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¡Déjenlo ser! ¿Casey Wander el nuevo enemigo de la sociedad?

El video del pequeño militante kirchnerista despertó críticas demasiado ensañadas y exageradas para un chico de once años. ¿Qué imagen damos como sociedad?

¿Qué maldad puede tener un chico de 11 años que expresa su admiración a un político? Es la primera duda que me surge entre varias al leer las cosas que le dicen a Casey Wander.

¿Puede un nene de once años que lleva una vida normal ser tratado como una escoria? ¿Hay derecho a que los adultos, que viven renegando contra la sociedad de hoy, sean los mismos que lo traten de imbécil, o que apunten contra su familia sin conocerla? Soy de los que piensan que no.

Como en toda democracia, se puede discutir (y vaya que se discute) sobre Kirchnerismo, Peronismo, valores, K o Anti K, dulce de leche o chocolate, pata o muslo, enganche o dos líneas de cuatro. ¿Pero demonizar a un chico de 11 años solo por decir "amo a Néstor Kirchner"?

Uno no se considera una persona de mentalidad o ideología extremista, ni cerca. Sí con algunas ideas y convicciones firmes, con las que usted lector, podrá coincidir o no, por supuesto.

Claro que su nombre no me hace pensar en un argentino, pero puede serlo igual, por nacimiento, por adopción o por elección, o tenerle simpatía o respeto al país que lo alberga. Nació en Inglaterra, pero hoy se ve que crece feliz en la Argentina.

Para quien a ésta altura pregunta: sí, vi la foto del niño con la camiseta de la selección inglesa y la bandera de ese país. Sí, me dí cuenta de que en la nota que lo hizo famoso tenía puesta la camiseta del Tottenham Hotspur, donde brilla Erik Lamela (otro que se podría haber ido del país en 2004 cuando lo vino a buscar el Barcelona). Y sí, escuché que dijo que Néstor ganó en 2004, pero ganó en 2003, (cuando yo estaba en 7mo grado e iba a la escuela pública después de pasar toda mi vida con escuela privada bilingüe y tener que dejarla porque en el 2001-2002 la cuota se había vuelto un desafío para mis viejos).

Nací y viví mis 23 años en Buenos Aires, soy argentino, hijo de padres argentinos, con abuela materna española y abuelos paternos libaneses.  Éste chico es inglés... ¿Y? ¿Hay que destrozarlo por eso? No.

Me gusta la música nacional (principalmente el rock argentino), pero no dejo de admirar a los Beatles (quienes me inspiraron con uno de sus grandes hits para el título de ésta nota) y los Rolling Stones, o a disfrutar del sonido de bandas más jóvenes británicas como Muse o Arctic Monkeys. (Acá a veces idolatramos a Karina y Agapornis -aunque en un boliche me gusten sus temas-, aunque me quedo con Sumo, Ricardo Mollo o Charly García). Son gustos.

Volviendo al pequeño Casey y sus dichos: no soy una persona partidaria del gobierno al 100%, pero si en buena parte. Es cierto que la última década (claramente, incluyo a Néstor Kirchner) tuvo errores, pero también tuvo aciertos, algunos mencionados por el amiguito hincha del Tottenham, y algunas de ésas actitudes y posturas que me hicieron sentir orgulloso de ser argentino. 

"Mocoso ignorante", "maleducado", "te lavaron el cerebro", "tus papás viven de planes sociales", y otras tantas aseveraciones contundentes sobre un chico al que le vieron por primera vez la cara hace cinco minutos. ¿Qué sigue? ¿"Descubren vínculos comerciales de Casey Wander con Lázaro Báez"? ¿"Casey Wander se ratea en la hora de matemáticas para vender drogas"? ¿"La casa de Pikachu funciona como prostíbulo"?

Y no niego que la realidad de nuestro país tiene cosas para atender con urgencia (tengo la suerte de que no haber sufrido hechos de inseguridad por varios años, pero sé que me puede pasar, como le ha pasado -sin consecuencias graves- a mis seres queridos).

"Yo quiero ser presidente en el 2050", lanza decidido Casey. Y la población vuelve a indignarse cual penal no cobrado contra Alemania en una final del mundo. ¿Tiene algo de malo? Yo a los once años también quería ser piloto de Fórmula 1 y representar a mi país, alguna vez quise ser presidente, y antes quise ser el 9 de la Selección, pero de grande descubrí otra pasión, como el periodismo y los deportes. Casey está en la edad de soñar, de crecer y de ser feliz. ¿Hay algo de malo que le haya gustado la política desde los 7? 

Por otro lado, ¿ustedes escucharon la claridad que tuvo este chico para expresarse? Está muy lejos de los chicos de once años que veo por la calle, que escucho hablar, o que veía cuando iba al colegio. Si usted, estimado/a lector/a, tiene hijos de esa edad que son capaces de expresarse con esa claridad, desde ya que lo/a felicito y le extiendo mi mano, no estoy acostumbrado a escuchar chicos así.

No tengo hijos, y estoy lejos de tenerlos, pero el día que los tenga, voy a luchar como padre para educarlos bajo la tolerancia, el respeto, los buenos hábitos y las ganas de vivir. Y me enorgullecería que a tan temprana edad puedan conocer éstas cuestiones de su país. ¡Y que elija al político que él quiera! ¿Quién sería yo para decirle que está equivocado?

En el peor de los casos le diría: "No, hijo/a, me parece que lo correcto es esto". Quizás intentaría convencerlo, pero si no lo logro, estaría satisfecho de explicarle que hay posturas distintas a la suya y que lo entienda.

(Vuelvo a hacer un parate, si en vez de decir "amo a Néstor Kirchner", hubiera dicho "amo a Sergio Massa", "amo a Mauricio Macri", "amo a Elisa Carrió" o "amo a Teo Gutiérrez", ante una ola de críticas como éstas, estaría escribiendo exactamente lo mismo).

Y por último, insisto nuevamente: la absoluta mayoría de las críticas (algunas peligrosamente llenas de saña) que leí vienen de adultos. Si creemos que las ideas del chico no son acertadas, y hacemos gala de ser más sabiondos y de nuestros años de vida, ¿no habría que dar otro ejemplo?

Me parece más indignante que personas de 40 años, quizás padres de familia, le quieran hacer tanto daño a un chico que sólo dijo "amo a Néstor Kirchner".