Tensión frente al Congreso: incidentes en la marcha de jubilados y al menos cuatro detenidos

Una nueva jornada de protesta frente al Congreso terminó en incidentes entre manifestantes y efectivos de seguridad. La movilización de jubilados, acompañada por organizaciones sociales, religiosas y políticas, coincidió con el intento frustrado de la oposición por debatir en la Cámara de Diputados proyectos clave para el sector pasivo.

Desde las primeras horas de la tarde, columnas de manifestantes comenzaron a concentrarse en la Plaza del Congreso. La convocatoria, encabezada por grupos como el Polo Obrero y la UTEP, fue acompañada también por representantes de la mesa ecuménica y el sacerdote Paco Olveira, presente a pesar de haber sido detenido en marchas anteriores.

Cuando los manifestantes intentaban realizar un “semaforazo” como forma de visibilización, personal de la Gendarmería avanzó para evitar el corte de calle. Allí comenzaron los disturbios: hubo uso de palos, gases lacrimógenos y gas pimienta, mientras que algunos manifestantes respondieron con golpes, cinturones e incluso arrebataron escudos a los uniformados. Parte del operativo fue realizado por Policía Federal, Prefectura y Gendarmería, en el marco del protocolo antipiquete.

El saldo provisorio fue de al menos cuatro detenidos durante los incidentes en el Congreso, y otras 14 personas demoradas en estaciones de tren, según fuentes oficiales. Algunos manifestantes debieron recibir atención médica en el lugar.

Más temprano, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, acusó a “grupos violentos” de planear agresiones contra las fuerzas de seguridad. “No son manifestantes, son personas con antecedentes de violencia y terrorismo. Vamos a desenmascararlos”, declaró.

La protesta coincidió con la frustración de una sesión clave en Diputados, donde no se alcanzó el quórum necesario para debatir un aumento de haberes jubilatorios, una propuesta de moratoria previsional y la declaración de emergencia por las recientes inundaciones en Zárate y Campana.

El bloque opositor se vio afectado por internas y ausencias significativas, como las de los diputados cordobeses que responden al gobernador Llaryora, y tensiones por la distribución de cargos en la Auditoría General de la Nación. El oficialismo, por su parte, ya anticipó que vetará cualquier intento de avanzar con una moratoria o un bono adicional para jubilados, incluso si lograra aprobarse más adelante.

La situación evidencia una creciente tensión social y una grieta política que atraviesa tanto al oficialismo como a la oposición. Mientras los jubilados siguen exigiendo mejoras urgentes, la calle vuelve a ser escenario de enfrentamientos que reflejan el malestar y la falta de respuestas concretas.