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¿Quién es Diego Lagomarsino, el hombre que le prestó el arma a Nisman?

El hombre fue la última persona en ver con vida al fiscal, de quien era un colaborador de máxima confianza.

Diego Ángel Lagomarsino es la última persona que vio con vida al fiscal Alberto Nisman y quien le prestó la pistola Bersa calibre 22 con la que el funcionario se habría quitado la vida. El hombre era un colaborador de gran confianza del difunto investigador. A pesar de que la fiscal Viviana Fein aduce que "le cree", Lagomarsino se encuentra en el ojo de la tormenta.

  

El hombre en cuestión está casado, tiene 35 años, dos hijas y un hijo. Su profesión se define como "técnico informático" y sus compañeros de trabajo lo llaman "Cerebrito" porque tiene una gran capacidad para resolver inconvenientes con todo tipo de cuestiones tecnológicas. Entre sus gustos personales figuran ir a playa y pescar.

En los últimos días trascendió que, por su trabajo, gana un monto superior a 40 mil pesos. La propia fiscal Fein contó que el profesional es "un pibe joven". "Tiene mucho trabajo: le decimos 'Cerebrito', porque arregla todos los problemas en las computadoras. Yo le creo". Además, Fein reveló que Lagomarsino le contó: "No soy un agente de Inteligencia, no tengo nada que ver ni jamás conocí a Jaime Stiuso".

En su declaración, el joven colaborador de Nisman explicó: "Me dijo que era por seguridad. Que el día anterior lo había llamado Stiuso y le dijo que se cuidara de la custodia y que, además, tuviera precaución con la seguridad de sus hijas".

A raíz de la solicitud, el joven padre de tres hijos se dirigió al lujoso departamento del investigador y le entregó la pistola Bersa calibre 22 con la que se habría quitado la vida.

Durante este viernes, Lagomarsino  generó gravísimas sospechas tras "desaparecer" virtualmente, cuando la fiscal Viviana Fein y sus colaboradores intentaron comunicarse con él a través del teléfono; llamadas a las que no respondió. Cerca de las 16.00 h, el profesional de la informática se contactó con la investigadora y le informó que se encontraba a su disposición.

A pesar de la tranquilidad que donó su llamado, la fiscal exigió que al testigo se le prohibiera salir del país y lo citó a ampliar su declaración.