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Cada noche se renueva un tramo de la Línea D del Subte: la obra finaliza el 15 de diciembre

Cada noche, desde la primera semana de 2010, mientras los más de 300 mil de pasajeros de la Línea D de Subterráneos porteños duermen, un tramo de vía se renueva.

Es en el marco de un plan de obras sustentado en un aceitado trabajo de ingeniería que apunta a cumplir con el plazo de finalización previsto para el 15 de diciembre próximo.

La obra está planeada con un "mínimo impacto al servicio", por lo que se trabaja entre las 23:00 y las 6:00, horas en las cuales se reemplazan uno o varios tramos de 18 metros de largo, por los que inmediatamente comienzan a circular los coches con los pasajeros.

Los trabajos, ejecutados con un presupuesto de 24 millones de pesos, tienen como fin el reemplazo de recambio de vías, durmientes, fijaciones y piedra balasto a lo largo de 5,5 kilómetros de la norteña línea D, y forman parte del contrato de concesión por el cual ya se operaron renovaciones en las líneas A, B y C.

Los tramos reemplazados son entre las estaciones Palermo y Carranza (1682 metros); entre Callao y Facultad de Medicina (1.890), y entre Catedral y 9 de Julio (1.873). Todas las noches salen desde la estación Congreso de Tucumán, la más alejada del centro de la Ciudad, dos coches "de trabajo" hacia el sector a remodelar. Uno de los convoyes lleva el o los tramos prefabricados con durmientes de biblock de hormigón armado para reemplazar los originales, que se encuentran en el lugar desde 1937, además de tolvas con piedra de balasto nueva para rellenar la zona una vez retirada la antigua.

Otro coche se acercará por el sector opuesto del tramo con un vagón acondicionado con un mecanismo que permitirá recoger tanto las piedras, como los rieles y los durmientes antiguos retirados en forma veloz por brigadas de entre 20 y 30 operarios.

El ingeniero Guillermo Sargiotto, jefe de Obras de Metrovías, destacó "el salto tecnológico importante" que implica la renovación de vías. Entre otros aspectos, durante los trabajos realizados en la céntrica estación Catedral que fueron abiertos a la prensa, subrayó el peso de las nuevas vías, que casi llegan a doblar el de las antiguas, lo que otorgan "mayor estabilidad y confiabilidad al servicio, lo que puede ser sentido por los pasajeros cuando pasan por los tramos renovados".

Durante la madrugada, pueden ser renovados uno o más tramos de 18 metros, de acuerdo con las condiciones otorgadas por la ubicación entre sí de las vías sur y norte del servicio, que pueden estar enfrentadas directamente, separadas por columnas o andenes en algunas estaciones.

Una vez que se retira la piedra y el material de vías del tramo, uno de los coches de trabajo extiende un brazo-grúa de un vagón especialmente acondicionado y coloca los 18 metros de vía prefabricada sobre el hueco que queda en el lugar.

Después, el coche pasa sobre a nueva vía y descarga con las tolvas la piedra balastro de color claro que reemplaza a la anterior, ennegrecida y redondeada a lo largo de décadas.

A partir de las 6:00, en la mañana siguiente, los primeros coches con pasajeros reducirán la velocidad sobre los nuevos tramos, única afectación del servicio, durante los primeros días, hasta que durante madrugadas posteriores se termine de calibrar la tolva para recobrar la normalidad.