DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Poli Armentano, crónica de una muerte vip: se cumplen 25 años del misterioso crimen sin resolver

El “rey de la noche” murió un 22 de abril luego de haber sido baleado en la puerta de su casa dos días antes.

Este 22 de abril se cumplen 25 años de la muerte de Leopoldo “Poli” Armentano, el exitoso empresario que fue considerado “el rey de la noche” en los años ´90. Fue baleado en la puerta de su casa y falleció luego de dos días de agonía. Su crimen es aún un caso sin resolver.

Ex jugador de rugby, soltero y sin hijos, Poli fue el famoso dueño y propietario de los boliches "Trumps" y "El Cielo", los templos de la movida porteña donde frecuentaban grandes famosos del espectáculo y políticos de renombre. Algunos de ellos eran Carlos Saúl Facundo Menem y su hermana Zulemita Menem, Mauricio Macri, el secretario privado de Carlos Menem Ramón Hernández, Guillermo Cóppola, entre otros.

La cronología de la muerte de Armentano comienza, justamente, con una cena con Cóppola y Ramón Hernández, mano derecha en ese entonces del presidente Menem. Quienes los vieron en el restaurante esa noche no pudieron escuchar lo que decían pero sí vieron los gestos entre los tres, que delataban una discusión acalorada. Al parecer, Poli se negaba a algo que le planteaban los otros dos, aunque todavía esa hipótesis es una incógnita.

El propietario de “El Cielo” salió de ahí y regresó a su casa en el barrio de Palermo en la madrugada del día 20, a las 4:30 aproximadamente. Evidentemente no temía ser atacado, porque dejó su auto en una cochera y caminó varios metros hasta la puerta del edificio donde vivía. De repente, alguien –muchos creen que era un conocido- se le acercó lo suficiente como para sorprenderlo con un disparo a la cabeza y a quemarropa.

Se cree que “El rey de la noche” estuvo más de una hora sin capacidad de razonamiento, intentando abrir la puerta del edificio para refugiarse en su departamento. Los forenses creen que la bala ya había afectado el cerebro al punto de dejarlo sólo en “piloto automático”, manejándose según instintos. Un empleado de un puesto de diarios declaró más tarde que lo vio luchando con la puerta y, tomándolo por un simple borrachín, ni se acercó. Recién cuando amaneció el portero bajó y lo vio herido. Hasta hoy nadie entiende cómo logró subir hasta su departamento casi sin ayuda. Armentano fue trasladado al hospital gracias al llamado del portero.

Recién siete horas después el juez Francisco Trovatto fue notificado del ataque. Según testimonio del encargado del edificio, al rato de que se llevaran a Armentano al hospital se aparecieron por el lugar varios hombres, entre ellos el mismísimo Cóppola, a quien acusan de subir al departamento de la víctima para retirar cosas, entre ellas, un misterioso portafolios que no tenía al ingresar.

La identidad del asesino es un misterio. Armentano, de 37 años a la fecha del ataque, no llegaría a declarar. Falleció dos días más tarde en el Hospital Fernández.

Las hipótesis y el entorpecimiento de la causa

De todas las versiones que circularon tras la muerte de Poli, la que menos adeptos ganó es la que siempre sostuvo su hermana, Andrea Armentano, y sus más íntimos amigos, quienes aseguraban que lo habían sentenciado a muerte por negarse a vender drogas en sus establecimientos. “Poli molestaba porque no quería vender droga en su negocio”, dijo Andrea al programa Cámara del Crimen. Sus amigos también insisten en que él ni siquiera bebía.

Andrea también se refirió a otra hipótesis, la de una supuesta deuda que su hermano tenía con Cóppola, a la cual relativizó. Según ella, no era una deuda documentada y tampoco tan importante como se dijo. Al menos, no tanto como para enviarle un sicario. Además, la hermana de Poli se refirió a una tercera hipótesis que circuló fuerte por aquellos años, cuando se dijo que Carlitos Menem Jr. había ordenado la muerte de Armentano en represalia por una relación sentimental que mantenía con Zulemita Menem. Andrea negó que tal relación haya existido.

Una cuarta hipótesis que circuló sobre esta muerte involucraba otra deuda, esta vez con un entonces desconocido Daniel Bellini. Sí, el dueño del boliche Pinar de Rocha, que 14 años después del asesinato de Poli iría a la cárcel por matar de un tiro en la cabeza a la joven bailarina Morena Pearson, madre de su pequeña hija. La versión es que Armentano le debía a este señor $ 300.000, mucho dinero en la época del 1 a 1. Esta supuesta deuda tampoco pudo ser comprobada.

El caso de Armentano tuvo todas las características de un crimen ideado desde el poder, por el evidente nivel de encubrimiento que tuvo y que hizo imposible hallar a un culpable. Hubo detenidos que luego eran liberados, pistas que no llevaban a ninguna parte y para los más suspicaces, detalles que molestaban. Por ejemplo, la presencia de la hija del presidente de la Casa de la Moneda de entonces, Armando Gostanian, que se desempeñaba en el juzgado que tramitaba la causa, con todas las posibilidades que eso significaba que el Presidente de la Nación se mantuviera informado sobre las novedades de la investigación.

También fue llamativo que declararan todos los que estuvieron en contacto esa noche con la víctima, menos el secretario de Presidencia. Hernández nunca fue convocado por la Justicia.

Una de las primeras en entablar una investigación extra judicial sobre esa muerte fue Elisa Carrió. Hace poco, Lilita recordó el caso en un reportaje concedido a Mariana Fabbiani, donde reveló que fue un sicario italiano el que se hizo cargo de matar a Armentano.

Después de Trovatto vinieron más jueces, más de 20, que lograron por fin enredar las cosas lo suficiente como para que todo quedara en la nada. Hasta hoy Cóppola es el único que fue imputado no procesado como autor intelectual del crimen, pero la investigación se perdió en el tiempo y prescribió en 2006.

Los restos del “Rey de la Noche” descansan en una bóveda del Cementerio de la Recoleta, sin haber podido contar la historia violenta de sus últimas horas en la Tierra y sin que su crimen haya sido resuelto.

(Fuente: Agencia Nuevas Palabras)

Dejá tu comentario