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Vernet y Binner

Por Raúl Acosta* Parecido y diferente. Hay razones para mirar al primero, desde la recuperación de la democracia en 1983 y al actual gobernador de Santa Fe; mientras esperamos la llegada de Bonfatti, que nivelará más positivamente la provincia...

Parecido y diferente. Hay razones para mirar al primero, desde la recuperación de la democracia en 1983 y al actual gobernador de Santa Fe; mientras esperamos la llegada de Bonfatti, que nivelará más positivamente la provincia, si no se carga de culpas por ser sureño.
José María Vernet (n. Rosario, Santa Fe, 24 de febrero de 1944) es un contador público y político argentino. Fue el primer gobernador democráticamente electo de Santa Fe luego del retorno a la democracia en 1983.

Hermes Juan Binner (n. Rafaela, provincia de Santa Fe, 5 de junio de 1943) es un médico y político argentino. Pertenece al Partido Socialista y es el actual gobernador de la provincia de Santa Fe, el primer socialista que ocupa un cargo de este nivel en la historia de la Argentina.
Con una biografía parecida (y diferente) Vernet y Binner concurren en un punto: Rosario. Aquí está el Aleph de ambos. Con situaciones particulares (y personales) que los diferencian. Puede entenderse que las resultantes de todas sus líneas de fuerza sean claramente distintas. Su entrecruzamiento se da en cualquier calle, en cualquier año, en cualquier acontecimiento desde 1960 a la fecha.

Es sobre ese año que Binner arriba de Rafaela para estudiar medicina. El Apri (Asociación Pueblo y Reformas Indoamericana) es el brazo estudiantil del socialismo. Los nombres que pueden ubicarse en aquella estudiantina son Madera, Rivero, Goses, Reich, Cavallero, Zabalza, Jaimovich. Los que siguieron están (todos) con el corazón militante. Seguro que hay más. La memoria no es el Google.

"Estévez Boero, socialista y estanciero". En la retórica de las tribunas resultaba incompatible la producción en el campo y el socialismo. Qué dirían aquellos muchachos de un peronismo en el que los bienes personales de sus dirigentes superan las millonadas de dólares en cuestiones tan poco productivas como el plazo fijo (en dólares), la especulación financiera y cosas peores.
Es sobre 1960, poco más, poco menos, que Vernet se acerca al Grupo, que intenta quitar el criterio elitista de aquel Cine Club Rosario y traer cine más popular, más barato. Y trabajar en el teatro, claro está. Néstor Zapata, Sara Lindbergh, Miguel Ángel Daga, María Teresa Gordillo, David De Nully Brown. Los nombres se confunden, son años de ilusiones colectivas. Ellos eran copartícipes, necesarios a la ilusión.

La década del 60 pone a muchos en un camino similar: crecer y nutrirse políticamente. Es Binner el que integra aquella Facultad de Medicina, Bioquímica, Farmacia y Ramas Menores. La Universidad se dividirá, perdiendo su Radio AM, su Centro de Cine, su editorial de libros y de discos, su "Paraninfo". Perdiendo un poderío efectivo. Los militares dividiendo a la UNL y fabricando la UNR consiguieron la primera independencia de Rosario. La UNL y la Uner (Litoral y Entre Ríos) tienen desarrollos diferentes. Rosario logró una esquina del destino con la decisión. Ambos estuvieron en la Universidad que militares (y muchos profesores conocidos en la ciudad) lograron "amansar".

Digresión: en aquella Universidad, previa a 1966, la autarquía existía y los policías no entraban fácilmente. Binner y Vernet son hijos de una universidad estatal que exigía exámenes y conocimiento. Dura, pero abierta a quienes adquiriesen conocimientos y estuviesen dispuestos al examen. Minga de aranceles. Y minga de universidades privadas. Minga, también, de abogados, jueces, ministros que proviniesen de una universidad católica que era un sueño, poco menos. Arquitectos, bioquímicos, doctores, veterinarios de universidades privadas no eran ni eso, ni sueños.

Ya en 1980 el destino estaba diferenciándolos. Binner militaba en aquel partido socialista, el de las mil escisiones. El gesto, cuando subió al palco en el Patio de la Madera, en la noche de su consagración en votos, de llevar en la mano el retrato enmarcado de Estévez Boero, fue mucho más que un signo.

Frisando 1980 Vernet andaba de visita, como integrante de la OEA, por Brasil, por los Valles Calchaquíes. Su ficha técnica indicaría la profesión (contador) en Rosario y una militancia dispersa dentro de un peronismo al menos cuatricéfalo.

El año 1983 marca diferencias importantes. En un paso de comedia que definió a la provincia de Santa Fe para siempre, un rosarino, Vernet, es elegido gobernador. Un peronista en mitad del rezo laico de Alfonsín. Rosario debía ser peronista. Fue Usandizaga el intendente. El socialismo popular no tuvo votos importantes. Se consolidó un esquema. Rosario se victimizó desde entonces. La provincia (la burocracia patricia santafesina) la sodomizó desde aquellos años. Rosario, cabe agregar, nunca tuvo (nunca digas nunca) un intendente peronista elegido por el voto popular.

La primera conjunción entre Vernet y Binner es su origen. Rosarino a tiempo completo y rosarino por adopción, respectivamente. Hasta Binner la ciudad de Rosario seguía juntando orín en las antesalas de los tinterillos capitalinos. Sólo de 1983 a 1989 se franqueó aquella puerta. A regañadientes. A Vernet, bastante indolente y descuidado con los horarios, los trámites burocráticos lo superaban. Santa Fe se burló de él. Empero Rosario llegaba hasta los ministerios. La segunda conjunción es la pelea con sus vice. Carlos Aurelio Martínez nunca creyó en Vernet. Griselda Tessio ahora descubre su corazón radical. Difícil que baile un minué con Hermes. Vernet se fue con múltiples denuncias de corrupción para su administración, no es el caso de Binner y de Griselda. Los gabinetes de ambos reflejaron pactos preexistentes.
Este año la conjunción pone otro sitio para el encuentro. Binner encabeza una fórmula nacional. Vernet completa otra, la de Rodríguez Saá. Vernet gobernador reivindicó el federalismo, ubicó una bandera caudillesca, les advirtió a los santafesinos que el puerto de la ciudad capital sólo sirve para barcazas. Lo odiaron los patricios. Para Rosario eso fue chino básico. Binner, más afable, menos frontal, desenvuelve el territorio, pone los cinco nodos a existir. Menos orín para descargar en Santa Fe. Si la madeja y el encantamiento de los burócratas no lo ciegan, Antonio Bonfatti completará la descentralización. "Planificación central, ejecución descentralizada..." (Estos socialistas... la consigna es de La Comunidad Organizada; de Perón, claro)

Alberto Natale es un punto de unión de Binner y Vernet . Su participación, dividiendo fuerzas antiperonistas, resultaba útil al peronismo. Cuando la democracia progresista (partido que integró y que posteriormente lideró) se unió al socialismo y al radicalismo (FPCyS) el equilibrio de fuerzas en la provincia fue otro.

Vernet fue gobernador ante el aluvión radical y de "coordinadora", los jóvenes turcos, la Cámpora de Alfonsín. Sergio Montiel (UCR) en Entre Ríos y Angeloz en Córdoba. Urribarri y Schiaretti flanquean a Binner que ha sido (es) gobernador ante el aluvión K. Binner perdió en el 2003 y se quedó a recorrer la provincia. Ganó en el 2007. La foto de Rodríguez Saá en una villa rosarina, que publicó este diario esta semana, es definitiva. Saldo. Binner recibió y construyó herencias partidarias, territorio, proyecto. Vernet nunca volvió.