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Los videntes ¿pueden resolver casos policiales? (III)

Denominados "detectives psíquicos", se involucran en crímenes, desapariciones y diversos delitos con el afán de resolverlos mediante sus capacidades paranormales.

Numerosos estudios dan cuenta del interés de los investigadores por determinar si es real o ficticio ese supuesto "sexto sentido" de algunas personas para resolver casos policiales. Uno de los primeros trabajos fue realizado por Filippus Brink, oficial de la policía holandesa. Durante un año trabajó con cuatro psíquicos a quienes se les mostraba varias fotografías y objetos para que describieran los crímenes ocurridos. Algunas de las fotografías/objetos estaban relacionados con crímenes reales y otras no. En un informe a INTERPOL Brink señaló que los psíquicos habían fracasado para proveer información que pudiera ser de alguna utilidad para un investigador [Brink, F. (1960) Parapsychology and Criminal Investigation. International Criminal Police Review 134, 3-9].

El equipo de psicología del Departamento de Policía de Los Ángeles (EE.UU.) contaba con el antecedente de un trabajo con dos psíquicos que, en forma individual, se ocuparon de dos casos de homicidio. En ambas situaciones, la información proporcionada por los videntes careció de valor para asistir a los investigadores. No obstante, en 1978 el personal de la Sección de Servicios de Ciencias Comportamentales, bajo la dirección del Dr. Martin Reiser, emprendió una investigación con un diseño a doble ciego con doce psíquicos, ocho de ellos "profesionales". El propósito era determinar la utilidad de la información que ellos podían proporcionar sobre crímenes de extrema gravedad.

Un investigador, que no tenía participación directa en el experimento, seleccionó cuatro crímenes: dos resueltos y dos sin resolver. A los sujetos se les proporcionaron elementos ensobrados que formaban parte de las evidencias físicas de cada crimen. Tanto ellos como los investigadores desconocían el origen de las evidencias. Los datos fueron agrupados en categorías que se desprendían del informe original de los delitos: tipo de crimen cometido, víctima, sospechoso, descripción física y lugar del crimen. El análisis de los resultados demostró que los psíquicos no proporcionaron información adicional significativa para solucionar los crímenes, era de poco valor para la investigación y no superaba lo esperable por azar; esto llevó a los investigadores a la conclusión de que "la utilidad de los psíquicos como auxiliares de la investigación criminal no había sido verificada" [Reiser, M.; Ludwig, L.; Saxe, S. y Wagner, C. (1979) Evaluation of the Use of Psychics in the Investigation of Major Crimes. Journal of Police Science and Administration 7, Nº 1, 18-25].

Nuevo intento

Aunque hasta ese momento la experiencia con los psíquicos había sido totalmente improductiva, se planificó un nuevo experimento que incluía dos grupos control. Este diseño experimental permitiría comparar la información de los psíquicos con la de personas que no se atribuían esas capacidades. Quedaron formados tres equipos: el grupo experimental con doce "sensitivos", el grupo control A con once estudiantes, y el grupo control B integrado por doce detectives de homicidio.

El procedimiento fue prácticamente similar al anterior: a doble ciego, cuatro crímenes reales (dos resueltos y dos no) y elementos como evidencia física.

El análisis de los resultados fue más que revelador. Aun cuando los psíquicos produjeron aproximadamente diez veces más información que la proporcionada por los grupos control -lo cual haría suponer una ventaja con mayor cantidad de aciertos-, los resultados, por el contrario, demostraron que los sensitivos fueron incapaces de producir información más significativa que la de los otros grupos. Incluso en las afirmaciones precisas fueron superados por un pequeño margen por los estudiantes y los detectives. La evidencia fue consistente con el anterior estudio: los datos indicaron que los sensitivos no producen información útil para la investigación ni nada que supere lo que se puede esperar por simple azar [Reiser, M. y Klyver, N. (1982) A Comparison of Psychics, Detectives, and Students in the Investigation of Major Crimes. Police Psychology: Collected Papers, 260-67, Lehi Publishing Co., Los Angeles].

Confirmando fracasos

Dos estudios de similares características confirmaron estos resultados por otros investigadores. En ambos casos se utilizaron a estudiantes como grupo control. En 1984 un equipo de la cadena KUSA-TV de Denver, Colorado (EE.UU.), testeó a los psíquicos con seis casos de los departamentos de policía locales. Tanto psíquicos como estudiantes obtuvieron resultados al azar [Lucas, W. (1985) Police use of psychics: A waste of resources and tax money. Campus Law Enforcement Journal, 15: 15-21].

En agosto de 1994, la producción del ciclo televisivo "El Universo Misterioso de Arthur C. Clarke" convocó a Richard Wiseman (psicólogo de la Universidad de Hertfordshire), Donald West (ex profesor de criminología de la Universidad de Cambridge) y Roy Stemman (periodista de la revista Psychic News), para diseñar una investigación y llevar a cabo pruebas con tres psíquicos británicos: dos ellos trabajaban como "videntes profesionales" y el tercero había captado la atención de los medios periodísticos y afirmaba que había hecho predicciones -en forma consistente y precisa- sobre crímenes, ataques terroristas y accidentes aéreos.


El grupo control lo integraban tres estudiantes que fueron reclutados del Departamento de Psicología de la Universidad de Hertfordshire y ninguno de ellos afirmaba tener capacidades extrasensoriales o algún interés especial en la criminología. Eso no fue obstáculo para que su rendimiento fuera superior al de los psíquicos.

El estudio comparado se llevó a cabo con tres objetos relacionados a diferentes crímenes y que fueron proporcionados por el Sgto. Fred Feather, curador del Museo Policial Essex.

Dichos objetos les fueron presentados a los participantes para que hicieran un relato en base a las ideas, imágenes y/o pensamientos que vinieran a sus mentes y estuviesen relacionados con los delitos cometidos. Después de filmar los comentarios les entregaron hojas que contenían 18 declaraciones en orden aleatorio y de las cuales 6 eran verdaderas con respecto a cada uno de los crímenes pero falsas con respecto a los otros dos. Debían seleccionar las 6 declaraciones que ellos consideraran verdaderas y estaban relacionadas con el crimen en cuestión.

Tanto los psíquicos como los estudiantes obtuvieron resultados que no superaron lo esperado por azar. Y, si bien los psíquicos hicieron muchos más comentarios, no fueron más precisos que los estudiantes. Es más, mientras los tres estudiantes comentaron que no creían haber obtenido buenos resultados, los ingenuos videntes estaban convencidos de su éxito. En síntesis, una nueva decepción extrasensorial [Wiseman, R., West, D. y Stemman, R. (1996) An experimental test of psychic detection. Journal of the Society for Psychical Research, 61(842), 34-45].


Adivina adivinador

Otro que ha dedicado gran parte de su tiempo a la investigación de los detectives psíquicos es el psicólogo británico Ciarán J. O´Keeffe. Especializado en parapsicología y psicología forense, completó su doctorado en la Universidad de Hertfordshire bajo la supervisión de Richard Wiseman y Julia Buckroyd.


Pocos años después del revelador trabajo de Wiseman, West y Stemman (1996), O´Keefe realizó un nuevo experimento comparado con ocho psíquicos y doce estudiantes universitarios en la Universidad de Liverpool (Reino Unido). El objetivo del estudio era hacer un análisis comparativo entre las diferencias de estilo en los relatos proporcionados por los psíquicos y el grupo control. Para eso trabajaron con tres casos criminales y objetos (fotografías y objetos tomados de la escena del delito, y objetos personales asociados con la víctima o el criminal) relacionados a los mismos.

La hipótesis era que los videntes utilizarían muchos ardides comúnmente asociados con las conocidas estrategias de "lectura en frío". Se denomina así a un conjunto de técnicas frecuentemente utilizadas por los adivinos y mentalistas para aparentar un "conocimiento paranormal" sobre alguien o determinada situación. Los investigadores se refirieron a este conjunto de astucias como "retórica psíquica", equiparándola al empleo de una variedad de artimañas para aumentar el poder persuasivo o convencer con los argumentos.

Los resultados no sólo confirmaron que las intuiciones de los psíquicos no eran más precisas que las de los estudiantes, sino que además se confirmó la hipótesis de que los detectives psíquicos apelaban en mayor medida a una variedad de recursos retóricos [O'Keeffe, C. y Alison, L. (2000) Psychic Rhetoric in Psychic Detection. Journal of the Society for Psychical Research, Vol. 64.1, No. 585, pp 26-38].

A mediados de 2005 el programa televisivo "Paranormal?", del National Geographic Channel, abordó en su segunda entrega el tema de los "Detectives Psíquicos". El Dr. O'Keefe fue uno de los expertos que participó y manifestó su escepticismo en base a los muchos años de investigación.


Como se puede apreciar de acuerdo a los resultados de varios estudios controlados, los denominados detectives psíquicos no aportan información útil para la investigación en casos policiales ni algo que supere lo esperable por azar. Por lo tanto, la pregunta de rigor es: ¿para qué insistir con estos oportunistas que sólo pueden hacer perder el tiempo, crear falsas expectativas o desviar la atención sobre objetivos intrascendentes?