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Nazis de derecha, nazis de izquierda, nazis en Canal 7: ¿Sopa de nazis en la Argentina?

Biondini, Quebracho, La Cámpora, Luis D`Elia y otros son los inefables partícipes en toda marcha contra el Estado de Israel.

Por si hace falta presentar credenciales. Fui uno de los primeros judíos en entrar a la Embajada de Palestina en Buenos Aires (propiedad del Estado que Menem siempre generoso con los bienes que no son suyos la cedió sin cargo).

El entonces embajador (Akel) fue un hombre con algunos antecedentes dudosos en el mundo de los negocios, pero fue nombrado directamente por el entonces jefe de la OLP, Yasser Arafat.  Yo había mencionado como mis favoritas una expresión de Arafat en las Naciones Unidas, cuando dijo: "Traigo una rama de olivo (símbolo de paz) .en una mano y un fusil en la otra, no dejen que caiga el olivo". 

Mi comentario para algunos fue hereje, pero no dudé en reconocer que Arafat me causaba respeto total más allá de su pasado terrorista. El fundador de la OLP vivió siempre muy austero, mientras otros líderes árabes lo hacían en palacios con baños de oro y lujos indiscriminados. Ninguno de los países sentados sobre océanos de petróleo ayudaban a sus hermanos palestinos, ni Kaddafy, ni Moubarack, ni Sadam Hussein. De todas maneras, palestinos e israelíes tienen que llegar a un acuerdo urgente pues esa gente no debe vivir desterrada siempre. Herman Schiller, fundador del Movimiento Judío por los Derechos Humanos, coincidía a mi lado en reconocer al ya muerto Arafat como un hombre digno que luchaba por una causa y no ostentaba riqueza alguna.

Un personaje de rulitos, bajito y delgado, justificó hace días en el noticiero de Canal 7 el asesinato de tres estudiantes judíos en manos de grupos terroristas. Cada vez que habla de Israel le sale un pequeño Hitler de adentro, en todo su discurso televisivo hace poses y esos modales grotescos como queriendo imitar en todo al jefe nazi en su relato antisemita. Lo hace desde la TV oficial, o sea, le pagamos todos.

La jueza Servini de Cubria dio libre vía electoral a la agrupación "Alerta Nacional" de filiación nazi.  Ya se sabe que no convocan ni para llenar una cabina telefónica,  pero es otro grano de arena a las playas del nazismo.

Luis D´Elia, La Cámpora, Quebracho y Alerta Nacional estuvieron juntos protestando frente a la Embajada de Israel antes y ahora guardan silencio o a lo sumo justifican como el pequeño hombrecito de Canal 7 el triple crimen. Si Israel lanza una ofensiva contra los terroristas que mataron a los estudiantes, volverán a unirse como han hecho siempre.

Del INADI ya se sabe que no se puede esperar nada. Esta gente ya tiene la cabeza hervida y es imposible que cambien ya de grandes. Si es un problema cultural la difusión del nazismo o de ideas parecidas, ¿qué papel le corresponde al Ministerio de Cultura? ¿Podremos saben en algún momento qué planes tiene para poner en movimiento Teresa Parodi? Porque ya lleva un tiempito en su cargo, ingresando gente amiga al Estado pero nada se sabe de lo que hace o pretende poner en práctica.

Algo seguro, política de cultura cero frente a la intolerancia nazi no habrá.  Desde que la última dictadura la promovió como cantante de los valores nacionales, Parodi siempre supo no contradecir al Estado que la apoyaba.

¿Y la Secretaria de Pensamiento, dirá algo de la sopa de nazis que nadan en la Argentina?

Una anécdota sobre Alejandro Biondini (Alerta Nacional) que se remonta a épocas de Alfonsín, cuando se fundó ese grupo. La Policía Federal lo detuvo por discriminación y lo mandó a un calabozo donde yacía otro poli que hizo de preso, para charlar con Biondini.

El poli contaba que a la noche Biondini dio un salto de la cucheta diciendo que Hitler se le había aparecido en sueños dándole indicaciones para que el nazismo crezca en la Argentina.

Sí, en la Argentina hay chiflados analfabetos, chiflados ilustrados y chiflados que hablan en la TV pública. Sopa de nazis y de chiflados.