"Más que una crítica, es una autocrítica"

Reinado. Bach y Maculán rodean la estatua de Cristina-Nefertiti. "Quisimos destacar su gran autoestima", dicen.

Es el vientre monstruoso de la Patria, embarazada de nosotros mismos. De las pesadillas, los sueños, las frases cursis y los políticos que supimos conseguir, primero, y votar, después. Es Carlos Menem empelucado, y convertido en un Luis de Francia. Es Cristina Fernández vuelta Nefertiti. Y es, en el colmo de lo tragicómico, el excanciller Guido Di Tella transmutado en una figura mitad traje y corbata, mitad nalga desnuda. "El saludo protocolar del canciller Guido", se lee al pie de la estatuilla impúdica que hace de las "relaciones carnales" una literalidad. El universo soñado por el escultor Jorge Maculán y realizado por el artista Pablo Bach inquieta, no ya por lo que muestra (presidentes como reyes, sindicalistas como dioses paganos, un Perón sentado sobre el mundo) sino por los ecos que cada cosa hace reverberar en nuestras cabezas. Allá van, pues, Néstor y Cristina en "el tren bola", y surge de las profundidades de un inodoro la cabeza de Elisa Carrió (aquí llamada la diputada Bolita) denunciando malolientes chanchullos y anunciando higiénicas hecatombes. Los visitantes de la muestra "El reino de Bolonquia" (hasta fines de septiembre en galería Leonardo Da Vinci) sonríen ante las piezas. Es el pasado que vuelve. Y se nos ríe en la cara.

Noticias:¿Qué es este Perón sentado sobre el planeta?

Jorge Maculán: Es el pantócrator ("rey del mundo", en griego) una figura de los mosaicos bizantinos que representa a Dios sentado sobre el mundo. Las mujeres de bronce que aparecen abajo aluden a las chicas de la UES. Yo nací en 1955, así que imaginate que viví cosas. Pero el detonante de esta muestra fue que gracias al regreso de Pablo pude comenzar a pensar en concretarlo. Porque yo no hago caricaturas.

Noticias: ¿Alguien se dio por "ofendido" con la muestra?

Maculán: No, por suerte no. Esta muestra está hecha para gente que no se ofende, y que tiene sentido del humor.

Noticias: ¿Nuestros políticos son más "caricaturizables" que los de otras latitudes?

Pablo Bach: No, en todos los países son iguales. Viví 23 años en Inglaterra e hice 14 años el programa "Spitting Image", con muñecos de políticos, luego también de celebridades. Comenzamos en la época de Margaret Thatcher y nadie nos molestó, tal vez porque la sátira es parte de la democracia. Acá también hubo siempre una tradición de caricaturas políticas, que dio origen a "El Mosquito", "Caras y Caretas" y demás. Al pobre Andrés Cascioli le tocó la dictadura y sobrevivió como pudo.

Noticias: ¿Y por qué volvió al Reino de Bolonquia?

Bach: ¡Porque era el reino en que nací! (risas). Los dos teníamos ganas de reírnos de todos los políticos, sin distinción de ideologías. No queríamos reírnos de la democracia, sino de ellos, porque con los políticos siempre hay algo de qué reírse. Pero en parte es como un alivio para la gente, la caricatura es siempre como una simbiosis entre uno y el público, exige una complicidad entre el artista y la gente.

Noticias: ¿Y el público cómo reacciona?

Maculán: Se ríe mucho. Les gusta el humor y la calidad de las caricaturas. Salvo una que puso en el libro de visitas: "Una muestra muy gorila".Y no sé todavía si no fue una humorada.