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Apareció la verdadera María Teresa, la mujer detrás del corto furor en Internet

"Ni una sola palabra de amor" es el corto que explotó en las redes sociales, que surgió a partir de una grabación en un contestador automático de 1998. La verdadera protagonista habló al respecto.

María Teresa es la voz real que, involuntariamente, protagoniza el corto "Ni una sola palabra de amor", que fue furor en la Web. Cabe recordar que el audio fue encontrado en un contestador automático comprado en un mercado de Buenos Aires, y luego se llevó a formato audiovisual.

"Ay, Dios mío. Llegar a los 75 años y encontrarme con esto. Ese casete es del '98. Nos habíamos peleado y me fui al departamento de un amigo. Te doy con ella para que te cuente cómo fue todo. Después de tantos años, le sigue pareciendo mal todo lo que yo digo", dijo Enrique al diario Clarín. El Enrique verdadero, a quien Teresa le dejó diez mensajes en el contestador automático porque necesitaba comunicarse con él. 

Pasaron 15 años desde entonces y la pareja, instalada en una zona rural de Mar del Plata, nunca pensó que un momento tan íntimo fuera a hacerse público. Menos que se haría corto.

"Hace 30 años que estamos juntos. Como digo yo, seguimos juntos y ausentes, con las relaciones que cada uno puede establecer en la vida y de la forma en la que cada uno la puede sobrellevar. Yo creo que es bueno reflexionar acerca de todo esto", contó María Teresa.

La mujer dijo que se enteró del corto, pero al principio no le dio importancia: "Lo vi en la tele y no le di bolilla porque no le presto mucha atención a Youtube y no pierdo tiempo en eso. Además, no me llamaría la atención un video así. Al principio lo noté como una persona que llama por teléfono e insiste para comunicarse con el otro. En realidad fue eso, una serie de llamados míos durante el día", dijo,

Y agregó: "Al principio no le reconocí la voz, sí dije qué casualidad un Enrique y una María Teresa. Después de verlo dos o tres veces en varios canales de televisión me pareció que era mi voz y llamo a Enri, y el digo, 'che, me parece que somos nosotros'. Como veía la cara de la chica, no me daba cuenta que era yo, hasta que me llamó mi hermano y confirmé que éramos nosotros".

"Es la historia de un matrimonio de 30 años y los 10 llamados fueron un punto, un episodio. Detrás de eso hay una historia que supera a la ficción pero que es interesante de analizar para ver cómo se sigue después de un distanciamiento así. Uno piensa que era un drama amoroso pero había otras connotaciones, problemas financieros. Todavía es más interesante para las mujeres porque debemos ser muchas las que estamos en esas situaciones. Yo le había dado un raje violento pero necesitaba que volviera. Yo siempre digo si viene Campanella y me pregunta sobre la historia, hacemos una película ya", relató.

Pero, ¿qué pasó con el famoso teléfono? María Teresa contó que el aparato era de la casa de un amigo de la familia. "En ese tiempo uno no le daba importancia al casetito. No sé qué hicieron con él", dijo ella. Enrique acota que "lo vendieron".

Sobre el video en sí, opinó: "Me encantó y nos reímos mucho con Enrique. Vimos que el corto tenía premios, que el director lo hizo muy bien y el rol de la chica también está muy bien logrado. Ella no es parecida a mí en la personalidad porque yo tengo una bastante más fuerte de la que se ve. Pero está muy bien ella, lo logró".

"Yo creo que hay un misterio en que las mujeres nos vemos identificadas con esto de reclamar la atención, la comunicación, o la presencia.  Hay un momento en el que yo digo siempre la ausencia, siempre la ausencia, la ausencia de mi vida. Y es verdad que tenía angustia porque no tenía comunicación de parte de él. La comunicación de él sigue siendo la misma. Cuando puede, habla, cuando no, no habla. Y la mayoría de las veces, no habla. Eso la debemos pasar muchas mujeres, muchas chicas se debieron ver identificadas", manifestó.

 ¿Y por qué continúan juntos? "No están muy cambiadas las cosas, eh. Yo sigo siendo la que reclama, la que habla. Creo que uno pude hacer todo el trabajo para superar las cosas.  Después de años asumí ciertas cosas mías y también las de él. Qué vas a reclamar...puteás un poco y nada más", dijo.

"A veces se opta por el divorcio porque uno quiere que el otro sea bueno, buen mozo, trabajador, inteligente, buen sexo y no es así. No reunís todo eso en un matrimonio. Cuando la reunís son excepciones, son los grandes amores. Acá el amor es otra cosa también. Hay otros componentes casi tan importantes como el amor. En mi relación no hay rencores; nos cuidamos mutuamente y seguiremos así hasta que Dios disponga", finalizó la verdadera María Teresa.