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Pornovenganza: murió una policía que se disparó en la cabeza luego de que su exnovio viralizara un video íntimo

Belén San Román tenía 26 años y estuvo internada cuatro días en estado crítico. El hombre que la extorsionó está detenido, cumpliendo una condena por robo.

La policía de Bragado que el pasado 30 de noviembre se disparó en la cabeza con su arma reglamentaria después de que su ex viralizara un video íntimo de ella murió este viernes. Belén San Román tenía 26 años, era madre de un nene y una nena, y pasó cuatro días internada en grave estado en un hospital municipal de esta localidad de la provincia de Buenos Aires.

La víctima se desempeñaba en el Comando de Patrullas Rural. Desde hacía algunas semanas, su expareja Tobías Villarruel, oriundo de Chivilcoy, había viralizado un video y fotos íntimas de ella para extorsionarla, por lo que Asuntos Internos le abrió un sumario.

Antes de dispararse, Belén le escribió mensajes a sus compañeros de la fuerza policial que, alertados por la situación, fueron inmediatamente a su casa y la encontraron desvanecida en el suelo. Sus hijos no estaban con ella en ese momento.

“Su estado es crítico”, había explicado a este medio el periodista bragadense que dio a conocer la noticia, Diego San Román, tío abuelo de la víctima. Belén fue llevada de urgencia al Hospital San Luis, donde le realizaron una cirugía y permaneció internada durante cuatro días, pero no resistió.

El miércoles pasado, Graciela Álvarez, la mamá de la policía que murió, denunció en su cuenta de Facebook: “Tobías Villarruel de la ciudad de Chivilcoy, el que viralizó fotos y videos de mi hija, hostigándola y amenazándola, hizo que ella termine con su vida”.

Según informó La Razón de Chivilcoy, la expareja de la víctima está detenida en Bragado, luego de ser condenado por el robo a un comercio de esa ciudad en 2018.

Álvarez contó también que su hija “tiene dos pequeños hijos que ama con todo su ser, así como su trabajo, orgullosa de pertenecer a la Fuerza Policial”. Y, con todo su dolor, la mujer se lamentó: “Tan culpable es esta lacra como todos aquellos que viralizaron”.

Por este motivo, este sábado se realizó una marcha en reclamo de justicia por Belén, bajo el lema: “Si tocan a una, nos tocan a todas”. Y su familia pidió impulsar el proyecto de ley para incorporar como delito “la difusión no consentida de contenidos sexuales íntimos” que tendrá pena de prisión de tres a ocho años y multas.

“Que la muerte de Belén y otras Belén no sean impunes. Que la celeridad prime por sobre lo conveniente, la violencia machista en distintas modalidades MATA. La difusión de material íntimo: fotográfico, vídeo y audios, vulnera la intimidad de las víctimas de estas prácticas aberrantes y son claramente difusiones de venganza, extorsivas, etc.”, comenzó escribiendo Jorge San Román, primo de la víctima.

Y subrayó: “Belén fue víctima, que quede claro, bajo ningún punto de vista se la puede poner en otro lado. Víctima del perpetrador quien difunde las imágenes compartidas en la intimidad (¿quién no lo ha hecho?), víctima de quien recibe y comparte el material, víctima de quien o quienes pronuncian su nombre apuntando con el dedo o catalogando sin siquiera pensar en el daño que ocasionan, víctima del sistema que carece de leyes y abordaje inmediatos, víctima, víctima, víctima”.

Por este motivo, iniciaron una campaña para pedirle a la presidenta de la Comisión de legislación penal de Diputados, Ana Carolina Gaillard, que dé tratamiento urgente al proyecto de ley contra la “pornovenganza”, que cuenta con media sanción en el Senado desde julio pasado.

El mismo fue redactado por la senadora Claudia Ledesma de Zamora, y modifica los artículos 155 y 169 del Código Penal para que se tipifiquen y se sancione penalmente “la difusión no consentida de contenidos de desnudez, sexual o erótico”, aun si estas imágenes fueron obtenidas con el consentimiento y aprobación de la víctima. De esta manera, impone multas de hasta $100 mil y una pena de hasta ocho años de cárcel a toda persona que divulgue material íntimo de una persona, con agravamiento de la pena si lo hiciera con el propósito de extorsionarla.

“De nada sirve la conmoción colectiva cuando todo está consumado. Sólo sirve entender y enfatizarse que es comprometerse a ayudar a la víctima sin juzgarla”, señaló el familiar de la policía que murió.

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