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Crimen de Tomás: un primo complicó más al padrastro

En la primera audiencia del juicio por el crimen del niño de nueve años asesinado a golpes en Junín, un primo y compañero de colegio declaró que el principal acusado Adalberto Cuello merodeaba la escuela a la que concurrían y los habría amenazado, antes del hecho.

En la primera audiencia del juicio que se sigue por el crimen de Tomás Santillán, el niño de nueve años asesinado a golpes en la localidad bonaerense de Junín, el testimonio de un primo y compañero de colegio, de su misma edad, complicó al principal acusado, Adalberto Cuello, al señalar que el hombre merodeaba la escuela a la que concurrían y los habría amenazado, antes del hecho.

El testimonio del niño, que se mostró desenvuelto durante la audiencia, coincidió con el de la tía y la madre de la víctima, en el sentido de que se había visto la camioneta de color blanco que conducía Cuello, padrastro de Tomás, por la zona.

Antes de escuchar a los tres primeros testigos de un total de 40 que tendrá el proceso, el fiscal Javier Ochoaizpuro consideró que hay "elementos suficientes en la causa para arribar a una condena a reclusión perpetua" para el padrastro de Tomás, único detenido por el hecho. Ochaizpuro acusó a Cuello por "homicidio agravado por ensañamiento y alevosía".

El debate oral por el crimen cometido el 15 de noviembre de 2011 comenzó por la mañana a desarrollarse en los Tribunales de Junín y se encuentra a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal 1, integrado por los jueces Miguel Angel Vilaseca Parisi, Karina Lorena Piegari y Claudia Beatriz Dana.

El primo de Tomás, que el día del asesinato no había concurrido a la escuela, aseguró que era frecuente el hecho de ser perseguidos por Cuello y contó que en una oportunidad hasta los obligó a subir a su camioneta para amenazarlos. Tomás desapareció el mediodía del 15 de noviembre de 2011, alrededor de las 12.15, después de salir de la escuela a la que asistía.

El cuerpo del chico fue encontrado dos días después en las afueras de la ciudad, con evidencias de haber recibido golpes contundentes en la cabeza, en la espalda y las extremidades, por lo que sufrió fracturas y posteriormente la muerte. Enseguida, la pesquisa se dirigió hacia Cuello, quien se había separado de la madre de Tomás pocos meses antes.

El hombre, con quien la mujer tuvo un segundo hijo, nunca se llevó bien con Tomás y algunos testimonios indicaban que lo consideraba un estorbo para la pareja. Uno de los principales elementos que incriminan a Cuello es una pala de punta de albañil que utilizaba para trabajar, la cual fue hallada cerca de la escena del crimen y es compatible con las mortales heridas recibidas por el niño.