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Platos, sabores y más... Pan, el gran alimento de todos los tiempos

Blanco o negro, en sándwich o solo, el pan es uno de los alimentos más ricos. En DiarioVeloz.com te contamos sobre su historia. ¿Cuál es tu variedad favorita?

Por Nieves Otero

notero@diarioveloz.com

@nieves_otero

Blanco, negro, tostado, crocante, solo o con manteca, el pan es un alimento universal. Rico como pocas cosas. Hoy en DiarioVeloz.com te contamos sobre la historia de este alimento milenario.

De paso, esperamos que vos nos cuentes cuál es tu tipo de pan favorito y cómo te gusta comerlo.

Su nombre proviene del latín "pannus" y significa "masa blanca"... se mataron pensando un nombre. Su origen se remonta a miles de años y se cree que sirvió de alimento en la pre historia. Por aquel entonces, según los estudios, el pan consistía en una masa de granos semi molidos, apenas húmeda que a falta de hornos, se cocinaba al sol sobre una piedra caliente.

Para llegar desde ese pan hasta el que comemos actualmente, hubo tres hitos: la mejora en los mecanismos de pulverización de los granos, la mejora en los microorganismos de la levadura y la evolución de los hornos.

Los egipcios también habrían basado su pirámide alimenticia en el pan y hasta habrían sido ellos quienes utilizaron la levadura y los hornos por primera vez. Este alimento tenía tal importancia en su civilización que hasta lo usaron como moneda de pago en los jornales.

¿Qué mejor picada que una que contenga pan y aceitunas? Bueno, en Roma, la dieta se basaba en esos dos ingredientes. Fueron justamente los romanos quienes popularizaron su consumo del pan, aunque con la caída del imperio romano se produjo un desabastecimiento de trigo, lo significó una merma la oferta.

Más adelante, en la Edad Media se comenzaron a usar otras harinas, como cebada, centeno o avena, lo que sirvió para apalear los problemas de desabastecimiento de trigo.

Luego, los tres factores antes mencionados (molienda del trigo, avances en la levadura y hornos superiores), hicieron del pan el alimento que hoy conocemos, popular, mucho más fácil de hacer y sobre todo riquísimo.

Hoy podríamos decir que hay un tipo de pan para cada gusto y para cada ocasión.

Baguette: sin dudas es uno de los más ricos de todos, inclusive para comer solo tal cual sale de la panadería, si está tibio mejor aún. No es mito, en París la gente camina por la calle con una baguette debajo del brazo. Hecho con harina de trigo, más lago que ancho y de corteza crujiente, en 1993, Francia dejó sentada en una ley la definición de la verdadera baguette de tradition, dicha ley establecía que sólo podía realizarse con métodos antiguos.

Pan de molde: es el clásico pan lacteado. Un pan industrial en forma de barra y feteado. Es ideal para hacer sándwiches.

Pan de Viena: la masa, además de harina, agua y levadura lleva manteca, huevos y azúcar. De color oscuro, su sabor es suave y algo dulce. Riquísimo, se usa para comer con salchichas. Aunque solo o con un poco de manteca no tiene desperdicio.

Ciabatta: es un pan rectangular de corteza dura. Tiene aceite y harina espolvoreada sin hornear por encima. De origen italiano, fue inventado hace muy poco, en los '80. Recomiendo rellenarla con queso y unas rodajas de tomate y darle un toque de tostador para que quede más crocante y el queso se funda.

Estas son sólo algunas de las variedades. Hay muchas más para elegir. Uno de mis panes favoritos es la baguette, recién comprada en la panadería, salida del horno.

¿Cuál es tu pan favorito y cómo te gusta comerlo?