La militancia en el kirchnerismo me ha hecho vivir cosas únicas, como haber podido conocer a intelectuales de la talla de Aníbal, a altruistas como Boudou o Lázaro Báez.

Cualquiera que haya sido instruido por La Cámpora lo sabe: lo importante es identificar el enemigo. Una vez que lo hiciste, lo demás viene por añadidura.

El juez Griesa y Cristina Kirchner se detestan, y ninguno de los dos intenta disimularlo. Así y todo, Griesa hizo de tripas corazón y la llamó.

Prolijo como es, Boudou terminó su corto interinato al frente del Ejecutivo con un informe a la Presidenta sobre los principales hechos ocurridos en el país.

Una circunstancia como la final, me explicaron, debe ser aprovechada para sacar rédito político. Querían ideas. Presenté unas cuantas.

La orden que recibí por WhatsApp fue rotunda: "Hay que arreglar lo de los buitres. Ponete a laburar".

Al entrar en los tribunales para la indagatoria, se detuvo, giró hacia la multitud que lo aclamaba levantó su mano derecha y saludó haciendo la V.

Al enterarse de la abditación de Juan Carlos, Cristina quedó en estado de shock. Cualquier cosa que signifique dejar el poder antes de tiempo la pone pésimo.

*Por Carlos Reymundo Roberts. "Ante la pregunta de cómo hacía para hacer de madre y padre, respondió: 'Ahora entiendo por qué Dios hizo a la mujer'".