De Las Primas a consagrarse como chica Almodóvar

La historia de Silvia Jofre Iacopetti es digna de una película con final feliz. A fines de los ‘80 revolucionó el país con "Las Primas". Pero, un flechazo la hizo plantar todo y cruzar el océano.
Instalada en Madrid, relegó su pasión por amor y le puso fichas a su otra faceta artística: la pintura. Casi 12 años después, con un estado civil diferente, volvió a empezar.

Se lució en varias series en la tv española y, como si eso fuera poco, se transformó en una chica Almodóvar.

Silvia siguió los consejos, pero más a su intuición. Algo en ella le decía que el día que estuviera frente a Pedro Almodóvar se le iba a dar la oportunidad y así fue. "Es lo que sucede cuando uno tiene un deseo tan fuerte", simplifica y relata, sin guardarse detalles, cómo fue que logró cautivar al director.

"Tras varios intentos de conseguir un pequeño papel en alguna de sus películas, fui convocada para hacer una figuración especial en ‘La piel que habito’, un thriller protagonizado por Antonio Banderas, Elena Anaya y Marisa Paredes.

Teníamos que bajar por una escalera, yo estaba con un vestido ajustado, una pamela y unos tremendos tacazos, entonces me quedé última y bajé muy despacio porque no podía caminar.

De pronto, sentí todos los ojos sobre mí... Es sabido que Pedro improvisa sobre la marcha: le gusté, pidió un micrófono y ¡me inventó un personaje!", cuenta eufórica y sigue "La clave estuvo en la caminata.

Una vez me dijeron que si quería conseguir algo caminara delante de esa persona, que no se podría negar. Y no falló. ¡Estuve cinco horas abrazada a Antonio Banderas! No tengo palabras de agradecimiento por este regalazo".

Qué actriz no soñó alguna vez con ponerse bajo las huestes de Almodóvar y tener de compañero al protagonista de "La máscara del zorro".

"Esto fue una revolución en mi vida. Me han pasado cosas buenas, pero siempre hay algo que lo supera y esta experiencia es lo máximo", confiesa y sigue: "Antonio es divino: es guapo, huele espectacular y es muy buen profesional. Pero, lo que más rescato es su sencillez.
Tanto él como Pedro tienen una humildad enorme, nada de divismo, egos ni prepotencia.
Fue increíble ver la armonía y el respeto de estos dos grandes", cuenta.

"¿Qué tiene que tener una chica Almodóvar? Creo que, sobre todo, singularidad. Algo que te haga distinta. No tiene que ver la belleza, ni la juventud", explica. Ella, sin dudas, cumplió los requisitos.

Las vueltas de la vida Lejos de querer ocultar su pasado en Las Primas, Silvia reconoce que "fue una etapa muy bonita" y que sigue en contacto con algunas de sus compañeras. "Desde entonces no volví a castigar a nadie con mi canto", ríe. "Fueron 10 meses a full, con giras, clases de canto y baile". Pero cuando las creadoras de "Saca la mano Antonio" eran furor, ella dijo adiós.

"Por un flechazo no sólo me despedí de la banda, sino también de una propuesta para hacer una ficción.En ese momento, puse las cosas en la balanza y me alejé de la actuación porque pesaba más la pareja. No sé si me arrepiento porque las cosas suceden por algo. Fueron años muy lindos, pero hoy, no lo haría", confiesa Silvia que mientras también espera el estreno de su otro filme "No habrá Paz para los malvados", ansía que llegue septiembre para viajar a Buenos Aires y compartir junto a su familia el debut como la nueva chica Almodóvar.

Julieta Carta: "Una chica Almodóvar debe tener algo que la vuelva particularmente distinta", asegura la actriz argentina. La ex Prima cautivó a Almodóvar. Apenas la vio, el director le inventó un personaje en "La piel que habito", filme protagonizado por Banderas, Anaya y Paredes.

"Me sorprendió la humildad y sencillez con la que trabajan Pedro Almodóvar y Antonio Banderas. No se vé en todos lados. Son dos grandes", asegura. Durante fines de los 80’, Silvia fue una de Las Primas. "Fue una etapa muy bonita", dice.