Las opciones que analiza el Gobierno para afrontar los fuertes vencimientos de deuda de enero
Con un riesgo país aún por encima de los 600 puntos y pagos por más de US$4300 millones a comienzos de 2026, el equipo económico busca alternativas para evitar tensiones financieras. Un nuevo uso del swap con Estados Unidos, un crédito bancario y el apoyo de China aparecen entre las alternativas que estudia el Ministerio de Economía.
El Gobierno enfrenta un arranque de año desafiante: durante los primeros días de enero vencen alrededor de US$4300 millones y, antes de eso, también debe cancelar compromisos menores, como los US$1000 millones correspondientes a los Bopreal que caducan a fin de mes. Aunque el Tesoro ya inició la compra de divisas para prepararse, los dólares acumulados no alcanzan para cubrir todos los pagos sin recurrir a financiamiento adicional.
La posibilidad de emitir nueva deuda en los mercados internacionales queda prácticamente descartada en el corto plazo. Con el riesgo país todavía por encima de los 600 puntos, la colocación de bonos implicaría tasas de dos dígitos, algo que el Ministerio de Economía pretende evitar. Por eso, su titular trabaja en distintos caminos para encontrar lo que definió como una “solución financiera” que permita cumplir con las obligaciones inmediatas.
Una de las primeras alternativas es volver a utilizar el swap acordado con el Tesoro de Estados Unidos, del cual ya se tomaron US$2500 millones en octubre. Otra vía que se había barajado era un préstamo de un conjunto de bancos internacionales. En aquel momento, cuando se anunció el swap, también se mencionó la existencia de gestiones para un crédito por US$20.000 millones, pensado como complemento del acuerdo de intercambio de divisas.
Sin embargo, en los últimos días surgieron versiones que reducen de manera significativa esa cifra. Según reportes publicados en medios financieros, la operación podría terminar siendo un préstamo tipo repo, de menor tamaño y corto plazo, utilizado únicamente para atravesar los compromisos de enero. Se trata de un esquema que debería ser cancelado durante 2026 con nuevas emisiones de deuda.
Ante esas versiones, el Ministerio de Economía negó que existieran negociaciones por un rescate de ese tamaño. Explicaron que los US$20.000 millones habían sido evaluados dentro de un abanico de posibilidades antes de las elecciones, pero que el comportamiento favorable de los mercados tras los comicios hizo que se reconsiderara la necesidad de ese apoyo adicional.
En paralelo, el ministro dejó abierta la puerta a utilizar parte del swap con China para cubrir los vencimientos más inmediatos. También admitió que, si las condiciones del mercado mejoran, podría encararse una operación financiera tradicional, como una colocación de bonos o una recompra de deuda.
De acuerdo con un informe reciente de una consultora económica, el riesgo soberano argentino se encuentra cerca de niveles similares a los de los créditos corporativos locales y de los bonos de países emergentes de alto rendimiento, que operan entre los 350 y 400 puntos. Si esa convergencia se profundiza y permite bajar el riesgo país a la zona de un dígito en términos de tasas, la Argentina podría recuperar el acceso al financiamiento voluntario.
Por ahora, las definiciones no están tomadas. El equipo económico analiza día a día cuál de las alternativas combina mejor costo financiero, respaldo político y velocidad de ejecución para atravesar los exigentes compromisos de deuda del comienzo de año.
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