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Aplazada en política monetaria

* Por Luis Sarmiento García. En estos momentos que el precio del dólar preocupa al gobierno y a la sociedad, hay errores del Banco Central que contribuyeron a lo que está pasando.

Mercedes Marcó del Pont ha sostenido enfáticamente -con motivo de la reforma a la Ley Orgánica del BCRA- que la emisión monetaria no produce inflación, sino que ésta es el efecto de un exceso de demanda de bienes y servicios que no es satisfecha por la oferta en su totalidad (marzo 2012). Tesis que es única y solitaria, en contra de los Nóbeles y economistas de todo el mundo.

Tal afirmación contiene un grueso error (¿error o ignorancia?) y una severa contradicción: el error consiste en afirmar que la emisión monetaria no produce inflación; contradicción, porque el exceso de demanda es producida por un aumento de dinero circulante, lo que implica una verdad no entendida o desconocida por la Presidente del BCRA: que ese aumento de circulante se produce siempre y necesariamente por emisión de dinero.

Para corregir sin más vueltas a Mercedes, digo que si el exceso de demanda de bienes y servicios produce inflación porque la oferta de los mismos no alcanza para satisfacer la demanda y ésta sobredemanda es efecto de la emisión del gobierno, luego la emisión espuria de moneda produce necesariamente inflación (si A es igual a B -si la emisión monetaria aumenta la demanda- y B es igual a C -y ésta sobredemanda produce aumento generalizado de precios-, entonces A es igual a C -la emisión produce aumento de precios, o sea inflación-, principio lógico elemental).

No cualquier habitante ha sostenido este error/contradicción. Ha sido una economista cuyos pergaminos fueron exhibidos ostentosamente en el Senado cuando Cristina le pidió el acuerdo para su designación en el BCRA.

Y el tema no terminó ahí. Porque la reforma de la Carta Orgánica del Banco por ley 26.739 vigente desde el 6 de abril de 2012, cuya autora principal fue Mercedes, introduce una herramienta de política cambiaria y monetaria de extrema peligrosidad: además de monitorear la estabilidad monetaria y el sistema financiero y propiciar el pleno empleo de sus recursos, que es correcto (art. 3º), le atribuye facultades para desarrollar la economía con equidad social.

Esto, que es atribución del Ejecutivo y del Congreso, convierte al BCRA en dependiente del Presidente y ejecutor de sus órdenes, terminando con su autonomía indispensable para cumplir sus trascendentales funciones.

Y hay más: elimina la relación fija entre la base monetaria o dinero en circulación de alto poder expansivo y las reservas internacionales, dejando a la decisión del Directorio del BCRA establecer el nivel de reservas. Lo que exceda de tal nivel permitirá disponer de las mismas para cancelar deuda soberana.

Y un tema muy grave: financiar al Poder Ejecutivo con hasta el 10% de sus ingresos debiendo devolver estos adelantos transitorios en 18 meses. Es decir, no son suficientes los fondos de la ANSES, del Banco Nación, del Tesoro, del impuesto por inflación y demás ingresos del Gobierno, porque a partir del 6/4/12 la caja del BCRA también estará al servicio del inconmensurable gasto público del Ejecutivo para seguir haciendo posible el "modelo de acumulación con (¡sin!) inclusión social"" que es gasto con emisión monetaria e inflación.

El gobierno no vacila en seguir promoviendo la inflación, que le parece apropiada (Juan José Llach), aumentando la pobreza y la miseria de los más desprotegidos, con tal de obtener más fondos para hacer creer con demagogia populista, que el "modelo" que está pauperizando y destruyendo al país, continúa en todo su vigor para "beneficio y felicidad del pueblo".

Dinero e inflación

El dinero es una mercancía, opera en los mercados y por ende, está sujeto a la ley de oferta y demanda. Cuando se demanda mucho dinero, éste se aprecia, aumenta su valor; cuando se ofrece en demasía, se deprecia, disminuye su valor. El aumento de moneda circulante se produce por emisión del Estado.

Cuando esta emisión obedece al ingreso de divisas internacionales (dólar) no aumenta la inflación porque el dinero con el que el BCRA compra divisas ingresa al circuito productivo del país, que genera más riqueza y continúa así el circulo virtuoso. Pero si la emisión es sin respaldo, sin ingreso de divisas, lo único que aumenta es la cantidad de circulante, se deprecia la moneda y crece la inflación.

El "modelo" de este gobierno se basa en eso: para incrementar el consumo sin inversiones necesarias ni ingreso genuino de divisas que es lo que sucede, aumenta el gasto público y emite dinero sin respaldo. Ese dinero incrementa el circulante en poder de la gente y le permite consumir más, lo que al principio brinda una sensación de bienestar hasta que comienza a subir el nivel de inflación y ya el dinero no alcanza y debe emitirse más.

Suben los precios en forma generalizada lo que requiere mayor emisión, aumento de sueldos. paros y sigue así el circulo vicioso. Esto es lo que acontece en el país, con olvido total de las terribles experiencias de 80 años de inflación, especialmente Alfonsín en 1989 (5.000% anual) y Menem en 1990 (Plan Bonex).

"En esencia, el gobierno está pagando sus gastos imprimiendo moneda. Los bienes y servicios reales que el gobierno compra con el dinero que imprime en cada período son la medida del ingreso tributario recaudado por el gobierno como resultado de esta política inflacionaria. El incremento de la oferta de dinero en cada período es la causa de la inflación ("Macroeconomía en la economía global", 1994, Sachs y Larraín). En igual sentido opina, el premio nobel Milton Friedman, ("Money Mischief", New York, 1992 e Irving Friedman, "La inflación: desastre mundial" México 1974). Estos libros y muchos más que Mercedes no lee, parecen escritos para los K y su "modelo", que ya es imposible seguir sustentando.

La realidad en la que se sanciona la ley 26.739

Según datos oficiales (BCRA) la base monetaria o circulante, pesos, en 2011 ascendió a $ 218.545m y las reservas a u$s 47.112m, lo que da como precio del dólar $4,63. No hay dólares disponibles. La deuda pública oficial (176.000m), más la no registrada (20.000m), más letras del BCRA (25.000m), más deuda provincial consolidada (30.100m), más deuda por inflación (9.000m) asciende a u$s 260.000m. A diciembre de 2010 nuestro PBI era u$s 336.741,80m de modo que la deuda implica el 77,21% del PBI, un dato rojo preocupante.

Y el otro componente es el verdadero déficit fiscal ocultado, que según el Instituto Argentino de Ejecutivos en Finanzas (IAEF), a marzo de 2012 ascendía a $55.400 m. Al tener casi paralizadas las importaciones y sometidas las exportaciones, se sostiene desde el gobierno que hay superávit comercial, dibujando sus números en forma similar al porcentaje de inflación (Nadin Argañaraz, diario La Nación, 11/12/11)

En el marco internacional, la Argentina ha ingresado a un peligroso nivel. Las acciones de Moreno ordenadas directamente por Presidencia, han provocado que 41 países reaccionen amenazándonos con represalias por el desmanejo de las importaciones, el mal tramado sistema de sustitución de importaciones, los numerosos incumplimientos de los convenios internacionales y las inciertas regulaciones arbitrarias. De 185 países el nuestro ocupa el lugar 158 en materia de libertad comercial en peor escalafón que los más pobres y subdesarrollados del mundo.

A raíz de la expropiación de acciones de Repsol en YPF, España y la Unión Europea, 27 países, han manifestado que tomarán represalias, alejándonos cada vez más del mundo desarrollado. ¡No existe conciencia de esta gravedad!

Marcó del Pont desconoce o ignora dos hechos históricos fundamentales, insertos en los manuales de economía. Es difícil comprender y menos aceptar que nuestro fundamental BCRA esté presidido por alguien que adolezca de tantos desconocimientos macroeconómicos.

Después de la primera guerra mundial, Alemania cambiaba 1 dólar por 1 millón de marcos. En 1923 circulaban billetes marcos de cien millones de millones. En la segunda guerra, también Alemania había puesto en movimiento la "Operación Bernhard". En una primera etapa, falsificar 150 millones de libras esterlinas para introducirlas y derrotar a Inglaterra, porque convertir la moneda local en basura era la forma más efectiva de destruir al país. No se logró porque el Banco de Inglaterra descubrió el fraude. Hoy el dólar blue o paralelo supera en $1 al oficial por el enorme deterioro del peso y las pésimas medidas de Cristina, Echegaray y Moreno.

¿Es posible que esto quiera hacerse con Argentina, transformando su moneda en basura? ¡Si no hay cambios estructurales, así sucederá!