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Va a juicio mujer que "entregó" a su amiga para robarle

La victima fue secuestrada por dos sujetos y la información sobre ella la había brindado una amiga que había conocido jugando al tenis. La mujer trabaja en el Banco Nación y los delincuentes le exigían 500 mil pesos.

La Cámara Federal porteña dejó al borde del juicio oral y público a una mujer como acusada de haber "entregado" a su amiga para que otras dos personas la secuestren, y la extorsionen para que retirara unos 500 mil pesos del Banco Nación donde trabajaba.

Una de las procesadas por privación ilegítima de la libertad, es la amiga de la víctima, con quien se había conocido jugando al tenis en el Club San Lorenzo, y luego descubrió que integró la banda que fracasó en su intento de conseguir esa suma, puesto que fueron detenidos luego que la empleada bancaria hiciere la denuncia.

Según el fallo, el secuestro comenzó a planificarse mucho antes de concretarse, cuando la empleada bancaria Victoria Elizabeth Blanco Cabana conoció a Adriana Barroso durante los entrenamientos de tenis, y a partir de allí se hicieron íntimas amigas, tanto es así que quien sería luego su víctima le confió muchos datos íntimos y también sobre su rol en el trabajo en el Banco Nación.

El 13 de junio pasado ambas mujeres habían ido al cine, y al salir fueron abordadas por dos sujetos, quienes la obligaron a subir a un vehículo. Los dos sujetos, luego identificados como Leandro Farrazzano y Ariel González, las "pasearon" por aproximadamente media hora, y le hicieron saber a la empleada bancaria que conocían datos de su vida personal.

Luego de ello, y con amenazas de muerte a ella y su familia, le exigieron que para el día siguiente extraiga del Banco Nación unos 500 mil pesos. Para tal fin, le dieron un celular al que le dijeron se iban a comunicar, y combinar la entrega del dinero.

Pero la víctima le decía a sus captores que le era imposible retirar dinero del Banco sin ser descubierta. Los captores, intentaban con amenazas conseguir sus objetivos: "vos tenés que fijarte que eh tenemos los movimientos tuyos", "tenés gente atrás que te están mirando", "tenes un montón de riesgo, tenes tu amiga, tu hermano y tenes tu mama tu mama se sigue moviendo sola tu hermano esta yendo al colegio solo y tu amiga esta que totalmente aparte es muy fácil yo tiro el coche tuyo yo tengo la patente tuya y tengo la patente de tu amiga y en la calle en algún momento te va a encontrar desaparecer no vas a desaparecer así que esto es claro esto es claro yo te voy a encontrar es tu decisión lo que vos hagas", le decían.

Ante el temor de las advertencias, la empleada bancaria hizo la denuncia y por orden del juez federal Ariel Lijo se intervino el teléfono celular de la joven y el de su departamento, y también ante la amiga de esta.

Las sospechas sobre la amiga de la empleada bancaria, de nombre Adriana Beatriz Barroso, surgieron luego de un dato llamativo: la víctima recordó días antes, hablando con ésta por teléfono durante su horario de trabajo notó que había un error en una autorización de un movimiento de dinero ya que figuraba por 800 mil pesos y en realidad eran 80 mil.

"Cuando terminó todo yo le comenté que tenía que estar muy despierta porque sino se me podía pasar una autorización y podía tener consecuencias graves. Ella me preguntó que era lo que pasaba en esos casos. Yo le contesté que el banco me iba a iniciar un sumario porque yo era la responsable y que la plata la iba a tener que pagar yo. Ella no dijo nada", dijo la víctima, lo que dio pie a las sospechas sobre su amiga. 

Pero gracias al entrecruzamiento de llamados y al seguimiento de los sospechosos, todos fueron detenidos el 19 de julio por la noche.

"Puede afirmarse "prima facie" que Barroso aportó a González y Farrazzano los datos laborales y familiares que la nombrada en primer término conocía de la damnificada en virtud de la relación de amistad que las unía desde hacía unos meses, y que entre los tres concertaron la maniobra delictiva de autos, llevándola posteriormente a cabo", concluyeron los camaristas Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah al confirmar los procesamientos contra los acusados.