DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Venerar la muerte para honrar la vida

Por Sofía Tarruella. En el Día de San La Muerte, cientos de personas en América Latina celebran y homenajean la figura de la parca para pedir trabajo, amor, salud y muerte. Mitos y costumbres de una religión cuestionada.

Por Sofía Tarruella
@Sofisuu
starruella@diarioveloz.com


La parca con su capa negra y una guadaña en la mano, las velas oscuras, los esqueletos, los claveles rojos, y las botellas de whiskey de los santuarios de San La Muerte construyen y contribuyen en los imaginarios sociales a una imagen de miedo, práctica pagana o oscurantista.

Para los fieles eso es sólo un mito y está muy alejado de su verdadera fe: "La muerte es como la vida, no lo vemos tan diferente, es algo que Dios creó, nosotros nacimos y morimos, no creemos en la muerte como la iglesia católica sino como una cosa más natural como la mayoría de las religiones orientales", cuenta a DiarioVeloz.com, Sergio Do Santo del Santuario Jardín de San La Muerte en Victoria.

"Si muere un pariente nuestro obviamente vas a estar triste un tiempo pero no le tenemos miedo a eso porque sabemos que es algo natural", añade con ánimos de naturalizar una religión que evidentemente cosecha muchas críticas y temores.

San La Muerte es venerado en América del Sur, principalmente en Paraguay, en el noreste argentino y el sur de Brasil. En nuestro país, la mayor parte de los fieles se concentran en Corrientes, en menor medida en Misiones, Chaco, Formosa, y desde los años 1960 en Santa Fe y el Gran Buenos Aires.

Sus creyentes lo celebran el 13, 15 o 20 de agosto según la zona. La celebración comienza con una vigilia y el festejo continúa al día siguiente con comida y música en familia.

"Lo festejamos con una fiesta común que empieza a las 8 de la mañana, pero el día anterior se hace un velorio, ese día la gente se queda a la noche rezando, haciendo oraciones, no nos vestimos de negro ni nada de eso",
relata Sergio.

Para agradecer al patrono de la muerte sirven todos los deleites de la vida terrenal: "Hacemos un asado, la gente trae y comparte cosas. Durante el año se junta plata en el santuario y con ese dinero se hace la fiesta".

Los pedidos a San La Muerte son diversos, algunos piden amor, otros por problemas de salud; para protección de la casa, personas o niños; por problemas de trabajo, dinero; para alejar algún daño; o para el "ojeo" de personas, campos o animales.

También le piden que aleje a las personas que no son convenientes; para encontrar objetos o personas perdidas; para que los ladrones devuelvan lo robado, o para salir airoso de una pelea. Incluso están los que piden la muerte para algún enemigo, solicitud que se concretará en caso de que sea tiempo de morir para la persona.

Para que los pedidos se cumplan es importante cumplir con lo prometido y después de cumplido el pedido, agasajar al santo con una ofrenda.

"Si hacés una promesa tenés que pagarla como cualquier compromiso y con cualquier santo, no es sólo con San La Muerte. La gente trae de todo, una botella de caña, un anillo de oro, una velita, cada uno ofrece lo que puede y quiere",
concluye Sergio.