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No más ebrios: Lanzan al mercado una pastilla para evitar el alcoholismo

El medicamento se toma en forma preventiva, por ejemplo, antes de entrar a un boliche o en situaciones en las que se vaya a sentir una "tentación" por tomar alcohol. ¿Querés saber cómo funciona? Enterate más en esta nota.

Por primera vez en su historia, la Unión Europea, aprobó un fármaco que actúa sobre el cerebro para reducir las ganas de tomar alcohol. Según sus fabricantes, la píldora es tan efectiva que en sólo un mes logra bajar el consumo un 40%. Pero expertos locales reciben la noticia con cautela.

La droga, autorizada el jueves, debutará en farmacias de Europa a mediados de año con el nombre de "Selincro", y la idea es consumirla en forma preventiva, poco antes del momento de mayor tentación a consumir alcohol. Por ejemplo, previo a entrar en el boliche. "Se toma cada día que el paciente anticipa un riesgo de consumir alcohol, preferentemente una o dos horas antes", detallaron Biote Therapies y Lundback, las empresas detrás del lanzamiento.

La medicación no será para cualquiera: está indicada para adultos con graves problemas de alcoholismo. Es decir, hombre que ingieren más de 60 gramos diarios de alcohol (unos 6 vasos) o las mujeres que toman más de 40 (4 vasos). Recomiendan emplearla como parte de un tratamiento más amplio, con apoyo psicológico continuo.

Gersel Pedersen, jefe de Investigación del laboratorio danés Lundbeck, explicó cómo funciona: el nalmefeno –así se llama el fármaco– "actúa sobre el circuito de recompensa del cerebro, que está mal regulado en los pacientes con dependencia del alcohol". Esa acción, agregó, termina por "reducir el deseo de beber alcohol".

En ensayos clínicos con 2.000 pacientes, Selincro "redujo en casi el 60% el consumo de alcohol después de seis meses de tratamiento", y en un 40% al cabo del primer mes.

La cifras son alentadoras, pero sin embargo, expertos locales en adicciones plantearon algunos reparos y consideraron que, aún cuando la pastilla sea efectiva para reducir el deseo de tomar, no hay que pensar que por sí sola podrá solucionar el problema: "Cuando tratamos con personas, no hay pastillas mágicas. El fármaco, a lo sumo, podría acortar el tratamiento, pero hay que ver qué pasa cuando el paciente deja de tomarlas, porque podría terminar haciéndose adicto a la pastilla", planteó Inés Valdez, psicóloga especialista en adicciones de la Fundación Manantiales. Y añadió: "Aunque se logre reducir el deseo, no habrá recuperación si no se ayuda a la persona a tomar conciencia de su problema; por qué toma".

Actualmente, la bebida preferida de los argentinos es la cerveza. Mientras que a principios de los 90 su consumo tocó los 20 litros anuales por habitante, en 2007 ascendió a 41, y ahora ya superaría los 45. Otro clásico, el vino, está en baja, pero cada argentino aún consume más de 23 litros por año.