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Un gendarme confesó por primera vez que en el operativo hirió a un manifestante

Según fuentes de la investigación, confesó, por primera vez, que le dio un piedrazo a una persona y la hirió en un operativo.

Por primera vez, un gendarme que participó del operativo del 1º de agosto reconoció que hirió a un manifestante que cruzaba el río Chubut durante el desalojo de una protesta mapuche en la ruta 40 en la que desapareció Santiago Maldonado. Se trata de Neri Armando Robledo, que, según revelaron fuentes de la investigación, reconoció en un interrogatorio de la Gendarmería que le dio un "piedrazo" en la "espalda" a una de las personas que escapaban por el río.

La confesión se incorporó tardíamente porque éste se había tomado licencia tras el operativo. El Gobierno envió el testimonio del gendarme al juez Guido Otranto, de Esquel.

En la misma línea, otras fuentes de la investigación indicaron que los sargentos César Peralta y Walder Ruiz Díaz declararon ayer que luego del operativo escucharon a Robledo contar que había herido a un manifestante, que, según él, fue socorrido y arrastrado a la otra orilla por dos encapuchados. Robledo, Peralta y Ruiz Díaz declararán hoy ante Otranto.

Un nuevo testimonio, hasta ahora desconocido, indica por primera vez que al menos un gendarme agredió a los manifestantes en el operativo donde testigos aseguran que se encontraba Santiago Maldonado. Fuentes de la investigación revelaron a La Nación que el gendarme Neri Armando Robledo reconoció que le dio un piedrazo a uno de los "encapuchados" que cruzaron el río Chubut.

Robledo formaba parte del grupo que corrió a los manifestantes de la protesta mapuche el 1º de agosto.

No eran siete, sino ocho los gendarmes que estuvieron presentes en ese momento cerca del río. Su relato fue tomado ayer por la Gendarmería y por la noche el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, se la entregó al juez federal de Esquel, Guido Otranto.

Recién ayer supo el Gobierno de la participación de Robledo en ese momento del operativo. El gendarme, de 27 años, integrante del Batallón 35 El Bolsón, pidió inmediatamente después del operativo en la ruta 40 licencia por "enfermedad de su padre". Si bien en el listado que la Gendarmería le pasó al Gobierno se encontraba el nombre de Robledo, llamó la atención la falta de información sobre lo que hizo durante el desalojo.

En la declaración, Robledo contó que "uno de los individuos encapuchados le arrojó una piedra que impactó en su rodilla" y que "en defensa personal" tomó una roca "pequeña" y se la tiró a los manifestantes que estaban nadando para cruzar el río. El impacto fue en la "espalda", según detalló el gendarme.

"¿Cómo se dio cuenta de que lo impactó?", le preguntó Luis Lagger, comandante general de la Gendarmería, que actuó como entrevistador. Porque el sargento Pelozo, otro de los gendarmes que estuvieron presentes en ese momento, se lo dijo. "Sí, le pegaste, Robledo", recordó Neri Armando Robledo.

En el relato, Robledo aseguró que el hombre al que le pegó el piedrazo estaba a unos 30 metros y que cruzó a la otra orilla, desde donde lo insultó. "Era una persona robusta y de casi dos metros de altura", detalló, según la declaración que obtuvo La Nación.

Robledo también describió parte del atuendo de la persona a la que agredió. "Vestía pantalón largo", dijo, pero no recordó más detalles. Eso sí: dijo que la capucha, según sus palabras "un trapo o una remera vieja, de color oscuro"- se le salió cuando se metió al río. Después de la agresión, Robledo y Pelozo, siempre según la narración del primero, fueron a la construcción donde "se encontraban las mujeres".

La declaración de Robledo no fue la única del día. Dos nuevos testimonios de gendarmes fueron incorporados de urgencia a la causa que investiga el paradero del joven tatuador. Al igual que con Robledo, las revelaciones se produjeron en el marco de las investigaciones sumariales que realiza la Gendarmería.

Los sargentos del Escuadrón de El Bolsón César Peralta y Walder Ruiz Díaz declararon que luego de haber concluido el procedimiento del 1º de agosto escucharon dentro de una cocina de campaña, apostada en el cruce de las rutas 40 y ex 40, que el gendarme Robledo contó que hirió con un piedrazo a un manifestante que cruzaba el río Chubut. Según las fuentes, Robledo había dicho que el piedrazo impactó en la espalda del manifestante a la altura del omóplato y cerca del cuello. Enseguida fue socorrido y arrastrado a la otra orilla por dos encapuchados que habían logrado cruzar el río.

Ésta es la primera vez que un integrante de la fuerza de seguridad reconoce en una declaración que atacó a los manifestantes. "Algo en el río pasó. Pero somos nosotros los que buscamos la verdad", dijeron a La Nación fuentes cercanas al Presidente. El testimonio de Robledo abrió interrogantes en la Casa Rosada. Las dudas comenzaron a crecer sobre los gendarmes que estuvieron presentes el 31 de julio y el 1º de agosto en el desalojo de la ruta 40.

"Lo que ahora sabemos es que un gendarme le pegó a un manifestante con una piedra mientras nadaba para cruzar el río", agregaron fuentes oficiales. Con este antecedente, la Policía Federal Argentina, que está asistiendo al magistrado, le propuso a Otranto realizar un simulacro para determinar lo que ocurrió ese día.

Hasta el momento, el juez no habilitó esa posibilidad. Según explicaron fuentes de la investigación, Otranto busca por estas horas descartar la hipótesis de que a Santiago Maldonado se lo llevaron en un camión.

Desde hace unos días, en el Gobierno cambiaron la estrategia, de la férrea defensa de la Gendarmería a decir con claridad que si hubiese un integrante de la fuerza de seguridad involucrado el Gobierno sería el primero en actuar.

"En el peor de los casos, se trató del desempeño de uno o dos gendarmes. Quedó claro que no hubo encubrimiento ni tampoco una desaparición forzada", sostuvo un hombre con acceso diario al despacho presidencial.