DOLAR
OFICIAL $1425.00
COMPRA
$1475.00
VENTA
BLUE $1470.00
COMPRA
$1490.00
VENTA

Valeria Bertuccelli: eterna enamorada

* Por Alejandro Lingenti. Se estrena La suerte en tus manos, la comedia romántica de Daniel Burman en la que la actriz comparte cartel con Jorge Drexler.

Gloria: "Es una mujer que no tiene muy desarrollada la parte femenina vinculada con la maternidad". Foto: Mariana Araujo
Daniel Burman la define como "la mejor comediante argentina". Y aunque ese tipo de ranking siempre tiene algo de injusto y antojadizo, cuesta un poco no estar de acuerdo con el director. Valeria Bertuccelli se luce en cada película en la que participa, la llena de un humor fresco y zumbón, transforma cada gag en algo atrapante, ilumina cada escena. Hoy se estrena La suerte en tus manos, nuevo largometraje del director de El abrazo partido, Derecho de familia y Dos hermano , donde la actriz es Gloria, "una mujer que no tiene muy desarrollada la parte femenina vinculada con la maternidad. Es una hija única muy acostumbrada a decir «esto es sólo para mí», criada por su padre, sin su madre cerca para pelear. Casi siempre las hijas ven cosas de su mamá y dicen «¡no quiero eso para mí!». A Gloria le faltó esa figura en su vida, entonces se transformó en una mujer muy egoísta".

El otro protagonista del film es el popular músico uruguayo Jorge Drexler, una apuesta arriesgada de Burman que, para Bertuccelli, tuvo óptimos resultados: "En principio trabajar con alguien que no se dedica profesionalmente a la actuación puede parecer una dificultad -cuenta a LA NACION-. Pero la verdad es que no fue para nada difícil. Jorge se entrenó especialmente con un coach, pero además tiene condiciones. Yo digo que si te dedicás a algo artístico es probable que tengas ciertas aptitudes: sentido de la observación, cierta sensibilidad, un gusto por crear... Y Jorge tiene todo eso, como creo que lo tiene mi marido (N. de la R.: Vicentico, que fue protagonista de la película Los guantes mágicos, de Martín Rejtman). Estábamos muy tímidos al principio, pero después fluyó todo muy bien. Yo uso mucho el humor para acercarme al otro y eso aflojó mucho las cosas, porque él también lo usa. Cada uno entendió rápido cómo era el otro y pudimos trabajar muy cómodos. Por otra parte, uno confía en un director como Daniel Burman, que por algo eligió a esa persona. Jorge estaba perfecto para este personaje".

-Trabajaste con directores muy diferentes: Rejtman, Taratuto, Campanella, Burman. ¿Cómo te adaptaste a las exigencias de cada uno?

-Son experiencias completamente distintas. Rejtman es escritor y para él sus guiones son como partituras. Te marca hasta las respiraciones. Burman está más a favor de que vos encuentres tu manera de decir lo que está en el guión. Son estilos. Yo suelo sugerir cosas en cada papel que hago. En este caso fui muy confiada en el libro, y sobre la marcha fuimos encontrando formas de decir las cosas un poco diferentes. Con Campanella lo mismo: trabajar con él en Luna de Avellanada y en la serie Vientos de agua fue un enorme placer. Burman y Campanella son directores que se copan mucho con los actores, logran sacar lo mejor de vos, arman equipos que están buenos, son gente tranquila y que está muy a favor del actor.

-Tenés trabajo, popularidad, ganaste un Kónex. ¿Te sentís una actriz "consagrada"?

-No, nunca me sentí consagrada. La mía es una profesión en la que nunca se sabe si estás de vacaciones o desocupado. Para mí, lo más difícil es disfrutar los momentos en los que no hay trabajo. Desde hace un tiempo tengo continuidad con el laburo, pero es un momento raro en general, ¿no? El arte en medio de esta crisis mundial. ¿De qué podemos quejarnos los artistas? La verdad es que siento que estoy haciendo pie todo el tiempo.

-¿Notás que te da más prestigio trabajar en cine que en la televisión?

-Existen muchos prejuicios con la televisión, es obvio y conocido. Como si el cine y el teatro fueran mejores sí o sí que la televisión. Yo veo actores buenísimos en el cine, en el teatro y en la tele. Y lo mismo con los que para mí no tienen encanto: pueden estar en cualquier lado. El otro mito es que en la tele se gana mejor. No siempre es así, depende. Yo tengo una manera de trabajar más o menos armada: trato de pegar un trabajo que me genere un buen ingreso un año para poder dedicarme al siguiente a algo que también me gusta pero no me da demasiados réditos económicos. No me quiero perder de hacer una ópera prima que me interese. Ese esquema me funciona bien. Después, aunque me encanta el reconocimiento, hay algo de la popularidad que produce la tele que me provoca fobia. Y no me gusta que muchas cosas se hagan a las corridas, que haya tanta dependencia del rating.

-¿Cuándo decidiste ser actriz?

-Ufff, yo quería ser bailarina clásica, y estudié mucho para eso hasta los 15. Tenía muchos problemas: escoliosis, pie plano, poco sentido del ritmo (risas). Entonces me puse a estudiar teatro, y muy rápido me di cuenta de que era por ahí. También pensaba en dedicarme a la escritura. Ah, y me gusta mucho la joyería, es algo de familia, tengo abuelo y bisabuelo joyeros.

-Al margen de la joyería, ¿qué planes tenés para este año?

-No es chiste, siempre pienso en lo de las joyas. Quién sabe. Este año se estrena Guiso de iguana, ópera prima de Martín Salinas en la que también trabajaron Luis Ziembrowski, Juan Minujín, Martín Piroyanski y Emme. Y estoy filmando en Barcelona una película de la directora Mar Coll, que tuvo gran repercusión con su primera película, Tres días con la familia.

-¿Te cambió mucho la organización laboral la crianza de tus dos hijos?

-Sí, claro. Ser mamá hizo que cambiaran muchas cosas. Pero es raro porque de repente yo me encuentro con más tiempo en comparación con el pasado. Creo que antes tenía más tiempo y lo usaba menos. Básicamente, me cambiaron las prioridades, lo que me deja tranquila y lo que no. Nada de lo que busco y que sea realmente importante está en el trabajo. Mi trabajo es lo que me gusta hacer, pero no lo necesito para ser feliz. Mi felicidad está en otro lugar, en mis hijos, en mi familia.

SEGÚN DANIEL BURMAN
Muy contento con la elección de Valeria Bertuccelli para su nueva película, Daniel Burman se deshace en elogios para la actriz: "Creo sinceramente que es la gran comediante argentina, la mejor -opina-. Hacía rato que quería trabajar con Valeria, pero estaba esperando tener un proyecto que fuera ideal para ella, y me parece que es el caso de esta película. Me dio mucha felicidad que haya entrado tanto en el personaje. Es la primera vez que hay un personaje femenino tan fuerte en una película mía, la primera vez que me asomé al misterio femenino, digamos". Sobre el estilo de trabajo de Bertuccelli, el director cuenta que "es alguien que aporta muchísimo para su papel. Hizo un monólogo genial, por ejemplo, ya lo van a ver. Es una actriz muy respetuosa del guión, pero siempre lo toma como un punto de partida para inventar, para crear, para buscar algo más. No se conforma con poco, y tiene una perspectiva de trabajo con la que me identifico: es cero solemne pero muy seria". Respecto de su decisión de convocar a Jorge Drexler, Burman admite que puede ser una curiosidad para los demás, pero sostiene que para él fue "lo más normal del mundo".

Dice el cineasta que "después de ver en sus conciertos el dominio del cuerpo, del lenguaje, del ritmo y del tiempo que tiene, me di cuenta de que estaba acertado. Lo vi cantar evocando sentimientos que yo sabía que eran de otra etapa de su vida con una seguridad, una precisión y un nivel de verdad que me sorprendieron. Es alguien que tiene una cantidad muy grande de herramientas para interpretar"..