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Cruces entre las prepagas y el Gobierno por la reglamentación del decreto de Milei: advierten por más aumentos

La desregulación eliminó los topes a las cuotas, pero también estableció cambios en los aportes que las empresas de medicina prepaga deben hacer a un fondo compensador para cubrir los tratamientos de alto costo. Las compañías adelantaron que las cuotas deberían incrementarse para cumplir la normativa.


Luego de las desregulación de los servicios de salud que fijó el DNU 70/23 firmado por Javier Milei a pocos días de llegar a la Casa Rosada, esta semana se publicó la reglamentación. El Gobierno destacó que desde marzo los afiliados podrán elegir libremente cómo derivar sus aportes al sistema de medicina privada.

Sin embargo, en el ámbito de las prepagas, hay un punto que generó quejas: la reglamentación las obliga a aportar un 20% de las cuotas que perciben (tanto sobre la parte correspondiente al aporte laboral que se deriva como sobre la diferencia que pagan los afiliados) al Fondo Solidario de Redistribución (FSR), cuyo objetivo es financiar el funcionamiento del sistema solidario de salud que debería cubrir los costos de prestaciones por discapacidad, tratamientos de alto costo y enfermedades poco frecuentes.

Desde el sector, advirtieron que esto significará un aumento en las cuotas y cuestionaron el funcionamiento del FSR. En diálogo con TN, Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical y presidente de la Unión Argentina de Salud (UAS), explicó: “Este fondo no funciona. Hoy, las obras sociales quieren acudir a él para conseguir una droga y no la consiguen o no les dan el reintegro. El 90% se destina solamente a las prestaciones de discapacidad y todo lo de alto costo queda sin cobertura”.

Hasta ahora, el FSR se financiaba con un aporte que hacían las obras sociales y prepagas, proporcional al dinero que recibían vía descuento en el recibo de sueldo. Ahora, el Gobierno estableció que las obras sociales sindicales derivarán un 15%; los monotributistas, un 10%; y las empresas de medicina privada deben contribuir un 20%. Para Belocopitt, esto se traducirá en un aumento extra del 20% en las cuotas. El empresario consideró, además que ese aporte será una suerte de nuevo impuesto sobre el sector de medicina privada.

El CEO de Boreal Salud, una pyme de medicina prepaga, explicó a TN que este cambio afecta especialmente a los grandes jugadores del segmento. “Para nosotros, es casi lo mismo porque la mayoría de nuestros afiliados cubre casi toda la cuota con sus aportes salariales. En cambio, las empresas más grandes tienen planes, en los que el empleado debe sumar una diferencia importante por encima de su sueldo. Y ahora la prepaga tendrá que aportar el 20% de ese total al FSR”, apuntó Mario Koltan.

La respuesta del Gobierno a la prepagas

Mientras en el sector se quejan porque el Gobierno avanzó en la desregulación sin consultarlos, desde la Superintendencia de Servicios de Salud (SSN), que administra el FSR, hicieron algunas aclaraciones. En primer lugar, resaltaron que no es un fondo fiduciario como los que planea desmantelar el Presidente y que no se financia con impuestos.

“Tal como dice su nombre es un Fondo Solidario que, originalmente, se creó para financiar tratamientos de alto costo y, hoy en día, además, financia ampliamente gastos por discapacidad y otorga subsidios automáticos, con el objetivo de tener un sistema más equitativo y, justamente, más solidario”, dijeron.

Por otra parte, agregaron: “Hasta esta nueva normativa, las prepagas aportaban al fondo solo por aportes y contribución, mientras que capturaban todos los beneficios del fondo. A partir de ahora van a poder seguir beneficiándose del Fondo de la misma manera, pero aportando el 20% por el total de la cuota que reciben”.

Con respecto a la idea de que el mayor aporte al FSR implique un aumento directo en las cuotas de las prepagas, la SSN explicó que eso no debería pasar porque ese dinero se va a mantener dentro del sistema, en el Fondo Solidario. A partir de esto, calcularon que el volumen del Fondo puede llegar a crecer entre $10.000 y $20.000 millones.

De todos modos, desde el Gobierno recordaron que el DNU también habilitó a las empresas del sector a aumentar los precios sin tope, con el objetivo de fomentar la competencia. A ese argumento, Belocopitt respondió que ellos no quieren aumentar las cuotas, sino que lo hacen por la alta inflación. “En todo caso, la cuota sube para mejorar el servicio y la atención a los afiliados; no para tirar la plata a un Fondo que no funciona”, sentenció.

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