La desocupación bajó al 6,6 por ciento, pero crece el empleo precario
El desempleo mostró una leve caída interanual durante el tercer trimestre de 2025, según datos oficiales. Sin embargo, la informalidad laboral volvió a crecer y ya alcanza a más del 43% de los trabajadores, en un contexto marcado por el debate de la reforma laboral impulsada por el Gobierno.
La tasa de desocupación se ubicó en el 6,6% durante el tercer trimestre de 2025, de acuerdo con el último informe del Indec. El dato representa una baja de 0,3 puntos porcentuales respecto del mismo período de 2024, aunque no alcanza a disipar las señales de deterioro del mercado laboral. Detrás de la leve mejora estadística, la precariedad en el empleo volvió a avanzar y ya afecta al 43,3% de los ocupados.
El informe oficial confirma que la informalidad laboral creció 0,7 puntos porcentuales en la comparación interanual, un indicador que pone en cuestión la solidez de la recuperación que exhibe el Gobierno. La baja del desempleo convive con una pérdida sostenida en la calidad de los puestos de trabajo y con ingresos cada vez más deteriorados.
Los datos se conocen en medio de un fuerte debate público por la reforma laboral que el Ejecutivo envió al Congreso. Bajo el argumento de una “modernización” del sistema, el proyecto propone recortes en derechos laborales, reducción de aportes patronales y beneficios impositivos para grandes empresas, medidas que también impactan sobre el financiamiento de la seguridad social.
El mismo día de la difusión del informe del Indec, la CGT encabezó una masiva movilización a Plaza de Mayo en rechazo a la iniciativa oficial. En paralelo, el Senado avanzó con el tratamiento del dictamen en comisión, aunque el debate legislativo se retomaría recién a mediados de febrero.
En términos absolutos, el nivel de desocupación implica que alrededor de 1,5 millones de personas se encuentran sin empleo en el país. Aun con la baja registrada, el desempleo continúa un punto por encima de los niveles de 2023, lo que expone fragilidades estructurales del mercado laboral argentino.
La informalidad, que ya alcanza al 43,3% de los trabajadores, es uno de los aspectos más críticos del informe. Desde el Gobierno, la principal estrategia para revertir este fenómeno es la reducción de aportes patronales y la implementación de esquemas de “blanqueo” laboral. Sin embargo, estas políticas ya fueron aplicadas con resultados limitados: según un estudio del Centro de Economía Política Argentina, apenas se formalizaron 16.703 puestos de trabajo tras la sanción de la Ley Bases.
El informe también evidencia fuertes disparidades regionales. Río Gallegos encabeza el ranking de desempleo con el 10,8%, seguida por Gran Resistencia (9,7%). En el centro del país y el conurbano bonaerense, los índices también se mantienen elevados: 8,9% en Gran Rosario, 8,5% en Santa Rosa, 8,1% en Gran La Plata y 7,6% en los partidos del Gran Buenos Aires.
En cuanto a otros indicadores, la tasa de actividad alcanzó el 48,6% y mostró una suba interanual de 0,3 puntos porcentuales. La tasa de empleo se ubicó en el 45,4%, con un incremento de 0,4 puntos frente a 2024. No obstante, estos avances resultan insuficientes frente al crecimiento del trabajo informal y la pérdida de calidad laboral.
La subocupación llegó al 10,9% de la población económicamente activa, mientras que los ocupados demandantes y no demandantes disponibles sumaron en conjunto el 11,3%. De este modo, la presión total sobre el mercado laboral alcanzó el 28,7% de la PEA, un dato que refleja la magnitud de la fragilidad laboral que atraviesa el país.
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