Política
Todos los detalles del plan del Gobierno para garantizar el quórum y aprobar el Presupuesto en tiempo récord
La Libertad Avanza alcanzó 95 bancas tras una serie de acuerdos políticos y busca avanzar con el proyecto antes de fin de año, en medio de tensiones con gobernadores, nuevas condiciones del FMI y un respaldo explícito de Estados Unidos.
La semana dejó señales fuertes sobre el tablero político y económico: movimientos clave en Diputados que redefinen la gobernabilidad, tensiones con las provincias, advertencias del FMI, apoyos explícitos de Estados Unidos y nuevas definiciones del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo. Un conjunto de hechos que perfilan el cierre del año.
El dato central, en términos de poder legislativo, fue el número que alcanzó La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados: 95 bancas, dos más que Unión por la Patria. Ese, según el oficialismo, fue el principal logro de Javier Milei tras las elecciones.
El bloque creció a partir de una operación múltiple. Primero, por la decisión de Patricia Bullrich de llevarse a sus legisladores del PRO hacia LLA. Segundo, por la convicción de Silvia Lospennato (PRO) de asumir como legisladora porteña, lo que habilitó que su lugar en Diputados lo ocupe una representante libertaria.
Tercero, por la negociación de Martín Menem, Diego Santilli y Santiago Caputo con gobernadores del PJ para que retiraran a sus diputados del bloque de UxP. Y, cuarto, por el acuerdo con el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, que permitió que el diputado Francisco Morchio se sume al oficialismo.
Ese número —95— tiene un peso institucional concreto: le garantiza al Gobierno un caudal superior al tercio de la Cámara, suficiente para respaldar cualquier veto presidencial y para frenar eventuales intentos de juicio político. Además, coloca a LLA más cerca de alcanzar el quórum y la mayoría junto con el PRO, la UCR y otros espacios.
Con el nuevo mapa parlamentario cerrado, comienza lo sustancial: hasta dónde estarán dispuestos Milei y Caputo a ceder frente a los reclamos de los gobernadores. Hay líneas que el oficialismo asegura que no cruzará. Y, cuando la Casa Rosada les exige bajar Ingresos Brutos, varios mandatarios devuelven otra pregunta: “¿Por qué la Nación no coparticipa lo que recauda por aranceles u otros impuestos nacionales?”
El tema inmediato es el Presupuesto, que Milei pretende aprobar en ambas cámaras antes del 31 de diciembre. Para cumplir con ese plazo, el dictamen en Diputados debería emitirse antes del 15. Y, con el requisito reglamentario de esperar siete días para el debate en el recinto, la fecha estimada para la media sanción queda en el 18.
La reforma laboral, en cambio, tendrá un recorrido inverso: ingresará por el Senado —los senadores ya recibieron el proyecto— pero difícilmente Diputados la trate antes de marzo.
El apoyo de Estados Unidos y el rumbo económico
En el frente externo, el jueves Milei recibió un respaldo fuerte desde Estados Unidos. En un evento de la American Chamber (AmCham), el embajador Peter Lamelas afirmó: “(Donald) Trump me pidió expresamente que apoye a su amigo Milei. No a cualquier gobierno o partido de la Argentina, sino específicamente a Milei. No sé qué presidente vendrá después de Trump en 2027. Por eso, el momento que tiene que aprovechar la Argentina es ahora mismo, estos tres años”.
El FMI, en cambio, volvió a mostrarse exigente: reclamó que el Banco Central acelere la acumulación de reservas, condición necesaria —según el organismo— para que baje el riesgo país. Esa observación fue respondida por Caputo en el almuerzo del Cicyp. Allí enfatizó que la macroeconomía comenzó a ordenarse desde el primer día gracias a la “decisión política firme” de Milei, sumada al apoyo social en las urnas y al “respaldo geopolítico” del acuerdo con Estados Unidos.
Caputo explicó la lógica oficial: el BCRA podrá acumular reservas cuando caiga el riesgo país, lo que permitirá financiar los vencimientos con nueva deuda y conservar los dólares que compre. En lo inmediato, confirmó que la Argentina pagará el vencimiento de US$4200 millones con toma de deuda —si el riesgo país baja a los 300 puntos— o con parte de un préstamo por US$7000 millones ofrecido por dos bancos.
Ese fue, además, el anuncio que Milei hizo público: el Gobierno emitirá un bono en dólares a cuatro años, con tasa del 6,5%, bajo ley local. El objetivo final es reconstruir la confianza necesaria para volver a colocar deuda en dólares bajo ley extranjera.
Caputo también dejó dos definiciones precisas. La primera: el BCRA no comprará reservas si la operación empuja al alza del dólar, sino únicamente cuando aumente la demanda de dinero. La segunda: cuando un periodista le preguntó por una eventual política industrial, respondió que “la mejor política industrial es la estabilidad económica”.
El clima empresario quedó sintetizado por Betina Bulgheroni, anfitriona del encuentro: la política económica oficial genera “optimismo” y ya muestra beneficios “claros y palpables”, aunque también hay interrogantes. Y, pese al apoyo de sectores industriales al enfoque promercado de Milei, la UIA informó una caída interanual del 2%, aunque registró un leve aumento del 0,3% respecto de septiembre.
Fuente: TN
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