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¿Cómo celebrar las fiestas sin engordar en el intento?

Los últimos días del año están repletos de excusas para juntarse, celebrar y comer. ¿Cómo hacer para disfrutar de los encuentros y mantener la figura justo en la época en la que más mostramos nuestro cuerpo? Aquí los tips.

Navidad, año nuevo, reuniones de trabajo, con amigos, celebraciones varias: los últimos días del año están repletos de excusas para juntarse, celebrar y comer.

¿Pero cómo hacer para poder disfrutar de los encuentros y mantener la figura justo en la época en la que más mostramos nuestro cuerpo?

Para el Dr. Máximo Ravenna, aunque es más difícil, es posible salir ileso de la batalla contra las tentaciones de fin de año.

Sobre todo, para quienes sufren problemas de sobrepeso y obesidad, los festejos de diciembre constituyen una "etapa crítica", aún cuando estén llevando a cabo un tratamiento para enfrentar este tipo de trastornos, afirma Ravenna.

Para hacerle frente a la mesa con Vitel toné, arrollados, ensalada rusa, turrones, frutos secos, budines, pan dulce, helado y grandes cantidades de alcohol, es "fundamental" ser "previsor y focalizarse en todas las rutinas que hacen bien y mantenerlas, respondiendo a las tentaciones con un nivel de distancia, cuidado y responsabilidad que dé seriedad al método de adelgazamiento que se han propuesto".

En realidad, para el especialista lo más complicado es el día después, cuando "quedan las sobras de las comidas y el ocio gana terreno sobre las ocupaciones que nos distraen, aumentando significativamente las posibilidades de volcarnos agresivamente sobre los alimentos".

"El tiempo ocioso es un enemigo acérrimo de las dietas y del cuidado corporal porque el aburrimiento y la ansiedad son disparadores natos del desajuste alimentario", aseguró el psicoterapeuta.

Otro consejo importante es "desviar la atención para que la comida no sea el centro de de todos" y aconseja "conversar, compartir experiencias y disfrutar de familiares y amigos en lugar de estar todo el tiempo pendiente de qué comer a cada instante".

En cuanto a qué poner sobre la mesa, el titular del reconocido centro terapéutico que lleva su nombre recomienda un menú a base de frutas, fiambres y quesos magros acompañados con postres de gelatinas de bajas calorías.

"Nunca va a traer tranquilidad darse el gusto de romper con el tratamiento porque el gusto termina cuando ya me lo di y se transforma inmediatamente en disgusto", concluye Ravenna.