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Las predicciones de Jimena La Torre para el 2022

La reconocida astróloga lanzó su nuevo libro "Horóscopo 2022", en el que cuenta cómo será el nuevo año en general, las predicciones signo por signo y los rituales para atraer y aprovechar al máximo la energía.

Predicciones 2022
Predicciones 2022

"Dos, dos, dos. La energía de 2022 es de multiplicación. Llegamos a este año ya habiendo contado con el otro, ya habiendo trabajado con las energías que nos dio el universo y ahora con esta oportunidad de multipli­car  esa  magia  propia  que  está  dentro  de  cada  uno  de  nosotros.  Con  todo  eso, vamos a cerrar un ciclo que da lugar al comienzo de un cambio de era cuyas vibraciones sentimos desde los inicios de esta década y que de a poco empezamos a aceptar", comienza diciendo Jimena La Torre en su nuevo libro.

Y detalla: "En  2022  el  signo  de  Piscis  está  a  la  cabeza,  compitiendo  con  un  Aries  que,  desde  el  segundo  lugar,  pelea  por  aparecer  y  figurar  como  primero.  Por momentos, vas a sentir que estás en el Juego de la Oca: va a haber tiros en los que avanzás y otros en los que retrocedés. Pero cuidado: si avanzás demasiado podés rebotar fuerte. Por eso, el principal objetivo de este libro es que pue­das construir tu propia magia, que la lleves por el camino que vos elijas, que construyas tu propio recorrido. Los  Enamorados,  Los  Amantes,  Los  Dos  Caminos.  El  año  está  regido  por  el  arcano  VI,  que  nos  tienta  a  vivir  situaciones  diferentes.  De  repente  estamos  tranquilos,  dominando  el  espacio  en  nuestra  zona  de  confort,  y  sentimos  una  necesidad  incontrolable  de  ir  por  otro  camino".  

Jimena asegura que esta "nave llamada 2022 desembarca nuevamente en la rueda zodiacal para llevarnos a un nivel más alto que el de los últimos doce años, elevando nuestra conciencia, nuestra mente y nuestro saber y habilitándonos a usar nuestra magia interior".


Las predicciones mes a mes 


Enero - La posibilidad de renovar la fe

Júpiter, el mejor planeta, el rey de los dioses, vuelve al Olimpo a descansar: regresa al signo de Piscis, su domicilio, y el primer día del año la Luna está en Sagitario, signo también regido por este rey de los dioses. Así arrancamos enero: recuperando fuerzas y con la conciencia de que existe un mañana que renueva las ganas de vivir y de seguir. El mes estará cargado de movimientos renovadores.

Febrero -  Tené fe: se puede vivir de a dos

Febrero siempre es el mes del amor, pero este 2022 tiene aún más impor­tancia: al hecho de ser el número 2 se le multiplica la energía de los tres “2” que tiene el año. De a dos todo es más fácil. Este mes viene a llenar tu alma y tus sentimientos. La Luna hace un recorri­do de nueva a nueva durante estos 28 días perfectos. 

Marzo - “¿Qué es vivir?”, es la gran pregunta.  “Vivir” es la mejor respuesta

Un mes multiplicador. Que sea el número tres nos remite a la magia del tres veces tres o el misterio de la Trinidad. Lo que no pudimos concretar en febrero, lo completaremos ahora. Al ser un año que suma seis, marzo, que es el mes tres, representa la mitad de lo que obtengas para el resto de 2022. Tenemos el cincuenta por ciento del proceso ganado: solo nos queda seguir la carrera. 

Abril - Tener fe en lo que sos te ayudará a seguir por el camino correcto

El nombre “abril” deriva de vigor y juventud, de abrir las puertas o el co­razón al amor. En 2022 será el mes del amor propio, el de decir: “yo primero, yo segundo y yo tercero”. 

Aries y Tauro están a la cabeza, pero Piscis no deja de ser el que ayuda a creer. Lilith (la Luna negra) y la Luna creciente en Cáncer impulsan el senti­miento primario, como si fuera el del niño que no quiere levantarse para ir a la escuela, pero su mamá le trae Superpibe (marca de cacao que había en mi infancia) y recupera sus fuerzas sintiéndose un héroe. Mercurio transita Aries y luego Tauro, generando energía de acción y decisión. Géminis aporta capacidad de diálogo y un poco de concordancia para cerrarlo pensan­do en uno mismo y en recuperar los sentimientos más básicos y profundos.

Mayo - Abrí tu fe a las nuevas semillas  y tendrás nuevas cosechas

Mayo deriva de la diosa Maia, mamá de Hermes o Mercurio (según si es para los griegos o los romanos), pequeño terrible que nació y robó ganado a Apolo, dios del Sol, y creó la lira. Júpiter debió hacer un trato con Apolo y dejarle la lira para que lo perdone. Mayo es el mes de la vida y ayuda a que en  esta  época  todo  renazca  fácilmente.  Júpiter sale de su do­micilio en Piscis para llegar a una orilla nueva llena de oportunidades. 

Junio - Sentir fe en el amor te ayuda  a pensar cómo vivir

El  amor  desordena.  Por  eso  es  recomendable  primero  estar  ordenado  y después enamorarse. Si uno está en eje con uno mismo, la persona que aparece  puede  ser  un  espejo  con  el  cual  complementarse.  Junio  tiene  ese  componente por la diosa Juno, esposa de Júpiter, al que le permitía todas sus locuras y también porque lo acompaña Géminis, que multiplica la ener­gía para resolver mejor nuestro trabajo y dedicar más tiempo al amor. Al ser el mes del solsticio se reconoce que siempre necesitamos de nuestro Astro Rey para recibir su calor, sin él (sin el otro) no seríamos nada. 

Julio - Cuando sabés que eso que sabés se llama  intuición, comenzás a tener fe

La intuición es eso que sabés que sabés, pero no sabés por qué lo sabés. Cuando empezás a escucharla, entendés algunos mensajes que vie­nen desde dentro de tu ser. Llegamos al mes del júbilo, de la alegría para compartir con los amigos y de armar vacaciones merecidas, el que nos recuerda  las  siete  energías  de  los  colores  del  arcoíris  y  los  siete  días  de  la  semana. Un mes mágico para disfrutar el poder personal y querer ser mejor. Las instancias vividas hasta hoy te van a ayudar a ser más feliz. 

Agosto - Analizate y recuperá la fe en tu linaje

Un mes elegido, memorable. Comienza con una celebración maravillo­sa hacia la Madre Tierra para que podamos conectar con la naturaleza y con nuestras raíces. Se recuerdan las almas que pasaron a la gloria y valoramos lo sagrado y la vida.

Septiembre - El acuerdo es una melodía que genera fe entre dos personas

Qué maravilla que septiembre empiece este jueves mágico: el día del op­timismo. Está comprobado que este mes todo florece, optimizando nuestra razón de vivir y de ser felices y el ánimo de enamorarnos. Septiembre se re­fiere al siete, el número —mágico por cierto— que ocupaba antiguamente en el calendario romano. Viene a ordenar nuestra vida familiar, laboral, afectiva y personal. Es el mes del encuentro con el otro que, cuando estamos bien, se genera bien.

Octubre - Creer con fe en nuestros deseos  hace que el otro nos sume su propia fe

Un mes para trabajo intenso: el 222 del año nos hace reconocer la ener­gía del otro. Tenemos nuestra mano derecha para lo laboral y nuestro amor para  la  pareja.  Siempre  hay  que  hacer  equipo  para  trabajar,  vivir  o  sentir.  

Noviembre - Fe en el principio y en el final  como el mismo punto de partida

Noviembre viene del nueve y de allí surge la palabra novedades, situa­ción que se refuerza considerando que venimos con Luna nueva. Terminan­do el año, esta energía súper renovadora se vuelve maravillosa arrancando en martes, el día en que en verdad comienza la semana porque es de Marte, que rige Escorpio, el signo del mes que estamos transitando. 

Diciembre - La fe en que todo pasa por algo

“Diciembre”  deriva  de  “diez”  porque  era  el  décimo  mes  en  el  antiguo  calendario romano: como enero y febrero se usaban para disfrutar, el con­teo  iniciaba  en  marzo.  Hoy  lo  consideramos  el  mes  doce,  pero  seguimos  enfocados en lo positivo de su nombre: vamos a sacarnos diez en cada cosa que  hagamos.  Una energía  muy  jupiteriana,  de  fuego,  de  ese  rayo  que  conocemos:  el  Júpiter  que se enoja y que junto con su hermano Poseidón (Neptuno) genera un movimiento  de  aguas  que  se  convierte  en  una  marea  necesaria  y  positiva  para la vida o en algo muy incómodo. Tenés que considerar esto para cada cosa que vayas a hacer. Estar cómodo no es ser feliz. Las incomodidades que se nos presentan en la vida nos permiten superarnos.

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