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Amores amores

"Bajo el ropaje del ideal que formamos y que se deshilacha, surge el cuerpo real de la persona humana que habíamos cubierto con él". Fernando Pessoa.

Por Luciana Arnedo

luciana.arnedo@gmail.com

@LuArnedo

Para el amor hace falta sentir el repentino impulso de seguir a alguien, una mirada dirigida a una "magnánima figura" para hacernos olvidar de quién somos.

Amores fatales, enloquecidos, feroces, amores sexo, con apellido...

Cuando nos enamoramos nos repetimos en una agitación suspendida. Palabras oídas en la voz de ese amor que se adhieren íntimas, "explosivas".

La indagación de su mirada...

La facultad de imputarle al otro su realidad, sus entusiasmos, sus debilidades... ¿Quién sabe más del amado que nosotros mismos? "Acaso amamos la idea que nos hacemos de alguien"...

Amores fuego, encendidos, inmortales, amores geisha...

El miedo de ser descubiertos tras la indisimulable expresión de calor. Siempre al borde de un frenético suspiro. Esa persona que nos enmudece, que inspira y provoca toda nuestra atención.

"Acaso detrás de un nuevo amor se esconde un celo anterior"...

El rubor extendido por las mejillas. La inhibición ante uno mismo. "Cuando intervienen los ojos llenos de alegría las estrategias del disimulo parecen fracasar".

Vivir la vida al extremo es tener el valor para la conquista, y la misma es para quiénes son capaces de atreverse. La imaginación... El amor es donde pensamos en poder estar...

Su altruismo parecería reflejar lo ideal de nuestra vida. ¡Cuando se está enamorado el mundo tiene el relieve del romanticismo!

Pendientes de cada promesa... el paso de las horas oprime la memoria y el recuerdo se vuelve enorme.

Cuántos hemos sufrido por los ojos vacíos que nos han arrojado alguna vez. Desamor. ¿Cuántas veces muere el amor?...

Cuando apenas reparan en uno... Como un animal impaciente. Sintiéndonos víctimas de un amor desdichado. "Uno se inquieta cuando se aproxima la hora de otra muerte"... El sabor de lo perdido, después de la muerte, aún queda en uno.

El desconsuelo. La nostalgia de algo que no se satisfizo, la tristeza de algo que nos fue negado. Así se acumulan días sobre días. Resulta absurdo estancarse en un pensamiento que nos demora la vida. Pero hay que tener suficiente anti-alma como para "no morir" cuando disparan directo a toda la perfección que fue cabalmente soñada.

Nuestras más terribles tragedias ocurren cuando no nos aman. Así excluimos al mundo sintiéndonos esclavos sin la necesidad de alguien más. Porque "morir es no necesitar de otro".

Amar furtivamente a alguien. Asumir plenamente la derrota como si nos fuera dada con la ironía de un beneficio.

Pero no hay desconsuelo más doloroso que no haber amado. El amor renace de su propia sangre...

Esperar acaso sea la ilusión de conseguir un amor que en nosotros pase verdaderamente.

"No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar". Albert Camus.