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"Le damos la derecha, pero debe reaccionar de manera positiva e invertir en el país", avisó el viernes el titular de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi)...

... el gobernador del Chubut Martín Buzzi, en un claro mensaje a la empresa Repsol-YPF, por estos días trenzada en una dura pelea con parte del elenco de la presidenta Cristina Fernández, que incluyó desplantes de uno y otro lado.

Su par de Salta, Juan Manuel Urtubey, lo respaldó. Y, a tono con lo anticipado por el ultra K Carlos Kunkel cuando proclamó: "ni estatistas ni privatistas", remarcó que para garantizar la provisión normal de combustibles, las provincias dueñas del subsuelo evalúan de ser necesario la no renovación de algunas concesiones.

No fue el criterio del neuquino Jorge Sapag, quien si bien admitió exigir en forma general a las operadoras que incrementen la producción -en los próximos dos años, en un promedio del 15 por ciento- no rompió lanzas con la compañía española que dirige Antonio Brafau. Anunció, distinguiéndose del resto, un plan quinquenal para explorar y explotar yacimientos no convencionales de gas y petróleo con el objetivo de recuperar el autoabastecimiento y sustituir gravosas importaciones que llegan a través de buques metaneros o de Bolivia. A diferencia de sus colegas, sin dejar de sintonizar el dial de la Rosada pese a la dura puja local con la senadora Nanci Parrilli, el líder del MPN procuró espantar el conflicto del horizonte.

"¿Revertir concesiones? No estamos pensando en eso en este momento. Nuestras relaciones son las mejores tanto con YPF, como con las áreas correspondientes del gobierno nacional. No es posible en el corto y mediano plazo sustituir la actual matriz productiva nacional, y la cuenca neuquina tiene la cantidad suficiente de gas y petróleo para abastecer a la Argentina por muchas décadas", sostuvo a este diario el senador Horacio Lores, soporte de Sapag en esa reunión con "halcones" y "palomas".

La disyuntiva seguramente quedará despejada durante el discurso presidencial de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, el próximo jueves. En las últimas horas, en las que el ministro Julio De Vido pidió a YPF que "traiga los dólares que tiene afuera" y el CEO de la firma aplicó el reglamento y no dejó participar en una reunión de directorio al viceministro Axel Kiciloff, recrudecieron las versiones que apuntaron a una posible nacionalización o intervención.

"Yo no descartaría nada", dijo enigmático un ministro en "off" a un periodista televisivo, tras la entrevista formal.

Sin embargo, y sin intención de dejar de presionar para que "no se la lleven toda (la plata) como en la época del Virreinato", la presidenta no estaría dispuesta a dar un paso que en el mejor de los casos significaría un gran desembolso de dinero y en el peor una suerte de expropiación por razones de utilidad pública.

"Hay un grave problema que solucionar: la importación de combustible con severa afectación de la balanza comercial. Pero debe primar el diálogo y la persuasión. Quedarse con YPF es un camino deseado por algunos, pero muy poco probable de ejecutar: significaría una ruptura con España y atravesar una situación gravosa en los organismos internacionales como el G-20", se sinceró un estratega K.

No fue la que pasó una semana sencilla para la administración K. El vicepresidente Amado Boudou siguió sin responder a las imputaciones que se le hacen por un supuesto favoritismo hacia un amigo para imprimir billetes de 100 pesos en la Casa de la Moneda. Uno de sus hombres, Benigno Vélez, fue desplazado de la gerencia general del Banco Central.

Declaraciones imprudentes -en un caso del diputado Julián Domínguez y en otro del secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi-, embarullaron negativamente aún más el aumento de más del 100 por ciento de las dietas de los legisladores nacionales y una tragedia ferroviaria descomunal. Desprecio por el prójimo, lazos de afecto desechos, imprudencias sin fin. ¿Así somos?