Alerta por nueva variante de COVID-19: la OMS advierte sobre el avance global de NB.1.8.1

La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una advertencia este miércoles por el crecimiento de los casos de COVID-19 impulsado por la circulación de una nueva variante: NB.1.8.1. Según el organismo, se detectó por primera vez en China en enero de 2025, y ya representa el 10,7% de las muestras secuenciadas a nivel mundial hacia mediados de mayo.

Este incremento se ha registrado principalmente en regiones como el Mediterráneo oriental, el Sudeste Asiático y el Pacífico occidental, aunque también hubo detecciones en Estados Unidos, en pasajeros que arribaron a los estados de California, Washington, Virginia y Nueva York, según reportó la agencia AFP.

Pese a su propagación, la OMS aclaró que la NB.1.8.1 no ha sido clasificada como variante de preocupación, sino como “variante bajo monitoreo” (VUM), ya que por el momento no hay evidencia de que cause cuadros más severos que otras cepas conocidas.

La doctora Amy Edwards, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas, explicó en diálogo con CBS News que esta variante podría tener una mayor afinidad por las células humanas, lo que explicaría su capacidad de propagación. Sin embargo, eso no implica mayor gravedad clínica.

Por su parte, la científica Lara Herrero, investigadora de la Universidad Griffith en Australia, señaló que NB.1.8.1 se convirtió en la variante dominante en Hong Kong y China hacia fines de abril. En apenas un mes, su prevalencia creció del 2,5% al 10,7%.

Las vacunas siguen siendo efectivas, según indicó la OMS, lo que representa una noticia alentadora en medio del nuevo escenario. Sin embargo, la organización remarcó la necesidad de mantener la vigilancia epidemiológica, seguir analizando el comportamiento del virus y cooperar a nivel global para evitar un nuevo descontrol.

En paralelo, la decisión del secretario de Salud de EE. UU., Robert F. Kennedy Jr., de suspender la recomendación de vacunación contra COVID-19 para niños sanos y embarazadas, fue cuestionada por expertos, quienes advirtieron sobre los riesgos de relajar las medidas sanitarias cuando nuevas variantes siguen emergiendo.

Mientras tanto, no se ha identificado un cambio en los síntomas de esta variante con respecto a las anteriores, y los casos más graves siguen concentrándose en personas con factores de riesgo o sin inmunización previa.

El surgimiento de NB.1.8.1 confirma que el SARS-CoV-2 continúa evolucionando. Aunque no parece más agresiva, su capacidad de transmisión requiere una respuesta coordinada, tanto a nivel local como global. La pandemia no ha terminado del todo, y la clave sigue siendo la prevención, la vigilancia y la vacunación.