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Boxeo: el argentino Matthysse venció al ruso Provodnikov en fallo mayoritario en Estados Unidos

La pelea de boxeo de la categoría de los Superligeros, realizada en Verona, la ganó el chubutense por puntos en 12 asaltos.

El argentino Lucas Matthysse superó anoche al ruso Ruslan Provodnikov, en fallo no unánime y mayoritario, por puntos en 12 asaltos, en pelea dentro de la categoría de los Superligeros, sin título mundial en juego, que se llevó a cabo en la ciudad de Verona, cercana a Nueva York.

El púgil chubutense, que dominó claramente durante la primera mitad del combate y cortó a su adversario en el rostro, dominó en las tarjetas, de acuerdo al veredicto de los jueces: dos de ellos fallaron 115-113 a su favor, mientras que el restante otorgó empate en 114.

De esta manera, el boxeador radicado en la ciudad de Junín, segundo en el ranking del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), donde reina el estadounidense Danny García, elevó su palmarés a 37 victorias (34 por la vía rápida) y 3 derrotas.

Por su lado, el púgil ruso, oriundo de la región de Siberia, quedó con registros de 20 éxitos (17 por nocaut) y 4 caídas.

Matthysse ejerció el control de la pelea durante la primera mitad (al menos los seis primeros asaltos). Conectó las mejores manos, fue profundo, caminó bien el ring y dejó malherido a un adversario que mostró guapeza pero se expuso demasiado a las potentes manos del argentino.

En ese primer tramo del combate, inclusive, dio la sensación de que el chubutense podría haber terminado la faena si hubiera dado el paso atrás necesario, repensara la situación y reacomodara sus puños para castigar al europeo.

Sin embargo, en la segunda parte de la pelea, Provodnikov, que había perdido con el neoyorquino Chris Algieri (el púgil que tiene su madre de nacionalidad argentina) la posibilidad de consagrarse campeón superligero de la OMB, recobró fuerzas, aprovechó el quedo del chubutense y se las ingenió para volver a la pelea.

Sin importarle demasiado el castigo recibido y la sangre que perdió por los cortes en los párpados, el ruso empezó a minar la resistencia de Lucas, a quien estuvo a punto de tumbar en el undécimo y penúltimo asalto.