De la idea al volante: la historia de la pareja que creó Toshify y hoy ayuda a cientos de conductores a trabajar
En un mercado donde la propiedad del vehículo pierde terreno frente al acceso y la flexibilidad, un modelo de negocio está emergiendo con fuerza en América Latina: convertir autos en activos productivos y escalables. La movilidad, más que un servicio, se está volviendo una plataforma de ingresos, inclusión financiera y transformación social.
Josué Caride Guzmán y Sara Guarín, dos emprendedores que iniciaron su camino en Colombia y consolidaron su proyecto en Argentina, lideran una propuesta que combina rentabilidad, tecnología y propósito social. Desde una flota que comenzó con apenas dos autos hasta un modelo que apunta a 500 vehículos en 2025, su historia refleja tanto la oportunidad de negocio como la dimensión humana de la movilidad compartida.

En un contexto de desempleo estructural y acceso limitado al crédito, su visión conecta con una tendencia global: trabajadores que buscan independencia sin endeudarse, inversores que ven en la movilidad un activo rentable y ciudades que demandan soluciones más flexibles. El esquema que impulsan no se limita a alquilar autos: incorpora inteligencia artificial, gestión centralizada, doble turno de operación y un futuro de microcréditos y beneficios para conductores.
La entrevista que sigue revela no solo cómo se gestó el proyecto, sino también por qué la movilidad puede convertirse en un motor de desarrollo económico en la región.

¿Cómo se conocieron y qué los llevó a emprender en movilidad?
Sara y Josué: Nos conocimos en Colombia, ambos con el impulso de crear proyectos de impacto. Más tarde nos mudamos a Argentina y, con los ahorros que teníamos, compramos dos autos para una agencia de turismo. En ese camino descubrimos que había muchísimos conductores con ganas de trabajar en plataformas, pero sin vehículo. Decidimos conectar esos autos con ellos. Lo que parecía un experimento se convirtió en un proyecto con mucho sentido. Hoy tenemos 100 vehículos y buscamos cerrar el año con 500.
¿Qué los inspiró a dar ese paso inicial?
Sara y Josué: Siempre nos motivó resolver problemas. El momento clave fue cuando entregamos nuestros dos primeros autos en doble turno. Ver cómo generaban ingresos tanto para nosotros como para los conductores fue revelador. Entendimos que no se trataba solo de tener autos en la calle, sino de estructurar un negocio escalable con impacto real.
¿Qué significa emprender en pareja?
Sara y Josué: Es un reto y un privilegio. Emprender juntos es parecido a llevar adelante una familia: hay diferencias, pero también la satisfacción de ver crecer algo construido a la par. Se trata de apoyarse en los momentos difíciles, celebrar los logros y compartir una visión de vida.
¿Cómo definen su modelo de negocio?
Sara y Josué: Cada auto se convierte en un activo que genera ingresos inmediatos. Conectamos vehículos con conductores que no tienen acceso a crédito ni auto propio. Lo diferencial es que no somos solo una rentadora: creamos un ecosistema. Usamos doble turno (hasta 40% más de rentabilidad), gestionamos la operación en hubs urbanos, aplicamos IA para el onboarding masivo y pronto lanzaremos una wallet para microcréditos y beneficios.
¿Qué ventajas tiene para un conductor alquilar en lugar de comprar un auto?
Sara y Josué: Accede de inmediato, sin deudas, sin trámites y con mantenimiento incluido. Gana flexibilidad: puede trabajar el tiempo que necesite y, si sus planes cambian, devuelve el vehículo. Es enfocarse en generar ingresos, no en los problemas de tener un auto propio.
¿Tienen historias de impacto que los hayan marcado?
Sara y Josué: Sí, muchas. Un conductor terminó el techo de su casa. Otro inició su propio negocio de mantenimiento de aires acondicionados. Y un tercero nos agradeció porque, al nacer su hija, pudo darle mejores oportunidades gracias a los ingresos obtenidos. Esos testimonios nos recuerdan que no alquilamos autos: generamos nuevas oportunidades.
¿Cómo imaginan el futuro?
Sara y Josué: Creemos que la movilidad dejará de estar ligada a la propiedad y se basará en el acceso. Nuestro objetivo inmediato es llegar a 500 autos en Argentina y expandirnos hacia Colombia y Perú. Queremos ser el puente entre quienes necesitan trabajar y los vehículos que hacen falta.
“Cada vez que un conductor nos dice que pudo salir adelante o darle una mejor oportunidad a su familia, sentimos que estamos cumpliendo con nuestro propósito”, resumen Caride y Guarín, convencidos de que el negocio de la movilidad puede ser, al mismo tiempo, rentable y transformador.
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