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Crimen del pizzero en Ituzaingó: su jefe confesó que lo mató para no pagarle el sueldo y el aguinaldo

El hombre, llamado Daniel Mieres, quedó detenido, acusado de ser el presunto autor material del homicidio, luego de haber confesado su responsabilidad en el hecho.

Cansado de tener que vender los dólares que había ahorrado para pagarle los sueldos atrasados, el aguinaldo y las vacaciones, el dueño de la pizzería discutió con su empleado Jorge Daniel Zagari, de 53 años y lo golpeó varias veces en la cabeza, con una barreta, hasta matarlo. Así lo confesó ante los investigadores. En las conclusiones de la autopsia, los forenses indicaron que la víctima sufrió varias fracturas en el cráneo.

Debido a las dificultades económicas que atravesaba su negocio por la pandemia, el acusado, que habría sido identificado como Daniel Mieres tuvo que recurrir a vender los dólares que tenía ahorrados.

Mieres quedó detenido, acusado de ser el presunto autor material del homicidio, luego que habría confesado su responsabilidad en el hecho.

En las últimas horas, su pareja y su hijastro se sumaron a Mieres como sospechosos y detenidos. En el caso del hijastro, los responsables de la investigación abonarían la hipótesis que indicaría que habría colaborado con la limpieza de la escena del crimen y con el incendio del automóvil de la víctima.

Hace una semana, Zagari concurrió a la pizzería de Mieres y le exigió que le pagara la deuda de los salarios atrasados, el aguinaldo y las vacaciones. Además, pidió que si era necesario vendiera los dólares que tenía.

A partir de la reconstrucción del sangriento episodio realizada por los investigadores policiales y judiciales, se habría determinado que la discusión terminó cuando el dueño del local gastronómico tomó una barra de hierro y le pegó varias veces en la cabeza a Zagari hasta matarlo.

Para esconder el cuerpo, el imputado habría recurrido a sus conocimientos del oficio de la albañilería y, con una moladora abrió una brecha en la carpeta del contrapiso construido en el fondo del terreno. Allí habría ocultado del cuerpo de su empleado. Luego construyó una carpeta de cemento para cubrir la improvisada tumba.

Pero no habría actuado solo. Entre los investigadores policiales y judiciales tomó fuerza la sospecha que el hijo de la pareja del asesino habría colaborado con el encubrimiento del asesinato.

A partir de la reconstrucción del hecho realizada por los responsables de la pesquisa se habría determinado que el hijastro del principal sospechoso lo habría ayudado a limpiar la escena del homicidio y, luego, habría colaborado con la tarea de descartar el automóvil Peugeot 405 de Zagari.

Esa maniobra habría terminado con el vehículo de la víctima incendiado y las cámaras de seguridad de la zona grabaron la camioneta del acusado en el momento en el que pasaba a metros del automóvil de Zagari.

Según fuentes judiciales, en las próximas horas la fiscal Laura Cristini le tomará declaración indagatoria a la mujer, que habría sido identificada por fuentes policiales como Marisol Albornoz Hermosilla, de 63 años, y a su hijo, Martín Silva, de 23.

Luego de escuchar las explicaciones de los imputados y de revisar las pruebas incorporadas en el expediente, la representante del Ministerio Público de Morón, decidiría cuál sería el temperamento que adoptaría con respecto a los acusados.

De acuerdo con fuentes de la investigación se habría determinado que Silva habría estado en el terreno que, en el frente tiene la pizzería, en el medio se instaló una vivienda y en el fondo se habría construido un contrapiso.

Los detectives policiales sospechan que Silva estaba en la casa en el momento del asesinato y pudo haber colaborado con el ocultamiento del cuerpo.

Los responsables de la pesquisa esperan que la investigación avance para tratar de establecer, a partir del análisis de las pruebas que se incorporen en el expediente, si Albornoz Hermosilla tuvo alguna participación en el crimen.

El listado de pruebas consignadas en el sumario se completó con los peritajes que se efectuaron en la casa de Mieres, y las imágenes de las cámaras de seguridad aportadas por los municipios de Ituzaingó y Merlo.

Al revisar esas grabaciones, los investigadores encontraron algunos indicios sobre la presunta participación del hijastro en el homicidio del pizzero.

La autopsia determinó que Zagari fue atacado a golpes con una barreta, luego enterrado en una fosa ubicada en el fondo de la casa de su patrón, situada en la calle Pérez Quintana al 3300, de Ituzaingó, y finalmente tapado con una carpeta de cemento.

En base a la confesión que anoche brindó el acusado en sede judicial y a los testimonios obtenidos en la causa, el ataque derivó de una discusión por dinero cuando Zagari fue a cobrar su sueldo y le reclamó a su empleador deudas pendientes por meses anteriores y el aguinaldo y vacaciones atrasados.

"Confesó que le dio varios golpes en la cabeza con una barreta. Y, según testigos, se escuchó que la víctima dijo '¿qué te hice Luis?" relató una fuente de la investigación a Télam.

Zagari había desaparecido el miércoles pasado a la tarde y la denuncia por averiguación de paradero se radicó al día siguiente.

Ese mismo día, el automóvil de la víctima, un Peugeot 405 bordó, fue encontrado incendiado en Merlo. Dos días después, los familiares de la víctima encontraron videos del lugar del hallazgo y advirtieron que detrás de ese rodado aparecía la camioneta Ford EcoSport negra del acusado.

El cuerpo de Zagari fue encontrado anteayer, por la tarde, en el fondo de la casa de Mieres y fue reconocido por su sobrina, Florencia, por unas cicatrices.

Al no tener noticias de Zagari, varios integrantes de la familia llamaron a Mieres, quien les confirmó que efectivamente el empleado había ido a cobrar los $ 25.000 de su sueldo y luego se había retirado.

Florencia, sobrina de la víctima, relató que el domingo, cuando vecinos le mostraron una imagen del automóvil de su tío incendiado y luego accedió a los videos en los que aparecía la camioneta similar a la que utilizaba el acusado y una patrulla junto al rodado quemado, llamó a la policía y allí comenzó a reclamar medidas de prueba.

La sobrina de la víctima consideró que además de Mieres "hay más personas involucradas" y en el asesinato y reveló que su tío y la mujer del detenido "no se llevaban bien".

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