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Campanella y "El cuento de las Comadrejas", un festival de talento argentino

La película es una remake del film de 1976 "Los muchachos de antes no usaban arsénico". Graciela Borges, Luis Brandoni, Oscar Martínez y Marcos Mundstock hacen las delicias de lo que termina siendo una clase magistral de actuación. Se estrena el 16 de Mayo en todas las salas.

Por Verónica Carelli
Instagram: @verocarelliok


En una época en donde ir al cine se torna un tanto complicado por la crisis económica, acertar con la historia que elegimos para ver es fundamental. En este punto, Juan José Campanella ya es sinónimo de una experiencia más que grata: actores de renombre, buen gusto, sorpresa y delicadeza son sólo algunos de los condimentos que hacen de su trabajo una marca registrada.

Ahora bien. ¿Por qué una comedia negra, que a primera vista parece ser sencilla, se convierte en una apuesta sumamente atractiva y disfrutable?



"El Cuento de las Comadrejas" va paso a paso: tiene un inicio suave, un desarrollo inquietante y un final más que contundente. Sus protagonistas son Mara Ordaz (Graciela Borges) una actriz reconocida que se ha quedado atrapada en la época dorada de Hollywood; su esposo el actor secundario Pedro de Córdova (Luis Brandoni), su cuñado el famoso director Norberto Imbert (Oscar Martínez) y el escritor y guionista Martín Saravia (Marcos Mundstock) un personaje único con toques humorísticos que sólo puede dar un Les Luthiers.


Las vueltas de la vida los han llevado a convivir juntos en la casa de campo de Mara y Pedro, con una problemática que hasta entonces no tenía más que los achaques y humores de la edad. Pero cuando Francisco Gourmand (Nicolás Francella) y Bárbara Otamendi (Clara Lago), llegan a la vieja mansión fingiendo una poco creíble "casualidad", la historia de cada uno de los participantes comienza a fermentar lentamente.

Cegada por los encantos de Gourmand y la fantasía de volver a la pantalla grande, Mara se embarca en el proceso de venta de la enorme casa, hecho que desata los secretos más oscuros y perversos. Un festín de actuaciones, picardía y complicidad entre actores, que demuestran un trabajo fino y profundo a la hora de componer las escenas.

Párrafo aparte para la multipremiada Clara Lago: con un acento porteño impecable, la actriz madrileña desarrolla una personalidad atrapante que se cocina a fuego lento y sorprende a cada paso que da. Admirable talento y profesionalismo que se despliega cómodamente durante los 135 minutos.

La puesta es acompañada por detalles de escenografía impecables: vestuario y muebles que remiten a aquellos años dorados, junto con cintas que muestran a una inolvidable Graciela Borges de fines de los 50. Cada uno de estos condimentos hacen de la película una clase magistral de producción de cine.

"El cuento de las Comadrejas" es una remake de "Los muchachos de antes no usaban arsenico" y deja ver a un Campanella que hace honor a quien fuera uno de sus grandes maestros, José Martínez Suárez.

"José ya superó esa categoría, es como un padre postizo, hermano, amigo, de todo, por eso mi miedo más grande era mostrarle la película a él", afirmó el director en conferencia de prensa

Sobre el estilo de la remake, Campanella agregó: "Durante años fui madurando esta idea de que sea un homenaje al cine, que mientras la vamos viendo se vaya explicando cómo es una película y a la vez una historia romántica entre los personajes de Graciela y Beto".