la restricción que ya está vigente en el Microcentro se extenderá a otras calles. Así, al este de la avenida Carlos Pellegrini y su continuación, Bernardo de Irigoyen, se formará un gran rectángulo de veda de autos. Será más grande que la superficie de Villa Real, el barrio más chico de Buenos Aires.

La medida forma parte de un proyecto más ambicioso: en octubre incorporará a Tribunales y el año que viene el horario se prolongará: entre las 9 y las 18 sólo se podrá entrar y circular por el Centro a pie, en transporte público o bicicleta.

El martes empezará a regir la primera etapa de una ley votada en diciembre de 2016. El impulso de esta norma fue una de las primeras acciones de Horacio Rodríguez Larreta como jefe de Gobierno para desalentar el uso del auto particular.

Por entonces, el proyecto despertó el rechazo de dueños de garajes y comerciantes; parte de estos sectores aún están en disidencia. Las quejas siempre giraron en torno al posible cierre de estacionamientos y a las complicaciones de los locales para abastecerse de mercadería.

La Ciudad de Buenos Aires es una megaurbe con tres millones de personas que la viven y otras tres millones que la transitan. Y tiene un parque automotor que satura las calles. Según registros del Gobierno, en los tramos que incluyen al Casco Histórico, Retiro y Tribunales hay picos de ingreso de 70 mil autos en días hábiles. El objetivo es que, luego de la restricción, ese número se reduzca en un 50%.

"Hoy hay 65 manzanas del Microcentro bloqueadas. A partir del martes se agregan 53 y para octubre, con Tribunales, van a ser 142 manzanas. En total, vamos a duplicar la superficie de prohibición para los autos", dice Juan José Méndez, secretario de Transporte porteño.

En la etapa que se inicia el martes, se limitará el ingreso al polígono conformado por Carlos Pellegrini, Bernardo de Irigoyen, San Martín y Florida, y las avenidas Belgrano, Paseo Colón, La Rábida, Leandro N. Alem y Santa Fe. También se sumarán cuadras a la zona de restricción del Microcentro: San Martín, entre Corrientes y Córdoba; Suipacha, entre Corrientes y Córdoba; Mitre, entre Pellegrini y Diagonal Norte; Rivadavia, entre Pellegrini y Maipú; Sarmiento, entre Pellegrini y Diagonal Norte; y Viamonte, entre Pellegrini y Alem.

Para permitir la circulación, las avenidas seguirán siendo de libre acceso. También algunas -pocas- calles: 25 de Mayo, entre Córdoba y Viamonte; Viamonte, entre 25 de Mayo y Alem; Moreno, entre Colón y Balcarce; y Balcarce, entre Moreno y Belgrano.

En la porción restringida del Casco Histórico, Retiro y Microcentro podrán entrar colectivos, taxis, remises, vehículos de emergencia, escolares, motos de mensajería y delivery. O los que tengan un permiso. Pueden acceder a esa categoría los residentes, personas con un certificado de discapacidad, padres de alumnos de escuelas ubicadas dentro del perímetro, camiones de caudales, empresas de servicios fúnebres, vehículos de distribución de diarios y aquellos que tengan o alquilen una cochera fija. Para éstos el permiso cuesta $1.560, para el resto es gratuito.

Tiene una duración anual y desde marzo puede tramitarse en el sitio del Gobierno porteño.

Las combis de turismo, los remises ajenos al registro de la Ciudad y los hoteles con cocheras están también obligados a tener y pagar su permiso. En el caso de los turistas hospedados en el área de restricción se los tomará como residentes.

"Todo estará controlado por cámaras lectoras, que automáticamente leen las patentes de los vehículos que ingresan y detectan si tienen o no autorización. Si la tienen, sólo los contabiliza. Pero si no tienen permiso, se genera una notificación para mandar la multa. Habrá alrededor de 80 cámaras haciendo esta verificación", agrega Méndez. Para asegurar un tiempo mínimo de conocimiento de la medida, se empezará a multar a partir de mediados de mayo.

Según registros del Gobierno porteño, la restricción se aplicará en el área con mayor densidad de peatones y más conexiones de la Ciudad: cinco líneas de subte, el Metrobus del Bajo y el de la 9 de Julio y los carriles exclusivos de Córdoba y Corrientes.

Prohibir el ingreso y la circulación de autos particulares es un recurso válido y recurrente en distintas ciudades del mundo para atacar la contaminación ambiental y reducir la congestión. Pero algunos especialistas viales y urbanistas advierten que puede fracasar o ser percibido como un castigo cuando las alternativas para viajar no funcionan de manera adecuada.

Desde la secretaría de Transporte dicen que "con la actual oferta de colectivos en la zona y una frecuencia promedio del subte en hora pico de tres minutos, a excepción de la línea E, por el momento no se están contemplando cambios en los servicios". El tiempo mostrará la evolución de la decisión.