Y un día, Tusam falló: el mentalista puso en riesgo su vida en una dura prueba
Tusam no logró superar su propio récord de resistencia encerrado en una caja de acrílico en "Sábado Show". Se vivieron momentos de mucha tensión. Mirá el video.
En un desafío de control mental y dominio orgánico al extremo, que involucraba la respiración y el ritmo cardíaco, el mentalista se encerró en un ataúd de acrílico, con más de 200 mil bolitas del mismo material y mil quinientos litros de agua que provocaban una presión de 600 kilos y que evitaba que el cubículo tuviese alimentación de oxígeno. En estas condiciones, cualquier ser humano podría respirar sólo cuatro minutos, pero Tusam había logrado en 2005 estirar la capacidad a 18. La apuesta era igualar o superar la marca.
La producción había extremado las medidas de seguridad y Tusam firmó ante un escribano que eximía legalmente a Ideas del Sur y El Trece de cualquier inconveniente que pudiera ocasionar. Aún así, el Dr. Labonia estaba equipado para asistirlo con una ambulancia lista.
Todo estaba previsto, salvo que falle. Una falla en la comunicación entre un agitado Tusam y su asistente alertó a todos. Corrían los 8 minutos de resistencia y se dio por terminada la experiencia. El cuerpo técnico rescató a Leo de su tumba de acrílico y una vez que recuperó el aire, reconoció que no había logrado la concentración previa necesaria: “Entré como nunca. Debe ser la edad. Estaba nervioso, tratando de cumplir con los anuncios y las expectativas. La sensación fue que en un momento no escuchaba nada y dudé si era por la concentración u otra cosa”, dijo.
Lejos de sentirse derrotado, el mentalista pidió revancha para la semana que viene: “Este trabajo lo heredé, pero después lo elegí para siempre. Quiero hacerlo de nuevo”, reconoció.
La producción había extremado las medidas de seguridad y Tusam firmó ante un escribano que eximía legalmente a Ideas del Sur y El Trece de cualquier inconveniente que pudiera ocasionar. Aún así, el Dr. Labonia estaba equipado para asistirlo con una ambulancia lista.
Todo estaba previsto, salvo que falle. Una falla en la comunicación entre un agitado Tusam y su asistente alertó a todos. Corrían los 8 minutos de resistencia y se dio por terminada la experiencia. El cuerpo técnico rescató a Leo de su tumba de acrílico y una vez que recuperó el aire, reconoció que no había logrado la concentración previa necesaria: “Entré como nunca. Debe ser la edad. Estaba nervioso, tratando de cumplir con los anuncios y las expectativas. La sensación fue que en un momento no escuchaba nada y dudé si era por la concentración u otra cosa”, dijo.
Lejos de sentirse derrotado, el mentalista pidió revancha para la semana que viene: “Este trabajo lo heredé, pero después lo elegí para siempre. Quiero hacerlo de nuevo”, reconoció.