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No hubo acuerdo por el subte B y se pasó a un nuevo cuarto intermedio

Las reuniones continuarán hoy pero los metrodelegados aseguraron, de todas formas, que las negociaciones "están cerca" de llegar a a su final.

Representantes gremiales de los trabajadores del Subte, la empresa concesionaria Metrovías y la estatal Sbase quedaron esta noche más cerca de alcanzar un acuerdo en el conflicto laboral por el cual el recorrido de la Línea B se efectúa de manera reducida.

Reunidos desde las 16:00 en la Subsecretaría de Trabajo porteña, donde las deliberaciones se prolongaron durante unas siete horas, hasta las once de la noche, las partes resolvieron pasar a un nuevo cuarto intermedio hasta mañana a las cuatro de la tarde, pero lograron acercarse y el acuerdo definitivo "está cerca" de concretarse.

Así lo planteó el abogado de los metrodelegados Luis Ramírez, que en declaraciones a Noticias Argentinas dijo que en caso de que las negociaciones de este jueves lleguen a buen puerto, el próximo martes las formaciones de la Línea B llegarían hasta las nuevas estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas -una de las cabeceras del recorrido-.

Ramírez dijo que los reclamos en torno a las condiciones de seguridad que expusieron los trabajadores a la hora de objetar ambas estaciones, inauguradas hace menos de dos semanas por el Gobierno porteño, "están siendo atendidos por la empresa", aunque queda pendiente una revisión conjunta de la zona de cocheras, en donde -según los metrodelegados- habría filtraciones de agua que ponen en peligro la vida de los operarios.

"Hay un montón de detalles que no se pudieron precisar, por lo que no fue posible llegar a un acuerdo definitivo, pero hubo avances y el acuerdo está cerca, aunque es dificultoso", dijo el letrado.

Las partes lograron, en principio, llegar a un punto intermedio entre las pretensiones del sector empresario y la postura de los trabajadores en cuanto a la extensión de la jornada laboral, por lo que este viernes los trabajadores de la Línea B del Subte comenzarían a realizar cuatro vueltas y media, llevando las formaciones desde la cabecera Leandro Alem hasta la nueva estación Rosas, pasando por Echeverría.

Ramírez sostuvo, de todos modos, que resulta "engorroso" elaborar un diagrama de trabajo que pueda ser sostenido en el tiempo, por lo que aún es necesario que los trabajadores sigan negociando con la empresa, por más que el conflicto lleve casi dos semanas de duración.

El abogado se mostró optimista frente a la posibilidad de que las partes involucradas en esta disputa continúan avanzando mañana hacia una solución, pese a que en las últimas horas se involucró la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en el conflicto, gremio que fue convocado para este jueves a las 10:00 para sentarse en la mesa de deliberaciones.

Ramírez dijo que a los metrodelegados de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) le restaron importancia al desembarco de la UTA en la negociación: "Es un tema político", sostuvo el letrado.

"La UTA firmaría mañana algo parecido a lo que van a terminar firmando los trabajadores del Subte (por la AGTSyP) si de dan las condiciones. Se ve que como el acuerdo está cerca, no quieren quedarse afuera, pero a los metrodelegados no les preocupa lo que haga la UTA", aseguró Ramírez.

El abogado dijo, finalmente, que el sector empresario se comprometió a atender los reclamos en cuanto a higiene y seguridad laboral de los trabajadores: la Línea B funciona con un tercer riel, es decir, un tendido eléctrico al ras del piso, por lo que cualquier filtración de agua puede resultar fatal para los operarios.

Además, ambas partes -empresarios y metrodelegados- asistirán a una revisión conjunta de las cocheras, cada una llevando sus propios inspectores, a fin de comprobar si pueden o no ser habilitadas para su utilización.

La de este jueves será la sexta reunión que las partes mantienen para destrabar el conflicto desatado a partir de la decisión de los operarios de trabajar en las dos nuevas estaciones que el Gobierno porteño inauguró el 26 de julio pasado, por considerar que sufren filtraciones y tiene desperfectos técnicos que ponen en riesgo la vida de empleados del Subte y pasajeros.

En la estatal Sbase, en cambio, sostienen que el principal conflicto es por el cambio de la jornada laboral, ya que estas dos nuevas estaciones, Echeverría y Juan Manuel de Rosas, suponen más tiempo de trabajo para los operarios de esa línea.