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Tardarían 20 años en limpiar el Riachuelo

Ese sería el tiempo que se tardaría en limpiar el curso de agua si se elige no dragarlo, aunque si se lo hace ese lapso podría reducirse a la mitad, según los pronósticos de los expertos.

Expertos ambientales afirmaron que podría llevar hasta 20 años sanear la cuenca del río si se elige no dragarlo, aunque si se lo hace, ese lapso podría reducirse a la mitad.

Estos son los pronósticos más alentadores en los que coinciden, en el seno de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar), el Defensor del Pueblo de la Nación, las ONG y los expertos.

Pero para lograr uno de los dos objetivos, se tiene que cumplir con las pautas  establecidas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

"Los valores aceptados internacionalmente y que nos marca el fallo van a estar para 2016. Una vez que tengamos eso habrá que debatir si dejamos que el Riachuelo se depure naturalmente o si se dragan los fondos contaminados. La segunda opción dejaría saneado el río en un plazo de cinco años. Conseguir los parámetros del agua mineral es otra discusión", contó el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Juan José Mussi en declaraciones al diario La Nación.

El proceso de saneamiento, que los Estados nacional, bonaerense y porteño deben cumplir por orden judicial y que sigue de cerca el magistrado federal de Quilmes, Luis Armella, avanza lentamente. Si bien se notan diferencias en la limpieza de márgenes y en la liberación de varios tramos del camino de sirga, siguen muy demorados la interrupción de los vuelcos, la eliminación de basurales a cielo abierto y la atención de las personas contaminadas.

Por caso, de las 810 industrias consideradas "agente contaminante" (la carga que libera al río puede contener sustancias o parámetros físico-químico-biológicos que perjudiquen la salud de las personas y del curso de agua), sólo 100 habrán sido reconvertidas para fines de marzo. Y sólo la mitad elaboró, hasta el momento, su plan de reconversión industrial.

Según la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar), existen más de 300 basurales a cielo abierto, de los cuales 17 cuentan con más de 20.000 m2 de residuos.

Por otra parte, se avanza, de a poco, en la relocalización de las personas que viven a la orilla del río. Hasta el momento sólo se han mudado unos dos centenares de familias.

Respecto de la salud de las personas que viven en la cuenca, también es lento el avance. Aunque Acumar construirá 15 centros de atención con toxicólogos, todavía no hay estudios ni informes que den cuenta de cuál es la afectación de los millones de personas que conviven con la contaminación.

Jorge Codignotto, geólogo, profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA), cree que el proceso está encaminado pero que aún falta lo más importante: dejar de contaminar.

"Los plazos que se hicieron públicos son cortos. El deterioro es muy grande como para solucionarlo en 2016. La posibilidad de remover los fangos es jugar a la ruleta rusa. Es insensato el planteo cuando lo que hay que hacer es dejar de contaminar, tal como lo indican las experiencias en el exterior", finalizó Codignotto en referencia a los casos de remediación del Támesis, en Gran Bretaña, o del Rin, en Alemania.