DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Argentina, ¿fronteriza o emergente?

*Por Marcelo Zlotogwiazda. Las palabras del economista de Morgan Stanley no hacen más que reafirmar que la clasificación de la Argentina como país fronterizo es descabellada.

La economía argentina es un 70 por ciento más grande que la de Nigeria, si se las compara por su Producto Bruto. De esta misma forma, más que triplica a la de Bangladesh, sextuplica a la de Croacia, y es diez veces mayor que las de Líbano, Lituania y Kenia. Además del tamaño, la economía argentina es significativamente más desarrollada que cualquiera de las mencionadas, y dispone de empresas mucho más poderosas que las de los países citados.

Sin embargo, para Morgan Stanley Capital International (MSCI), la Argentina integra con esos cinco países y veinticinco más (entre los que figuran Kazajistán, Rumania, Jordania, Vietnam y Pakistán) la categoría de "mercado de frontera". Es la tercera y última de las categorías consideradas. Primero está la de "mercados desarrollados", un grupo de veinticuatro países que incluye a las potencias pero también a Grecia, Irlanda y Portugal; y en segundo lugar los "mercados emergentes", donde aparecen los cinco BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) junto con Egipto, Turquía, Polonia, México y los sudamericanos Chile, Perú y Colombia.

Por si no queda claro, MSCI considera que la Argentina comparte categoría con, por ejemplo, Bangladesh, no alcanza a ser una economía emergente como sí lo son el convulsionado Egipto o el vecino Perú, y está dos niveles por debajo de la quebrada Grecia.

Semejante desatino no tendría la más mínima importancia si no fuera porque los más importantes inversores financieros del mundo toman en cuenta los datos de MSCI para decidir qué hacer con su dinero. Esta compañía originada en 1968 tiene como accionista al banco de inversión Morgan Stanley, y es una de las principales proveedoras de herramientas para la toma de decisiones de inversión. Tanto es así, que el hecho de que la Argentina esté clasificada como "mercado de frontera" inhabilita a muchos fondos de inversión a comprar activos locales. El titular de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, estimó hace un año que si el país recuperara su estatus de "mercado emergente" podrían ingresar capitales extranjeros por 10.000 millones de dólares.

MSCI bajó a la Argentina a la categoría de "mercado de frontera" en mayo de 2009 como castigo a las restricciones al ingreso de divisas para la adquisición de acciones que habían sido establecidas bastante tiempo antes, y que consisten básicamente en la obligación de mantener inmovilizado por un año en el Banco Central el 30 por ciento de los fondos ingresados. Para MSCI eso afectó uno de los tres criterios –el de accesibilidad para operar en el sistema financiero– en que basan su categorización, ya que según los otros dos criterios utilizados –desarrollo económico y tamaño de las empresas– la Argentina es claramente un "mercado emergente".

Desde que la Argentina fue rebajada de categoría, y con mayor énfasis en los últimos meses, las autoridades de la Bolsa de Comercio están en campaña para que MSCI revierta su decisión y vuelva a colocar al país en el club de mercados emergentes. Gabbi lleva adelante gestiones ante las propias autoridades de la agencia de calificación, luego de que su pedido público a Cristina para que flexibilice la medida cayera en saco roto.

Los directivos de la Bolsa ya cuentan a su favor con la opinión de David Darst, el jefe de estrategia de inversiones de Morgan Stanley. Si bien el banco de inversión no tiene injerencia formal sobre las decisiones de su subsidiaria MSCI, no es un dato menor que en una reciente visita a Buenos Aires, Darst declarara que "es hora de que la Argentina vuelva a integrar el grupo de las naciones emergentes, porque ha tenido un crecimiento sostenido, su desempleo es bajo y sus exportaciones de materias primas son muy buenas". Y agregó que "todos los que siguen el índice MSCI para invertir en América latina no deberían ser privados de una oportunidad como la Argentina".

Las palabras del economista de Morgan Stanley no hacen más que reafirmar que la clasificación de la Argentina como país fronterizo es descabellada y debería ser corregida. Pero más allá de lo que haga MSCI, habría que evaluar si en el nuevo contexto internacional, y dado que localmente ya no sobran dólares como cuando se impusieron las restricciones, al país le convendría recibir un abundante flujo de fondos especulativos.

Esa evaluación requiere tener en cuenta que la fijación de restricciones al ingreso de divisas para la compra de acciones fue una idea del entonces ministro Roberto Lavagna, y tenía como claro objetivo limitar la llegada de fondos especulativos de corto plazo; con esa medida se buscaba quitarle presión a la apreciación del peso, y también evitar eventuales volatilidades en el mercado de divisas en caso de que la tendencia al influjo se revirtiera. Medidas en igual sentido comenzó a adoptar Brasil mucho tiempo después, cuando el aluvión de dólares empujaba su cotización demasiado abajo.

Pero esas restricciones, aún vigentes, sólo abarcan a las operaciones especulativas, ya que están exceptuados del control el ingreso de divisas para la compra de acciones emitidas en oferta pública, y tampoco están alcanzados los fondos que llegan para adquirir empresas o inmuebles. O sea que de ninguna manera se ve afectado el proceso de inversión: si una compañía quiere ampliar su capital accionario para captar fondos y encarar algún nuevo proyecto, no encontrará obstáculo para atraer ahorro externo. En cambio, si un financista extranjero quisiera comprar acciones de esa misma compañía que ya están en circulación, deberá depositar como encaje por un año el 30 por ciento.

Es la diferencia entre inversión productiva y especulativa.