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Antonella Gularte: encontró en OnlyFans un medio de vida y ahora es empresaria

Su historia condensa resiliencia, visión de negocio y la decisión de transformar un camino personal lleno de obstáculos en una plataforma de oportunidades compartidas.

Antonella Gularte pasó de atravesar la pobreza y la maternidad en soledad a convertirse en la fundadora de una academia que hoy atrae a cientos de mujeres en busca de independencia económica. Su historia condensa resiliencia, visión de negocio y la decisión de transformar un camino personal lleno de obstáculos en una plataforma de oportunidades compartidas.

Con más de una década de experiencia en el mundo digital, supo capitalizar lo aprendido para crear Aura Dorada, un espacio que combina formación técnica, contención emocional y herramientas de desarrollo personal. Desde allí, impulsa a mujeres a profesionalizar su trabajo, potenciar sus talentos y construir una vida con autonomía y estabilidad.

Un negocio que nació de la experiencia

Antonella trabajó durante casi una década en el sector antes de dar forma a su emprendimiento. “En estos casi 10 años aprendí que este negocio no es solo subir fotos o videos; es estrategia, marketing, manejo de marca personal, organización, mucha disciplina y trabajo interno sobre todas las cosas”, explica.

De esas vivencias —con logros, fracasos y aprendizajes costosos— surgió la idea de ofrecer una formación distinta. En 2022 fundó Aura Dorada, una academia pensada para mujeres que buscan generar ingresos a través de plataformas digitales, con un abordaje integral que excede lo técnico. “Reuní un equipo de profesionales para que cada alumna pueda trabajar de forma integral: cuidar su cuerpo, su mente, sus finanzas y su proyección internacional”, dice.

De alumna a mentora

Su decisión de emprender no solo estuvo impulsada por la necesidad económica, sino también por un pasado atravesado por momentos de gran adversidad. “Mi historia está marcada por abusos desde mis 6 años, violencia, pobreza, momentos en los que pensé que no había salida y decidí acabar con mi vida”, confiesa. Ese proceso de dolor y resiliencia, dice, hoy es su motor: “Haber pasado por todo eso me da una sensibilidad especial para conectar con mujeres que hoy están en lugares donde yo estuve. No las miro desde arriba, las miro a los ojos”.

antonella gularte

Comunidad y contención

Uno de los pilares de Aura Dorada es el sentido de pertenencia. Para Antonella, la soledad es uno de los mayores desafíos de quienes inician en el mundo digital. “Muchas creadoras sienten que no pueden compartir sus dudas, sus errores o incluso sus logros porque no tienen con quién hacerlo sin ser juzgadas. En mi academia construimos un entorno seguro y de apoyo, donde todas se potencian mutuamente”, cuenta.

En los testimonios de las alumnas, asegura, se repite la misma valoración: un espacio donde la competencia se reemplaza por la sororidad.

Mentalidad empresarial

El diferencial de su academia no solo reside en las herramientas técnicas, sino en un enfoque que busca que cada mujer se transforme en empresaria de sí misma. “Mi academia no solo les da un medio para generar ingresos, sino que les enseña a manejarse como empresarias de sí mismas. Para muchas, esta es la primera vez que sienten control sobre su tiempo y su economía”, afirma.

La formación incluye finanzas, gestión emocional y desarrollo personal. “Nuestro objetivo es que, con esas bases sólidas, puedan diversificar, invertir y crear otros negocios también, construyendo no solo una fuente de ingresos, sino un proyecto de vida estable y próspero”.

antonella gularte

Una visión global

El sueño de Antonella va más allá de las fronteras argentinas. Ya trabaja en programas en otros idiomas para expandir la academia internacionalmente. “Mi visión es que Aura Dorada sea referente global en formación para creadoras de contenido y mujeres emprendedoras en el mundo digital. Esto no es solo una academia; es un movimiento internacional que cambia la historia de miles de mujeres”, afirma.

Hoy, la niña que alguna vez soñó con actuar en un casting de Chiquititas y que no encontró apoyo en su entorno, se convirtió en referente para cientos de mujeres. Con resiliencia y disciplina, Antonella transformó la adversidad en plataforma para crear una comunidad donde el éxito no se mide solo en dólares, sino también en fortaleza, confianza y libertad.

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