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Piden prisión perpetua para el acusado por el crimen del profesor de gimnasia

Un fiscal de juicio pidió la pena de prisión perpetua para un joven acusado del crimen de Hernán Landolina, el profesor de gimnasia.

Fuentes judiciales informaron a Télam que el pedido del fiscal Ariel Julio Panzoni recayó sobre Fabián Alejandro González (23), a quien acusó como coautor del delito de "homicidio criminis causa", es decir, que le imputa haber matado para lograr la impunidad de otro delito, en este caso el robo.

En su alegato de esta tarde ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Matanza, Panzoni señaló como uno de los agravantes del imputado la participación en el hecho de menores de edad.

A su turno, el abogado Carlos Babington, quien representa a la viuda de Landolina como particular damnificado, adhirió a la solicitud del fiscal y añadió como agravante la actuación "mancomunada" de tres personas en el homicidio.

Además, el letrado querellante pidió a los jueces Marcos Fiumara, Gerardo Gayol y Nicolás Grapassonno que, subsidiariamente, se condene a González a 30 años de prisión por el delito de "homicidio en ocasión de robo".

Por su parte, el defensor particular Juan Carlos Rivero, pidió la absolución del imputado al sostener que no existen pruebas suficientes que acrediten la autoría material de González ni que lo ubiquen en la escena del crimen.

El abogado sostuvo que, en caso de que se lo condene a González, éste deber ser considerado un "partícipe secundario" del hecho, no un "coautor".

Tras los alegatos, el acusado pronunció sus "últimas palabras" del proceso y aseguró ser inocente del crimen.

Luego, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta las 12.30 del viernes próximo cuando dará a conocer su veredicto en la sede de Entre Ríos 2795 de San Justo, en el oeste del conurbano.

El debate comenzó esta mañana con la declaración de varios testigos que dijeron haber visto al acusado parado junto a la camioneta de la víctima y a ésta tirada en el suelo.

Por este mismo hecho, el 29 de marzo, el Tribunal de Responsabilidad Penal Juvenil 1 de La Matanza condenó a 10 años de prisión a dos adolescentes de 18 años, que al momento del homicidio tenían 17.

En aquella oportunidad, los dos jóvenes fueron hallados culpables del delito de "robo con homicidio resultante", con el agravante del "uso de arma de fuego".

Durante ese juicio declararon varios policías que detuvieron a González, los dos adolescentes y una mujer que había sido concubina de uno de los chicos y que indicó que su pareja le dijo que se había "mandado una gran macana" y estaba arrepentido.

Tras esas testimoniales, los dos imputados aceptaron declarar ante el Tribunal y finalmente confesaron haber cometido el hecho.

Los adolescentes contaron cómo González los pasó a buscar por la Villa Cildáñez y comenzaron a seguir la camioneta de Landolina para robar ese vehículo.

De acuerdo a los acusados, uno de ellos tenía un arma de fuego que se la había entregado el tercer sospechoso pero que le había dicho que no estaba apta para disparar.

Los imputados relataron que al ver que Landolina detuvo su camioneta lo abordaron para que descendiera de la misma, momento en el que se originó un forcejeo en el que se les escapó un tiro.

Landolina (42), preparador físico de deportistas de alto rendimiento, fue asesinado el 3 de marzo de 2009 cuando llegaba a su casa de Irala 2460, de Lomas del Mirador, en La Matanza, a bordo de su camioneta Ford EcoSport.

El hombre fue sorprendido por al menos dos delincuentes armados que lo asesinaron de un disparo en el rostro y le robaron su camioneta, con la que escaparon y pasaron por sobre su cuerpo, que había quedado tirado sobre el pavimento.

La camioneta fue hallada horas después, estacionada en un playón frente a los monoblocks del Barrio Cardenal Samoré, en Villa Lugano, Capital Federal.

El crimen de quien fuera el preparador físico del empresario Guillermo Cóppola movilizó a los vecinos de Lomas del Mirador, que realizaron una marcha por más seguridad.

Los manifestantes no sólo reclamaron por este caso sino también por el crimen de Gustavo Lanzavecchia, el decorador de Susana Giménez, quien había sido asesinado cuatro días antes en un asalto en su casa de esa misma localidad.