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Comunas liberadas para los jóvenes K

*Por Patricia García. Mientras se hilvanan los detalles de la campaña porteña del kirchnerismo y el candidato Daniel Filmus arremete contra las bicisendas (dijo ayer que pasará la topadora por unas cuantas), aún no se curan las lastimaduras que dejó el cierre de listas.

Es que en ese reparto, por primera vez este año, existió el plus de las candidaturas a comuneros, siete por zona y 105 en total, un atajo para casi todas las agrupaciones que buscaron conformar a propios y ajenos por fuera de la boleta a legisladores, menos abultada. Sin embargo, no fue el caso del kirchnerismo, todo lo contrario. Así como el Gobierno desplazó de la boleta de candidatos a legisladores al PJ Capital y sus aliados -como UPCN-, en las comunas hubo menos consideración. Ni siquiera logró avanzar en esos casilleros Alicia Kirchner, que sumó a su agrupación Kolina al Frente para la Victoria, ni tampoco allí tuvo consuelo un sindicalista como Víctor Santa María (PJ, porteros) a pesar de gerenciar un centenar de locales que se aprestan ahora a adornarse con el nuevo afiche de la campaña para jefe de Gobierno: «Filmus-Tomada, Cristina a la Rosada».

Otros grupos rezagados en candidaturas comunales fueron los propios de los precandidatos, incluido Filmus, además de Carlos Tomada y Amado Boudou (casi no tiene representación en las listas porteñas en todas sus versiones).

Los jóvenes de La Cámpora, al parecer, contaron con una suerte de zona liberada para completar esas 15 listas con siete postulantes cada una. Ahora creen que se complicará la campaña en los barrios, aunque también cuenta esa elección con varias modificaciones a las leyes que la ordenan para facilitarles la tarea a los pregoneros políticos. La primera reforma que votó la Legislatura porteña, este mismo año, permitió que la elección de comuneros se realice junto con la de jefe de Gobierno y diputados por la Ciudad, algo que impide la norma que creó las zonas a descentralizar. El otro cambio facilita que la lista de aspirantes a las juntas pueda estar pegada al resto de las categorías que se votarán el próximo 10 de julio, ya que la ley en la materia obligaba a que la boleta estuviera suelta, aparte, en el cuarto oscuro.

Así, el kirchnerismo considera que el efecto arrastre no requerirá de mucha campaña más que la de la fórmula principal, Filmus-Tomada, y podrá soportar el desaire de muchos grupos internos que por estas horas decayeron ante la falta de expectativa sobre candidatos propios en los barrios.

Las juntas que gerenciarán las 15 comunas porteñas serán integradas por siete miembros que se repartirán por el sistema proporcional, como se hace con las bancas.

En la pasada elección a autoridades porteñas, cuando también compitió Filmus contra Mauricio Macri, el mandatario dominó todos los barrios de la Capital Federal. En el cuarto oscuro venidero imponerse en las zonas ya no será sólo una curiosidad electoral para el que gane el sillón principal, sino una garantía de menores escollos en el momento de administrar el distrito.