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Persiste un grave déficit en el accionar investigativo de los delitos en la Provincia

La necesidad de que se concreten sustanciales mejoras en el accionar investigativo de la Policía y de la Justicia penal ha sido una inquietud compartida por todos los sectores, a través, inclusive, de reformas legales impulsadas y de consistentes expresiones doctrinarias,

Sin que, sin embargo, se hayan experimentado avances significativos. Como bien se sabe, los índices de esclarecimiento de delitos siguen siendo bajos, en una situación que permite, obviamente, aludir a una persistente ineficacia del sistema que debe ser revertida.

Tales reflexiones surgen ahora, como consecuencia de lo ocurrido horas atrás en el resonante caso Pomar. Tal como informaron los medios periodísticos, la madre de una de las víctimas entregó a la Justicia un video casero, filmado por allegados, en el que se simuló un rastrillaje a lo largo de la ruta 31 en donde fue hallada la familia accidentada. Como se recordará, en diciembre de 2009, luego de 24 días de supuestos rastrillajes policiales, los integrantes de la familia Pomar fueron hallados muertos al costado de esa ruta junto al vehículo en el que viajaban, que se despistó y volcó. Es decir, pasó cerca de un mes para que las autoridades hallaran a las víctimas.

Ahora, un grupo de vecinos de Salto recorrió esa ruta, ocultó diez pelotas de fútbol en los pastizales -es decir, se habla de un objeto 200 veces más pequeño que un automóvil- y otro grupo de voluntarios encontró nueve de las diez pelotas en cuestión de pocas horas. En fuentes judiciales se aseguraba que este video compromete gravemente a la investigación realizada por la Policía y abre además serias dudas acerca de si, efectivamente, se desarrollaron en su momento los rastrillajes anunciados.

En realidad, no importa tanto hablar de un caso particular como de formular consideraciones de índole general, que puedan ser válidas, acerca de la necesidad de que se alcance, cuanto antes, una mayor eficacia en la estructura policial y judicial de la Provincia, en lo que se refiere fundamentalmente a la investigación de los delitos penales. Podría agregarse aquí el episodio, acaso una suerte de trágico calco, ocurrido en nuestra ciudad hace pocos meses, en el que el cadáver de una mujer asesinada apareció, ocho meses después del homicidio, enterrado en la casa de su ex marido, ubicada a metros del domicilio en el que residía la víctima.

Tanto en esos dos resonantes episodios, como en muchos otros en los que se investiga en forma tardía, errática y deficiente, quedan a la vista verdaderas muestras de ineficacia policial y judicial. Investigaciones realizadas durante muchos meses derivan, no pocas veces, en burdos fracasos.

Es bien sabido que al sancionarse la reforma de la Constitución bonaerense de 1994, quedó a medio camino la creación de la Policía Judicial, un cuerpo especializado, de probada eficacia en muchos países, que se dedicaría a actuar exclusivamente en el esclarecimiento de los delitos.

Está claro que la Provincia necesita intervenir para que se mejore en forma sustancial la capacidad investigativa penal. Sin un mejor nivel continuarán los errores y los fracasos. Y en un contexto de inseguridad, en el que la ciudadanía reclama eficacia y compromiso para enfrentar a la delincuencia, el accionar policial y judicial parecería estar por debajo del piso. De allí que se imponga una modificación en el rumbo, de modo de evitar que la población pueda sentirse indefensa y desprotegida.