Apagón, calor y tarifas en alza: fin de año caótico en el AMBA con miles de usuarios aún sin luz

El cierre del año volvió a exponer las fragilidades del sistema eléctrico argentino. Un apagón masivo registrado en la noche del martes dejó sin luz a amplias zonas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), afectó a casi un millón de usuarios y todavía mantiene a decenas de miles de hogares sin servicio, en medio de una ola de calor y a pocas horas de las celebraciones de fin de año.

La interrupción comenzó pasadas las 23 y se extendió durante la madrugada, con impacto tanto en la red de media como de baja tensión. Según datos oficiales, hacia las primeras horas de la tarde de este miércoles aún permanecían sin suministro más de 41.000 usuarios.

Desde Edesur, la empresa más comprometida por el evento, informaron que se puso en marcha un “operativo especial” para atender las fallas, atribuidas al fuerte incremento de la demanda eléctrica por las altas temperaturas. La distribuidora aseguró que cuadrillas técnicas y personal de atención al cliente trabajan de manera intensiva para normalizar el servicio, aunque sin precisar plazos definitivos.

El apagón generó escenas inusuales en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires: avenidas sin alumbrado público, barrios enteros a oscuras y zonas céntricas parcialmente paralizadas. Incluso el área del Obelisco quedó sumida en penumbras durante varias horas, mientras que otros edificios emblemáticos permanecieron iluminados de manera aislada.

De acuerdo con los registros del Ente Nacional Regulador de la Electricidad, el número de usuarios afectados tuvo fuertes oscilaciones durante la madrugada. En el pico más alto, se contabilizaron más de 920.000 puntos sin suministro, cifra que luego descendió de manera gradual, aunque con reiterados vaivenes.

Las fallas alcanzaron a numerosos barrios porteños —entre ellos Almagro, Balvanera, Barracas, Flores y San Nicolás— y a distritos del sur del conurbano bonaerense como Avellaneda, Lanús, Quilmes, Berazategui y Florencio Varela. En paralelo, Edenor reportó cortes más acotados y dispersos dentro de su área de concesión.

El malestar de los usuarios se hizo sentir con fuerza en redes sociales y en los canales de reclamo oficiales, especialmente por tratarse de una noche clave para quienes tenían previstas reuniones y celebraciones por Año Nuevo. Heladeras apagadas, falta de aire acondicionado y problemas en edificios sin ascensores complicaron la rutina de miles de familias.

El contexto no hizo más que agravar el enojo: el apagón ocurrió apenas horas después de que el Gobierno nacional anunciara nuevos aumentos en las tarifas de luz, gas y agua a partir de enero, lo que reavivó las críticas por la calidad del servicio frente al mayor costo que deberán afrontar los usuarios.

Con temperaturas elevadas, servicios interrumpidos y subas tarifarias en el horizonte, el cierre de 2025 volvió a dejar una postal conocida para muchos argentinos: un fin de año atravesado por el caos, la incertidumbre y la bronca de quienes todavía esperan que la luz vuelva definitivamente.