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Cabito Massa Alcántara reveló la verdad de su salida de Basta de Todo y explotó contra Matías Martin: "Él dijo que no siga"

A 7 meses de la desvinculación, el periodista habló con el diario Clarín. Apuntó contra Matías Martin y reveló internas del grupo de trabajo.

Pasaron siete meses de la desvinculación -con escándalo incluido- de Eduardo Cabito Massa Alcántara (49) de Basta de Todo, el ciclo de Matías Martin (48) en radio Metro (FM 95.1).

Pero el humorista sigue enojado con todo la situación, con las autoridades de la radio, con el conductor y algunos de sus ex compañeros, muchos de los cuales consideraba "amigos".

La comunicación de Clarín con Cabito estaba relacionada con saber qué es de su presente laboral y cómo está de salud, uno de los motivos del que se habló en su salida de Basta.

Pero para responder estas preguntas, el periodista rápidamente hizo mención al conflicto legal que mantiene con Metro con el fin de "regularizar" su situación laboral, y para ese lado disparó la charla.

"Mandé una carta documento... Yo le facturaba a la radio... Y ellos desconocieron que laburaba en la radio y mi labor dentro del programa. En definitiva, un tema legal para pagarte lo menos posible. Por ahora no me pagaron nada por estos 20 años de laburo", se sinceró Cabito, antes de entrar en detalle y revelar internas de su salida de Basta, ciclo líder durante años de la FM.

-En su momento se hablaba de que te iban a ofrecer formar parte de otro programa de Metro, algo que nunca sucedió. ¿Qué pasó?

-Para quedarme me ofrecían el 30% del sueldo para hacer un programa el fin de semana. Eso era inviable. Pero después con todo este conflicto Matías no quiso que siga y no seguí. Él lo va a negar, pero fue Matías el que dijo que no siga. Después la radio todo lo que me prometió no me lo cumplió, esa es la verdad. Y de golpe de un día para el otro me dijeron que no iba a seguir.

-¿Quedaste bajoneado con todo lo que pasó?

-Sí, me costó porque me sentí defraudado por la manera en que sucedió todo. Todo el mundo tiene derecho a terminar una relación laboral, pero... Yo no hablé nada de lo que pasó cuando me fui. Yo recién salí a hablar (en el ciclo Pamela a la tarde) cuando se metieron con temas personales, como mi tema de salud. Eso me molestó y salí a contestar. Yo conté mi verdad, después cada uno tendrá su versión. Del otro lado también salieron a decir muchas cosas, como que este era el último año de Basta. Eso lo dijo Matías al aire.

-¿Y creés que no es así?

-No, no es el último año de Basta. Lo dijo porque lo estaban matando en las redes sociales. No están acostumbrados a que los enfrenten y siempre quieren quedar bien parados. ¿Por qué yo me tenía que quedar callado? Gaby (Schultz, que en 2012 se fue de Basta y se sumó a Perros de la calle en la misma radio) se fue a otro programa cobrando la misma plata. Era otro presente el de la radio, pero el caso fue más o menos parecido. Yo salí a contar mi verdad. Yo me agacho hasta que se me ve el culo.

-¿Creés que Matías no esperaba que tu salida impactara tanto en los oyentes? Recuerdo que una vez le pidió a los oyentes que dejen de nombrarte en las redes del programa e invitó a comenzar una nueva etapa...

-Claro. El no espero que tanta gente saltara por mí. Él pensó que iba a tener un 10% o 15% de mensajes en contra y tuvo el 90%. Y eso le dolió mucho. La radio tampoco esperaba el cariño de la gente hacia mí. Se la pasaron borrando mensajes en mi apoyo. Y salieron a decir eso (que este año termina el programa) para que la gente empiece a decir 'no se vayan' y recolectar un poco de cariño. Lo que pasa es que a fin de año nadie se va acordar que él dijo que este era el último año de Basta. Te juego lo que quieras que van a continuar, porque lo conozco y sé cómo es. Pero está bien. Yo solo me quejo de la manera, la forma, de las internas de un grupo que estaba roto...

-¿Estaba roto el grupo?

-Sí, estaba roto. Pero yo no tuve nada que ver en la rotura del grupo. Después de tantos años las cosas no estaban bien.

-Se habló de internas con Diego Ripoll por asuntos ajenos al programa. ¿Sucedió algo así?

-Hubo algo de eso, pero quedará en la interna del grupo. Pero eso es otra cosa, a mí me molestó que Matías en la despedida, después de 20 años en la empresa y 16 en Basta, en vez de tener una palabra de cariño -algo que me parece que merecía- habló de mi enfermedad, de que tenía que cambiar la forma de hacer humor... La verdad es que yo me había bajado hace mucho de esa forma de hacer humor, incluso antes de todo este momento de empoderamiento femenino porque sentía que no daba para más. Y además cuando yo no estaba en el programa La Papeleta (un cuestionario sexual clásico del ciclo) o las preguntas picantes ellos las hacían igual. No era un tema solo mío. El programa era así. Lo que pasa es que es más fácil decir 'eso lo hacía Cabito' a que 'estábamos todo metidos en esa'.

-¿Fuiste el chivo expiatorio?

-Todos crecemos y todos cambiamos, pero sí, yo fui el chivo expiatorio. Era lo más fácil.

Pero ese humor lo hacían todos.

-¿El conflicto explotó cuando fuiste a lo de Pamela David?

-Sí, a ellos les molestó eso. Y mi respuesta es 'Me hubiese encantado ir a Telenoche, pero no creo que Nelson Castro me llame'. Y aparte esa doble moral me molesta un poco. Me recriminan que fui a un programa de chimentos a contar lo que pasó y después a Pamela o Moria (Casán) la piden como entrevistada. Si voy a sus programas es una grasada pero si ellas salen en la radio es cool. Esa doble moral es rara.

-¿Cómo analizás el último tiempo del ciclo?

-Habíamos perdido un poco el chimichurri que hay que ponerle. También estábamos más grandes y hubo un cambio lógico. Yo creo que mi espíritu estuvo, no cambié demasiado. Dejé de hacer comentarios sexuales con las entrevistadas porque me cansé de hacerlo, como me cansé de otras cosas. Pero la picardía siempre la mantuve.

-¿Y cómo era estar al aire sabiendo que te ibas?

-Duro... Vino Malena (Guinzburg, actual integrante del ciclo) un par de veces y yo sabía que la estaban probando. Fue raro. Esas cosas no se hacen. También vino (Martín) Garabal, que después con este quilombo no quiso ser parte. Esas cosas después de 16 años de laburo me parece que no se hacen.

-¿No hablaste con Matías estas situaciones?

-No, no lo hablé. Es el programa de Matías y él hace lo que quiere. Y está bien, pero para mí fue raro y difícil. Otra cosa que me jodía era cuando salía gente al aire que contaba que se había quedado sin laburo y Matías se lamentaba por ellos. Recuerdo que una vez que salió una chica que dijo 'Después de 15 años me echaron'. Yo por dentro pensaba 'Estoy en la misma situación. Y vos que sos mi amigo tenés empatía para afuera y para los de adentro no tenés nada de empatía, sumado a la situación del país, de los medios de comunicación y mi situación personal'.

-Él dijo de esperaba algún día poder recomponer la relación. Veo que no se dio...

-No... aparte los dos nos dijimos cosas y no hay mucho más para hablar. No creo que sea una relación que se pueda llegar a componer. No tenemos más vínculo. No nos vemos más, no tenemos los mismos amigos, no trabajamos más juntos.... Además los dos estamos molestos y heridos con cosas que nos dijimos. Lo que pasa que él tiene aire todos los días para decirlo y yo no. Podían decir lo que quieran de mí al aire y yo me tenía que quedar en mi casa.

-¿Que hablara de una adicción fue lo que más te dolió?

-Sí, eso me dolió mucho.

-¿Creés que fue adrede de su parte no aclarar de qué adicción hablaba? A mí me quedó claro que hacía referencia a tu peso y la comida.

-A mí no me quedó claro. Lo podía haber aclarado. Aparte estaba leyendo, así que lo escribió. Fui a dar una charla a TEA unos meses atrás y la segunda pregunta de los chicos fue '¿Cómo te recuperaste de tu adicción a la cocaína?'. Me hizo un daño. Si quieren pelear, vamos a sangrar todos. Me están poniendo en un lugar que yo no tengo nada que perder y nos conocemos hace muchos años. La comida no es una adicción, es una enfermedad. Y yo de Basta me iba a ir dos años atrás por este tema.

-¿En ese momento fue que te pusieron entre la espada y la pared para que te operes?

-A mí no me obligó nadie a operarme, lo hice porque yo quería. El director de la radio de ese entonces la peleó para que me quede. Ahí algo se rompió. De hecho Matías dijo al aire 'estando operado encima le estuvimos pagando el sueldo'. Primero como si el sueldo me lo pagara él y después es lo que corresponde estando de licencia médica. Eso fue un comentario burgués de una persona millonaria. Yo estuve clínicamente muerto, tuve un paro cardiorespiratorio, no es que falté porque se me pintó. Y también me dio bronca porque dijo al aire todo lo que me apoyaron y a mí nunca me llamó por teléfono. Solo llamó una vez a mi ex para ver cómo estaba. Si alguien dice que es tu amigo por lo menos se toma un bondi para irte a ver.

-¿Los oyentes idealizaron esa idea de "grupo de amigos" que ustedes vendían?

-Sí, pero en su momento lo fuimos. Ese grupo de amigos no era mentira. Es difícil hacer un programa de radio con muchas personas con ego. En un momento el grupo estuvo a la deriva. Varios integrantes al llegar ni nos saludábamos. Pasó con Cuál es? (el histórico ciclo de Mario Pergolini en Rock & Pop) también.

-Y después tenían que interactuar al aire...

-Era difícil. Si mi función era ser el gracioso de los tres, tenía que generar una situación y del otro lado no te la reman o giran la charla para otro lado, es imposible. No es que dejé de ser gracioso. El último año yo ya sabía que me habían querido rajar, que el que decía que era mi amigo ni me saludaba y hablaba de mí por detrás para que no siga, además se murió mi abuela que fue la que me crió, me separé... no estaba en un gran momento, era difícil para mí también. Y seguramente también cometí errores.

-¿Estás escuchando el programa?

-La verdad es que no. Sería raro escucharlo. Tengo mucha gente que quiero en el programa y ojalá le vaya bien y dure para siempre. Pero no lo estoy escuchando. Les deseo lo mejor y seguro les está yendo bien porque Basta es un clásico. A mí lo único que me molestó fue como me boludearon durante meses y que hablaran de adicciones, eso me hinchó las pelotas.

(Fuente: Clarín)