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Sin luna de miel

Guillermo y Catalina decidieron no partir "inmediatamente" de luna de miel, y el príncipe se reincorporará a su trabajo de piloto de helicóptero en Gales la próxima semana, anunciaron este sábado fuentes del palacio.

"El duque y la duquesa de Cambridge han elegido no partir inmediatamente de luna de miel", indicó en un comunicado el palacio Saint James, encargado de los asuntos del segundo en la línea de sucesión a la Corona británica.

"En lugar de eso, después de pasar el fin de semana en privado en el Reino Unido, el duque regresará a trabajar como piloto de búsqueda y rescate la próxima semana", agregó.  

El anuncio fue otra de las sorpresas, después del beso y de la salida del palacio en un Aston Martin deportivo, que ha dado la pareja, cuando todo el mundo daba por seguro que iniciarían este sábado su luna de miel de 15 días antes de regresar a su casa de la isla de Anglesey, en Gales, donde está la base de la RAF donde trabaja Guillermo.

El comunicado, que no da ninguna indicación sobre cuándo podrían iniciar los recién casados su luna de miel, precisa que está será en el "extranjero", pero que el lugar no será revelado.  

Guillermo y Catalina abandonaron en helicóptero el palacio de Buckingham este sábado por la mañana, al día siguiente de su boda espectáculo planetaria, rumbo a lo que se supuso era el inicio de su luna de miel que debían comenzar al parecer este sábado.

Sin embargo, sólo se fueron de fin de semana a un destino en el Reino Unido, que tampoco se dará a conocer.  

Justo después de que abandonaran el palacio, los servicios del príncipe difundieron imágenes de la pareja en su primer día como marido y mujer, tomados de la mano y sonrientes mientras saludaban al personal del palacio en el exterior del edificio.

Catalina lucía un fluido vestido de color azul por encima de la rodilla y una chaqueta negra ligera con manga tres cuartos y zapatos cerrados de tacón de esparto, y Guillermo pantalón beige y chaqueta oscura con camisa blanca abierta.  

Tras su boda, ante 1.900 invitados, millones de internautas y 2.000 millones de telespectadores en todo el mundo, los recién casados dejaron claro que querían pasar su luna de miel en privado, lejos de las cámaras.