Moreno, recargado para lo que viene
*Por Daniel Fernández Canedo. La designación de Hernán Lorenzino al frente del Ministerio de Economía fue interpretada como un paso de acercamiento del Gobierno a los mercados.
En el imaginario empresario, Lorenzino representa la posibilidad de una flexibilizaciónde la posición de la Casa Rosada respecto del mundo financiero.
Se trata de un experto en finanzas, que entiende de negociaciones y que encararía la concreción de un acuerdo con el Club de París por los más de US$ 7.000 millones que el país le adeuda.
En ese tren, el futuro ministro de Economía sabe que, para el acuerdo, las reglas del Club de París contemplan que los países deban tener algún tipo de visado del FMI , posibilidad que hoy aparece lejana.
La Presidenta rechaza cualquier acuerdo y el Fondo dice que para avanzar hay que solucionar la falta de credibilidad de las cifras del INDEC. Casi un diálogo de sordos.
Igualmente, el sucesor de Amado Boudou, abre alguna esperanza de cambio para que la Argentina deje de pagar las altas tasas de interés que afronta cada vez que, por ejemplo, la ANSeS sale al mercado a vender bonos nacionales para conseguir dinero.
Pero Lorenzino estará lejos de ser un ministro de Economía pleno . En la práctica, Guillermo Moreno lo seguirá siendo.
Hace unos días la Presidenta había destacado el accionar del secretario de Comercio Interior en lo que respecta a tratar de equilibrar el comercio exterior.
Como si la diferencia entre exportaciones e importaciones fuese una cuestión de administración y no el resultado del nivel de producción y gasto de la economía, el Gobierno insistiría con las presiones, aprietes y arbitrariedades que tanto le gustan.
Moreno ganará poder sobre el manejo del comercio exterior con lo cual manejará los precios, la inflación, el dólar, las exportaciones e importaciones, un verdadero superpoderoso . Un Moreno recargado se proyecta para la nueva etapa de la Presidenta, en la cual la economía va perdiendo brillo.