Tras el ataque, Irán amenazó a Estados Unidos: “Deben recibir una respuesta por su agresión”
Masud Pezeshkian, presidente de Irán, repudió los bombardeos ordenados por Donald Trump contra instalaciones nucleares. Vladimir Putin se sumó al repudio y advirtió sobre el riesgo de una escalada bélica global.
La tensión en Medio Oriente alcanzó un nuevo punto crítico. Luego del bombardeo estadounidense sobre distintos complejos nucleares iraníes, el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, advirtió que Estados Unidos “debe recibir una respuesta por su agresión” y calificó la ofensiva como “una violación indignante, grave y sin precedentes del derecho internacional”.
La operación, ejecutada en la madrugada del sábado por orden directa de Donald Trump, tuvo como objetivo principal debilitar la capacidad nuclear de Teherán. Aunque el mandatario norteamericano celebró el ataque como “un espectacular éxito militar”, las repercusiones en el plano diplomático no tardaron en llegar.
Desde Moscú, el presidente Vladimir Putin condenó el accionar de Washington y alertó sobre el riesgo de una “campaña prolongada” que podría derivar en una guerra abierta. “Lo que estamos viendo es una peligrosa escalada que puede desestabilizar no solo la región, sino al mundo entero”, advirtió el jefe del Kremlin.
En tanto, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, respaldó la operación y reafirmó su posición: “Primero viene la fuerza, luego viene la paz”. Israel ya había manifestado su preocupación por el programa nuclear iraní y, en las últimas semanas, había solicitado a Europa “firmeza” en el diálogo con Teherán.
El ataque también modificó el equilibrio interno en Estados Unidos. Mientras el vicepresidente aseguró que el país “no está en guerra”, Trump enfrenta una doble presión: la posibilidad de una represalia iraní y el riesgo de quedar atrapado en un conflicto prolongado justo en medio de la campaña electoral.
A esta hora, la comunidad internacional sigue con atención los movimientos en la región. La diplomacia europea pidió contención y convocó a una reunión de emergencia en Ginebra para evitar un nuevo derramamiento de sangre. Sin embargo, en Teherán ya se habla de “respuesta inevitable” y el tono del gobierno de Pezeshkian indica que el conflicto recién comienza.
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