¿Árbitros "coimeros"? NO... ¡Horribles!
Las principales figuras de la fecha de fútbol fueron los jueces. Claro está que no por sus buenas decisiones. Todo lo contrario. ¿Roban? Puede ser que alguno lo haga. De lo que estoy seguro es que son malos.
Por Luciano Fryszberg
@luchofry
lfryszberg@diarioveloz.com
Ha pasado una nueva fecha en el fútbol argentino y, a falta de dos jornadas para que se termine el torneo, las principales figuras son los árbitros. Claro está que no por sus buenas actuaciones, todo lo contrario. En el inconsciente del público está la idea que los jueces son ladrones, pero no: son malos técnicamente.
Seguramente, como en todos los lugares de trabajo, existen las personas honestas y corruptas. El arbitraje no debe ser la excepción. En cuatro partidos del fin de semana hubo errores, mejor dicho, horrores en decisiones que pueden cambiar el rumbo de muchos equipos.
En el primer partido de la fecha número 17 jugaban Independiente-River. Clásico importante y con historia de nuestro deporte predilecto. El misionero Néstor Pitana era el encargado de impartir justicia y no lo hizo. Dos yerros de principiante fueron los que cometió el colegiado que pertenece al gremio del SADRA. Le regaló un tiro libre cerca del área defendida por Hilario Navarro y los de Almeyda no lo dejaron pasar. De un foul que no fue llegó el empate de River. Y después, un penal enorme para el conjunto de Avellaneda por una mano intencional dentro del área de González Pires, cerca del final. Calificación para Pitana: horripilante.
Vélez y All Boys era un encuentro clave para la definición del torneo. Claro, el conjunto de Liniers tenía la obligación de ganar para seguir prendido en la punta. El juez designado para el partido era el rosarino Sergio Pezzotta quien no está teniendo buenas actuaciones. Raro que le den semejante partido. El equipo de Floresta llegaba y llegaba hasta una jugada clave que podía haber cambiado el rumbo del partido.
El legendario delantero Mauro Matos remató desde afuera del área y el defensor fortinero Sebastián Domínguez intentó cubrir su rostro con la mano y adentro del área. Penal claro. Bueno, uno puede pensar que Pezzotta estaba tapado y no lo vio, que estaba lejos de la jugada (suele pasarle por su mal estado físico) o que el juez de línea no lo ayudó. En fin, su labor es verlo y no lo hizo. Calificación para Pezzotta: espantoso.
El olavarríense Juan Pablo Pompei es un árbitro muy cuestionado por la mayoría de los hinchas, jugadores y dirigentes. Desde AFA no toman cartas en el asunto y le siguen dando partidos trascedentes como una definición de torneo. Lanús-Estudiantes fue el partido que le tocó. El equipo granate debía ganar para estar ahí no más del título. Penales para los dos lados en agarrones dentro del área, malas decisiones a la hora de amonestar jugadores y su falta de entrenamiento hicieron que Pompei quede en evidencia para decir que es malo. Calificación para Pompei: retirate ya.
Por último, en la "Bombonera" se cruzaban en otro clásico: Boca-Racing. El niño mimado del colegio de árbitros, Germán Delfino fue quien debía llevar las riendas del partido. A los pocos minutos de comenzada el encuentro, el volante académico Ricardo Centurión quiso ingresar al área y Leandro Paredes, la joyita de Boca, le metió un puntazo en el pie derecho. Penal, sin lugar a dudas. Algunos dicen que se tira después de la patada, claro que sí. Pero la infracción anterior existió. ¿Y si le daban ese penal a Racing a los 2 minutos? Obvio, podía haber cambiado el rumbo.
El joven y "bien visto" Delfino omitió la falta y dijo el clásico y recordado "siga, siga". No es la primera vez que el nacido en Ramos Mejía tiene errores groseros en partidos. En fin, calificación para Delfino: ¿cómo subiste tan rápido a primera?
Hay que dejar bien claro algo. Los árbitros son humanos y pueden cometer errores. Pero cuando son tan evidentes a los hinchas, y me incluyo, nos da bronca. Puede defender a un juez si está tapado o los jugadores no lo ayudan (son bastantes picaros) pero cuando está correctamente parado y tiene la jugada de frente se hace difícil defenderlos. ¿Corruptos? Seguramente alguno que otro debe haber pero en esta nota quiero dejar algo bien en claro: son malos técnicamente.