DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

"Nunca vi llorar a un hombre tanto como al General Perón"

María Eugenia Álvarez, la enfermera de Eva Duarte de Perón y testigo de sus últimos minutos de vida, habló con "Hola Chiche" acerca de la enfermedad de quien fue la esposa del ex presidente, Juan Domingo Perón, a 60 años de su deceso.

María Eugenia Álvarez, la enfermera de Eva Duarte de Perón y testigo de sus últimos minutos de vida, dialogó con "Chiche" Gelblung acerca de la enfermedad de quien fue la esposa del ex presidente, Juan Domingo Perón, a 60 años de su deceso.

Álvarez afirmó que el año en que murió Eva "fue en el 52 y yo tenía 21 años. Los últimos minutos de la vida de Eva los tengo muy presente y me acompañarán toda mi vida porque era una gran señora, una gran mujer, muy sensible, que pensaba en los niños, en su patria, en las mujeres. Los médicos que la atendían tenían sus temas de conversación con ella. En esa época no se les decía a los pacientes sus diagnósticos. El señor General estaba al tanto de todo. Como esposo de Eva Perón y como Presidente, los médicos lo mantenían informado acerca de todo lo que iba sucediendo. Al General Perón se le informó inmediatamente de la enfermedad de Eva. Ella no era una mala paciente, al contrario. En algún momento dijo "esto me lo mereceré". Era una mujer de carácter. Era una niña humilde que fue adquiriendo conocimientos a través del tiempo. Era un ser humano que en la vida le tocó ayudar, ya venía con eso. Hoy es un día tremendo para mi porque sé cómo era Eva Perón y cómo sentía".

Respecto a cuándo y cómo fue que la conoció, Álvarez dijo que fue "cuando trabajaba en el Hospital Rivadavia. Tomé conocimiento personal para atenderla en el mes de febrero del año 42. Fui a hablar con el director del hospital y me dijo que me fuera a mi casa y que mañana a la mañana me uniformara correctamente que iba a tener que iba a ver a la señora Eva Perón. Yo soy Evitista. Ella sabía que me encantaban todas sus obras sociales. El primer contacto que tuve con ella fue cuando la operaron del ápendice".

Por último y  en relación a los últimos momentos de vida de Evita, dijo que "quien estaba permanentemente con ella y no se le despegó fue el General Perón, yo junto a mi hermana Rita. Cuando ya estaba grave estaban su mamá y sus hermanas. Ella murió en la residencia, nunca salió de allí. Todo se llevó a cabo en la residencia de Aguero y Libertador. El 26 de julio  las 20:25 fue el momento en que murió Eva Perón. El General amaba a Eva Perón. Nunca vi llorar a un hombre tanto después de la muerte de una mujer. Recuerdo que me dijo "que solo me quedo" y que yo, para mi misma pensé "que solo y quién te va a cuidar la espalda".